Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

El blog Opinions pretende ser un espacio de reflexión, de opinión y de debate. Una mirada con vocación de reflejar la pluralidad de la sociedad catalana y también con la voluntad de explicar Cataluña al resto de España.

Llegir Opinions en català aquí.

Nosotras las mujeres

Lolita Bosch

Hace un año decidí dejar de firmar en masculino. Yo no soy proveedor, escritor ni colaborador. Tampoco soy presidente de un jurado literario, señor que recibe cartas informativas de las instituciones ni autor en los contratos de escritura. Soy hija de una generación que me ha traspasado ese derecho. Y creo, profundamente, en la lucha constante por los derechos de las mujeres. No sólo lingüísticos, sino de facto. Dentro y fuera de nuestras fronteras. Yo he tenido la inmensa suerte de haber sido educada por una mujer feminista que me ha enseñado la importancia de respetar, exigir y entender. Soy hija de una generación de mujeres que han luchado para que tenga casi los mismos derechos que muchos hombres. Y soy hija de una generación digna y ejemplar de mujeres que, en todo el Estado Español, han alzado su voz y ha modificado sus vidas a medida que iban aprendiendo que todo lo que les habían dicho que eran, no lo eran. Una generación valiente, combativa y capaz. Muy, muy capaz. Que cambió nuestro mundo para enseñarnos que no somos madres, esposas, hijas, acompañantes ni amantes. Sino ciudadanas con plena conciencia de nuestros derechos y que juntas hemos trabajado y trabajaremos, tanto como sea necesario, para conseguir dejar de pedir esos derechos. Aunque sea vergonzoso, sinceramente ofensivo, que a estas alturas de nuestras vidas tengamos que reclamar sueldos igualitarios, trato igualitario y derechos laborales similares. Es absolutamente insultante que tengamos que pedir sensibilización contra la violencia de género, la trata de mujeres secuestradas, los derechos de las prostitutas y hoy, ahora también, el aborto. Una bofetada con la mano abierta en la cara, una aberración. Como si no tuviéramos bastante con los anuncios que nos humillan, las situaciones de poder que nos humillan, las relaciones desiguales que nos humillan y esas porquerías de manuales machistas que algunas editoriales se empeñan en publicar y vender.

¡Basta!, hemos pensado muchas y muchas veces.

Y ahora parece que también tengamos que pensar: ¡Pero volvemos!

Y así es como volvemos: Hace un año decidí dejar a firmar en masculino y la verdad: no lo consigo. Cada vez que pido que modifiquen un documento me miran con cara de 'como os gusta marear y 'me hacen el favor' de incluirme con un género que me permita identificarme. He tenido que soportar bromitas machistas toda mi vida, masiva indiferencia masculina con respecto a nuestros derechos y actitudes insoportables que no toleraríamos hacia otros colectivos que no fuéramos nosotros, las mujeres. He visto mujeres maltratadas, despreciadas, inseguras, sumisas, asustadas y sin ninguna conciencia de su valor como ser humano. Sentimientos contra los que han luchado esta generación ejemplar que me precede. Y cada vez que lo cuento, alguien piensa que soy una histérica.

No lo soy, no lo somos.

Y hoy, una vez más, esta generación española y catalana que yo siempre he admirado por el trabajo que ha hecho para abrirnos camino y ponernos las cosas más fáciles, hacernos conscientes de nuestros derechos, exigir la igualdad y el respeto y proteger la tiranía del machismo, está de luto. Y yo también. Y todos y todas deberíamos estarlo. Deberíamos estar hartos de escribir en nombre de las mujeres y que no se entienda que nos dirigimos a toda la sociedad. Deberíamos estar hartos de reclamar derechos para una mitad de la población y que se considere una 'cuestión de género'. Deberíamos estar realmente hartos de que las injusticias que sufren las mujeres, aquí y en todas partes, no sea el primerísimo problema social. Deberíamos haber entendido, desde hace mucho tiempo, que por nuestros derechos no tenemos que luchar solas si por los otros derechos luchamos juntos.

Pero si tenemos que volver, volvemos.

Volvemos a empezar, como años atrás, diciendo que: Me llamo Lolita Bosch, tengo 43 años,he abortado y quisiera que mis derechos no fueran privilegios sino derechos de todos y todas. Así de simple. Así de importante. Así de retrógrada y urgente.







Sobre este blog

El blog Opinions pretende ser un espacio de reflexión, de opinión y de debate. Una mirada con vocación de reflejar la pluralidad de la sociedad catalana y también con la voluntad de explicar Cataluña al resto de España.

Llegir Opinions en català aquí.

Etiquetas
stats