Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Antonio Cazorla afirma que “la gente muy de derechas se ha sentido cómoda en el PP”

EFE

Madrid —

0

El historiador Antonio Cazorla sostiene que “la gente muy de derechas se ha sentido cómoda en el Partido Popular”, lo que explica que su política en relación con la memoria histórica “haya tendido” a confortar al sector más derechista de la formación, el más próximo al franquismo.

En entrevista con EFE con ocasión de la publicación de su libro “Franco. Biografía del mito” (Alianza Editorial), Cazorla sostiene que “el PP siempre ha tenido un especial cuidado en atender a ese sector de votantes muy derechistas que se sienten agradecidos al franquismo”.

Este criterio, afirma el historiador y catedrático de Historia Contemporánea de Europa en la Trent University de Ontario (Canadá), se mantiene a pesar de que, “en términos sociológicos, la mayoría de los votantes del PP son mucho más moderados en esa cuestión”.

Cazorla sostiene que no hay que olvidar que “el Partido Popular no es la UCD”, sino que es la suma de “los siete magníficos” (como se conoció en la Transición a los seis exministros franquistas que junto con Manuel Fraga fundaron Alianza Popular), más un espacio sociológico que era de la UCD, y “ese núcleo original, continuador del franquismo, se ha mantenido en el discurso del PP”.

En opinión de Cazorla, casi 40 años después de la muerte de Franco aún continúa perdurando -aunque en un pequeño porcentaje de la población-, un franquismo sociológico, entendiendo por tal a aquellos sectores “que se siguen sintiendo plenamente identificados con Franco y su obra”.

Sin embargo, comenta, existe también “un rechazo a recordar la realidad del franquismo, sobre todo la de los primeros años, con toda su carga de violencia”.

En opinión de Cazorla, hay cuatro mitos fundamentales que, bien alimentados por la propaganda del régimen, contribuyeron a elevar la figura de Franco a una categoría que, quizá, con el análisis riguroso que los historiadores llevan a cabo, nunca debió tener.

Esos mitos son que Franco fue “un hombre de paz”, que garantizó la paz en España durante 40 años, el principal de todos ellos, según Cazorla, y que incluso afirma que “perdura hasta hoy.”

El segundo mito, quizá el más extendido, según el autor, hace referencia a que Franco trajo el progreso económico a España; el tercero, que era “un trabajador incansable que se preocupaba por el bien de España”, a lo que habría que añadir un cuarto mito, el relativo a sus excepcionales cualidades militares, que Cazorla, como otros historiadores, pone en duda.

En opinión de Cazorla, de los muchos mitos que conformaron el entramado sociológico del franquismo el que más caló entre la población fue el de la paz, “porque era el más necesario”.

“La Guerra Civil traumatiza a los españoles y el lema de los españoles en 1939 es 'nunca más'. Por encima de la dictadura o de cualquier otra circunstancia, 'nunca más otra guerra civil'. Y como Franco estaba en el poder, la paz suponía que Franco tenía que seguir en el poder. El problema era que todo lo sufría la población española, que fue la que pagó el precio de la decisión de este hombre de mantenerse en el poder”, subraya Cazorla.

El historiador llama la atención sobre el miedo imperante en la sociedad española como uno de los factores determinantes para que Franco se mantuviera en el poder.

Un miedo que, según Cazorla, tiene una doble vertiente: Por un lado, el de una minoría que teme al régimen; por otro lado, el miedo generalizado de la sociedad, que se siente insegura de ella mismas, de convivir en paz; “el miedo a volver a caer en la guerra civil”.

Con respecto al gran icono del franquismo, y que perdura hasta hoy, el Valle de los Caídos, en cuya basílica está enterrado el dictador, Cazorla sostiene que “habría que negociar con la familia qué se hace con la tumba de Franco”.

“Ni siquiera creo que fuese necesario sacar (a Franco) del Valle de los Caídos. Lo que habría que hacer es transformar ese sitio en un museo de la Guerra Civil y en un centro de estudios de la violencia política, un espacio físico donde la gente pueda ir a aprender y a dialogar, que es lo que nos falta; aprendizaje y diálogo. Pero me temo que esto no se va a hacer en mucho tiempo”, señala Cazorla.

Por Fernando Prieto Arellano.

Etiquetas
stats