Reseña de PS4: madera de líder

“Para vosotros jugadores”, así reza el eslogan publicitario de Sony para su nueva PlayStation 4. Desligándose complemente del concepto que su competidor directo, Xbox One de Microsoft, ha adoptado para el salón de la casa, PS4 apuesta por una imagen 100% para jugadores aunque en el fondo haga lo mismo o incluso más que su rival en cuanto a oferta de funciones multimedia.

La máquina

Por 400 euros, PS4 ofrece una CPU de 8 núcleos y una GPU de 1,84 teraflops, además de 8 GB de RAM GDDR5. Cuenta con una unidad de Bluray y disco duro de 500 GB. Con todo ello, PS4 presume de unos juegos de lanzamiento a unos excelentes 1080p, con algunas versiones mejores que las de Xbox One, que se quedan en los 720p.

Pero esta subida de resolución tiene contras en algunos casos: caídas más notables de fotogramas por segundo (FPS) o menos calidad de texturas. La batalla de números y cifras entre los más acérrimos a cada marca está servida y por momento supera a las charlas sobre los propios juegos. Será porque ambas van todavía muy cortas de catálogo.

Sony refresca el Dual Shock

La consola viene de fábrica con un mando, por el segundo hay que pagar otros 60 euros. Tampoco incluye el nuevo Eye Toy, la cámara de Sony que sirve tanto para el reconocimiento facial como para el de los comandos de voz.

Eye Toy es útil pero no está al nivel de Kinect. Entre otras cosas, al arrancar la consola la cámara nos podrá reconocer la cara para iniciar sesión (previo estudio desde varios ángulos) y el mando que tenemos en la mano o aceptar sencillas ordenes mediante el micro como lanzar un juego o hacer una captura de pantalla. Pero en realidad este nuevo sistema no está integrado dentro de la partida, solo en los menús, por lo que no puede competir con la propuesta de Xbox One.

Su mando, el Dual Shock 4, cambia el diseño respecto al de sus predecesores más que en las anteriores revisiones. Es mucho más ergonómico y cómodo, sobre todo para aquellos que pasen muchas horas con él en las manos. Los dos nuevos joysticks que tenemos a nuestra disposición son algo duros para mi gusto y espero que Sony saque una revisión con algo menos de resistencia al movimiento. Más allá de los cambios, el añadido es un panel táctil que se usa en varios juegos para seleccionar opciones de menú como en Killzone, y en otros para ‘jugar’ con los personajes como en la demo técnica que viene con la consola, Playroom.

PS4 es social

Estamos de despedida. Tras 30 años decimos adiós a dos nuevos botones que sustituyen a los desfasados ‘Start’ y ‘Select’. Son ‘Options’ y ‘Share’, aunque el primero tiene unas funciones semejantes por lo que no es ciertamente una gran novedad más allá del cambio de nombre. Pero el segundo nos brinda una nueva funcionalidad de la consola, compartir lo que quieras, cuando quieras y sin complicarte la vida.

Con solo pulsar el botón se nos abre una pantalla a través de la que podremos subir capturas de pantalla o de vídeo tanto a Twitter como a Facebook. Ni siquiera hay que preocuparse por la grabación porque PS4 graba en segundo plano toda la actividad y permite recuperar los últimos cinco minutos automáticamente. Además de estas dos opciones, el menú share también sirve en directo el streaming de la partida en curso a otros jugadores por medio del servicio Twitch. Un detalle curioso, casi anecdótico, que está teniendo muy buena acogida por parte de los programadores.

En el mando hay una pequeña luz que sirve entre cosas para calibrar la nueva Eye Toy pero los desarrolladores han encontrado usos dentro del juego. Por ejemplo, en Killzone el color indica la vida que le queda al personaje y en Tomb Raider reproduce los destellos de las armas de Lara Croft al disparar o se ilumina como cuando lleva una antorcha, imitando el crepitar el fuego. No es la originalidad hecha control pero sí es cierto que aporta algo curioso y diferente a lo visto hasta ahora.

