El desacuerdo entre países pone en riesgo la polémica directiva de copyright de la UE

La tarde de este lunes estaba señalada en el calendario político de Bruselas como la fecha en que debía celebrarse la última negociación sobre la directiva europea de copyright. Sin embargo, el texto ha sufrido un nuevo traspiés, que se suma al que sufrió en julio en la Eurocámara. Esta vez ha sido el Consejo Europeo, el órgano que agrupa a los representantes de los Gobiernos de los países miembros, el que ha parado el proceso al aplazar la reunión con los miembros del Parlamento y la Comisión europeos.

El motivo es que hasta una decena de países está en desacuerdo con la posición oficial que ha defendido el Consejo hasta ahora. El cisma se centra en dos medidas concretas de la directiva: la primera es una tasa para las plataformas digitales que enlacen contenidos periodísticos, parecido a un canon AEDE a nivel europeo (artículo 11) y la segunda, hacerlas responsables de las violaciones de copyright de sus usuarios (artículo 13). Ambas han sido muy criticadas, en especial el artículo 13, ya que supondría que cualquier plataforma que permita subir contenidos a sus usuarios debería instaurar un filtro automatizado que los censure si detecta potenciales violaciones de los derechos de autor.

Hasta ahora las negociaciones a puerta cerrada entre el Consejo, el Parlamento y la Comisión para cerrar un texto final para la directiva se habían centrado en los aspectos donde existe un mayor consenso. Sin embargo, la fecha del último trílogo (como se denominan estas conversaciones entre las tres instituciones) ha llegado y la falta de acuerdo en el Consejo ha obligado a aplazar la negociación.

El comisario de Mercado Único Digital, Andrus Ansip, declaró estar “muy decepcionado por este retraso”. “Creo que en los últimos metros no deberíamos perder de vista los principales logros que ya están ampliamente acordados entre los países”, ahondó. Según el medio especializado Politico, los estados que han frenado las negociaciones están Alemania, Bélgica, Holanda, Finlancia y Eslovenia, Italia, Luxemburgo, Portugal, Croacia, Polonia y Suecia.

El Gobierno español, tanto con el PSOE como con el PP en la etapa anterior, se ha mostrado partidario de la actual redacción de la directiva. El ministro del Cultura José Guirao llegó a desplazarse a Bruselas para hacer campaña a favor del texto.

Carrera para aprobar la directiva 

2019 es año electoral en la UE y, de no ser aprobada antes de las elecciones de mayo, la directiva se enfrenta en el mejor de los casos a un limbo de varios meses hasta que la Comisión y el Parlamento europeo se recompongan tras las urnas. En el peor, nada garantiza que estas instituciones, una vez renovadas, no opten por hacer borrón y cuenta nueva con un texto que ha provocado que incluso algunos de los gestores de copyright que resultarían beneficiados por la nueva directiva, como las principales ligas de fútbol europeas, carguen contra las medidas planteadas.

Sin embargo, el Consejo aún tiene tiempo. Los últimos Plenos de la Eurocámara antes de las elecciones están agendados a mediados de abril. El tiempo mínimo para enviar un texto de consenso para su ratificación en el Parlamento es un par de meses, por lo que los países tienen hasta mediados de febrero para ponerse de acuerdo. “A día de hoy es difícil saber si lo harán, ahora mismo está al 50%”, explica Diego Naranjo, de European Digital Rights (EDRi), organización que sigue las negociaciones desde Bruselas.

Naranjo avisa de que la ruptura no se produce solo porque esos 11 países se hayan colocado del lado de las organizaciones de la sociedad civil y los expertos que han criticado los artículos 11 y 13. Al contrario, el consenso se ha roto por ambos extremos. “Portugal por ejemplo ha declarado que las medidas que contempla la directiva le parecen insuficientes y protege demasiado a las plataformas, y Croacia es otro de los que imagino que van por el mismo camino. Todo ha ocurrido por sorpresa y ha ido muy rápido. Lo único claro es que de momento no hay acuerdo”, resume.

Julia Reda, la eurodiputada del Partido Pirata (encuadrado en el Grupo de Los Verdes en la Eurocámara) que ha liderado la campaña contra la directiva, ha recordado al Consejo que sigue teniendo una opción abierta para aprobarla antes de las elecciones: eliminar el canon AEDE a nivel europeo y el filtro de contenidos para todo lo que se suba a la red. “Nada evita que adoptemos la directiva sobre copyright sin el artículo 11 y el artículo 13. Centrémonos en las partes en las que podemos ponernos de acuerdo”, ofreció.

Campaña contra el filtro de contenidos

Reda ha sido una de las caras más visibles en la campaña de oposición a la directiva, que en julio tocó techo al lograr que la Eurocámara frenara el texto. Entonces, los eurodiputados se encontraban en una posición muy similar a la que ahora atraviesa el Consejo: tratar de hallar una posición común con la que afrontar las negociaciones con el resto de instituciones. Pese al logro inicial, en la votación de septiembre el Parlamento fijó esa posición, y no sacó de ella los artículos 11 y 13.

Google (propietaria de YouTube) ha avisado que, con el texto que negocia Bruselas, habría tenido que censurar incluso el éxito mundial Despacito. “A menudo, ni siquiera los propietarios de los derechos de autor se ponen de acuerdo sobre quién posee qué derechos. Si los propietarios no pueden ponerse de acuerdo, es imposible esperar que las plataformas que alojan este contenido tomen las decisiones correctas”, expuso la directora general de la plataforma de vídeo, dejando caer que su empresa podría optar por la decisión fácil: capar por defecto el acceso a su plataforma desde la UE.