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Hagai Levi dice que “la industria de la televisión se basa en la mentira y el engaño”

Hagai Levi dice que "la industria de la televisión se basa en la mentira y el engaño"

EFE

Madrid —

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Se metió a la audiencia en el bolsillo encerrándola en la consulta de un psicoanalista en la serie “In Treatment” y otra creación suya, “The Affair”, fue la sorpresa de los últimos Globos de Oro. El guionista israelí Hagai Levi cree que la clave de su éxito es su “obsesión” con los dilemas morales.

“La industria de la televisión se basa en la mentira y el engaño. La particularidad de 'In Treatment' es que no hay mentira. Creo que hay un público cansado de tanta manipulación y que simplemente busca un sitio tranquilo donde la gente diga la puta verdad”, dijo Levi a Efe durante su visita a Madrid para impartir una clase magistral.

PREGUNTA: ¿Cuál es el principal consejo que dará a los alumnos de guión del Sindicato ALMA?

RESPUESTA: No me gusta dar consejos, sólo puedo hablar de mi experiencia. Pero si me preguntas, el principal consejo sería haz lo que deseas. No pienses en el público, no pienses en los ejecutivos de las cadenas, piensa en lo que quieres decir. Es simple y cliché, pero es así.

P: ¿Cómo sabe cuando ha llegado a la idea buena?

R: Lleva tiempo. Una idea llega, no sé cómo, y empiezas a jugar con ella. Pasados dos meses, si sigue en tu cabeza, quizá sea algo. En mi caso puede pasar alrededor de medio año hasta que me doy cuenta que estoy atrapado y ya no puedo retroceder.

P: Tanto “In Treatment”, que transcurre en la consulta de un terapeuta, como “The Affair”, la historia de una infidelidad con trama policial por medio, se caracterizan por tramas intensas y personajes complejos. ¿Cómo hace para desconectar?

R: Me voy a dormir, es la única manera. Puedo escribir unas dos horas, después tengo que dormir y luego vuelvo a escribir. Otra cosa que hago es caminar. Cada mañana abro el portátil, miro la escena a tratar y salgo al bulevar al lado de mi casa. Lo recorro de un lado a otro como cinco veces. La gente del vecindario me mira raro, aunque ya me conocen y saben que estoy trabajando.

P: ¿En qué está trabajando ahora?

R. Es un largometraje basado en el diario de una mujer holandesa en los años 40, durante el Holocausto, aunque no es sobre el Holocausto. Tendrá lugar en Amsterdam, en inglés. Se trata de una mujer muy moderna, sexual, neurótica, narcisista, que empieza a ir a terapia y ahí se mete en un interesante viaje espiritual que la lleva a acometer un acto de valentía.

P: ¿Dónde encontró la inspiración para “In Treatment”?

R: Básicamente de mi experiencia como paciente durante muchos años, pero también he estudiado Psicología. De joven quería ser psicoterapeuta. El diálogo entre dos personas es algo que me fascina. Cuando vas a la escuela de cine te dicen que el diálogo no es cine, pero a mí es lo que siempre me ha gustado. Me costó años reunir la valentía para apostar por lo que quería. Dos personas explorando algo, creo que es un concepto muy judío.

P: ¿Por qué un concepto judío?

R: Vengo de una familia muy religiosa. Una de las principales cosas que haces de adolescente es estudiar el Talmud. Se hace en parejas, uno lee y el otro plantea interpretaciones de la lectura, y pueden pasar horas debatiendo sobre un punto específico. La terapia es un poco eso, el paciente lleva algo y el psicólogo propone interpretaciones.

P: ¿Fue difícil convencer a los productores?

R: En el caso de la versión americana no fue nada difícil. Ellos vinieron a mí porque habían oído hablar de la serie (que era un éxito en Israel). No hice un esfuerzo para venderlo, ni siquiera sabía que hubiera esa posibilidad, simplemente ocurrió. En dos meses me encontré en Hollywood, con un montón de reuniones, viajando en limusinas. En Israel sí fue difícil vender la serie original, me costó dos años.

P: ¿Donde cree que reside el éxito de sus series?

R: La industria de la televisión se basa en la mentira; la mentira y el engaño son el principal instrumento de la ficción. La particularidad de “In Treatment” es que no hay mentira. Puedes mentirte a ti mismo, pero no a tu terapeuta, no tiene sentido. Creo que hay un público cansado de tanta manipulación y que simplemente busca un sitio tranquilo donde la gente diga la puta verdad.

P: Pero en “The Affair” -creada conjuntamente con Sarah Treem- vuelve a la mentira.

R: Lo principal que busco en mi trabajo y lo que me obsesiona es la batalla moral dentro de cada uno. Vi un episodio de “House of Cards” y lo odié, porque no hay conflicto, no hay culpa, son malos y punto.

En mis series hay dilemas morales. Y en “The Affair” la idea era coger a un tipo con una moral muy estricta, ese tipo de tío que dice 'a mi nunca me ocurrirá eso', hasta que llega esa otra fuerza que es más grande qué él. No creo que se trate de mentiras, sino de lucha moral, y de qué pasa si cruzas el límite una vez, cuál será el siguiente límite que puedes cruzar. ¿Podrías llegar a matar?

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