Un sistema operativo preparado para la multitarea

La gran aportación del nuevo sistema operativo es la inclusión de las actividades en segundo plano. No solo por la grabación de vídeo citada, sin dejar la partida es posible visitar la tienda, ver los logros, buscar amigos, etc. Algo casi impensable en el anterior sistema, que obligaba a salir del juego para seleccionar una función diferente. Era obligatorio ofrecerlo porque hace que navegar por las diferentes opciones y volver al juego sea algo casi automático.

Además de las nuevas conexiones sociales directamente ligadas al mando y de la retransmisión de partidas vía internet, PS4 también es un sistema de entretenimiento multimedia aunque Sony no presuma de ello. Podremos escuchar música, reproducir películas, acceder a servicios VOD y todo un abanico de opciones que están fuera del ámbito del concepto “jugadores”, por mucho que su campaña de publicidad rece bien grande “Para vosotros jugadores” haciendo referencia directa a su competencia. Aplicaciones como Wuaky.tv ya están disponibles junto a la selección de películas y música de la propia Sony, además de otras App secundarias.

Todo ello hace del sistema operativo algo robusto, más incluso que el de la competencia. Sin embargo, se nota que está en las fases iniciales. Por ejemplo, los juegos instalados en la consola se dividen en una hilera de cuadros que quedan muy bonitos cuando tienes cinco o seis pero se convertirá en algo tedioso y pesado cuando tengas más.

El carácter social está siempre presente mediante una pestaña de actividad que dice qué juegos han jugado, qué captura han compartido o qué logros han ganado los amigos online, identificados por primera vez por su nombre real. No podrían faltar todas las opciones que vienen directamente desde PS3 como trofeos, búsquedas y la Store, pero sus novedades son poco destacables.

Muy corta de catálogo

Mucha fluidez de imagen y mucha resolución, pero el problema de lanzamiento de PS4 han sido los juegos exclusivos o, mejor dicho, su inexistencia. Con el retraso de algunos títulos prometidos para la primera hornada, la consola solo ha tenido a su favor Killzone: The Shadow Fall y el desmerecido Knack, que más bien parece una juego de PS3 y que aporta poco al lucimiento de la consola.

Los demás pasan por ser multiplataformas sin diferencias que inviten a hacer el desembolso de una nueva máquina. No será hasta marzo cuando llegue el primer título que de verdad ponga a prueba la potencia de la maquina en todos los sentidos, Infamous: Second Son. A futuro la cosa es mejor porque cuenta con el apoyo de la totalidad de los desarrolladores de software de alto presupuesto y también de los pequeños estudios independientes que tanto marcan ahora la tendencia.

Hasta entonces tendremos que conformarnos con adaptaciones de la generación pasada como Tomb Raider Definitive Edition, o Rayman Legend. Aun así ha sido suficiente para convertirse en la videoconsola más vendida de las que se han estrenado en el último año y medio.

¿Comprar o no comprar?

Un buen hardware, un sistema operativo resolutivo, muchas funciones y un precio 200 euros inferior al que tuvo PS3 en su estreno. La primera impresión es buena, aunque al llegar a la tienda y plantearse con qué juego llevársela asaltan las dudas sobre si es demasiado pronto.

Quizás el momento de comprar PS4 sea cuando se presente con Infamous: Second Son, para aprovechar de verdad la potencia y el control de la maquina. Ahora mismo, como reza el dicho, ‘mucho ruido y pocas nueces’: Muchos números, muchos FPS, muchas ventas, pero lo realmente importante, los juegos exclusivos, no son atractivos.

Es más barata que Xbox One y más cara que Wii U, sin olvidar que la cámara se vende por separado y al final el equipo completo más un juego viene a costar lo mismo que Xbox One, Fifa 14 y Kinect. Eso si, los early adopters se han tirado en masa a por PS4 y eso ha hecho que las ventas se disparen, regalándole a la consola de Sony un estreno espléndido.