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El Aeropuerto de Castellón cuesta a los valencianos 17 millones al año

El avión de la estatua de Ripollés es el único que sobrevuela el aeropuerto castellonense

Miguel Giménez

VALENCIA —

El Aeropuerto de Castellón, ideado por el insigne Carlos Fabra -condenado a cuatro años de prisión por delito fiscal- e inaugurado en 2011 por el dirigente popular junto al entonces president de la Generalitat, Francisco Camps, con bendición incluida, cuesta a los valencianos la friolera de 46.300 euros al día, cerca de 17 millones de euros al año.

Esa es la cantidad que abona la Generalitat a la empresa Aerocás, que gestiona la infraestructura -sobre cuyo coste la Defensora del pueblo también llamaba la atención en su informe anual de 2013-, por el mantenimiento de un aeródromo que todavía no ha recibido ningún vuelo y cuya fecha de inauguración todavía se desconoce.

Pese a que Aerocas adjudicó la gestión de la instalación castellonense a la mercantil canadiense SNC-Lavalin -empresa vetada por el Banco Mundial por prácticas irregulares-, el proceso se encuentra recurrido por la otra finalista, Gesnaer -sociedad participada por el grupo Marina d'Or-, que denunció que la administración permitió a Lavalin modificar su oferta inicial durante el proceso de licitación para que pudiera cumplir con el pliego de condiciones, cuyas condiciones no cumplía, por lo que tendría que haber sido descartada. Siempre según Gesnaer.

Desde Compromís, que son quienes han denunciado el elevadísimo coste del aeropuerto sin aviones de Castellón, explican que sólo los gastos corrientes de electricidad, limpieza, vigilancia... suponen 13.000 euros al día, según la web sueldospublicos.com, “estamos hablando de cerca de 17 millones de euros que salen de nuestros bolsillos y que se eliminan de partidas como educación o sanidad”

Altísima deuda

Además, recuerdan desde esta formación que la deuda de Aerocas al cierre de 2012 era de 120 millones de euros, “de los que 36 tienen vencimiento el próximo año”, mientras que por lo que respecta a las pérdidas, el primer año tras su inauguración fueron de 8,5 millones, el segundo ascendieron a 7,5 millones y el año pasado se quedaron en unos 5 millones, “para el presente año se calcula que los números rojos estarán entorno a los 11,4 millones de euros”.

Contrato con Lavalin

La adjudicación a Lavalin, que se oficializó hace apenas unas semanas, es por un periodo de 20 años, con un valor de 25 millones de euros. La sociedad canadiense tan sólo se compromete a pagar cuando la infraestructura reciba al menos 1,2 pasajeros al año, mientras que el Consell deberá pagar -hasta ese máximo de 25 millones de euros en un periodo de 10 años- si no recibe un mínimo de 360.000 viajeros al año.

“Tranquilidad” en el Consell

Pese a la incertidumbre que se cierne sobre el futuro de esta instalación -Compromís teme que el recurso de Gesnaer sea una nueva jugada pactada para retrasar la apertura del aeródromo un año, de modo que coincidiera con la próxima campaña electoral de municipales y autonómicas-, el President de la Generalitat asegura sentirse “muy tranquilo”, aunque también reconocía que el día que aterrice el primer avión haría “una gran fiesta” para celebrarlo. Y entre tanto, a seguir pagando esos 46.300 euros al día.

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