Javier Solano dice sus nietos probablemente ya no verán el encierro

El periodista navarro Javier Solano, que en 2015 cumple 25 años retransmitiendo en directo los encierros de Pamplona en TVE, considera que el futuro de la carrera delante de los toros es incierto y ha asegurado a Efe que, probablemente, sus nietos ya no podrán ver este acto de los sanfermines.

Solano, que estos sanfermines alcanzará la cifra de 200 encierros narrados en directo en televisión, ha destacado que este acto está en su “punto culminante de éxito de toda su historia”, tanto por la participación que registra como por la repercusión nacional e internacional que tiene, pero también “corre graves riesgos”.

La “enorme” participación en el encierro, que se refleja en un aumento del 5 % anual en el número de corredores, “hace factible que una mañana haya cinco muertos y ese día se van a rasgar las vestiduras todas las autoridades y se van a preguntar por qué no han tomado medidas antes de que esto suceda”.

Además, ha aludido al riesgo que corren las propias corridas de toros y a la posibilidad de que un día sean prohibidas en Europa, lo que afectaría directamente al encierro, en el que participan las reses que serán lidiadas por la tarde en Pamplona.

“Me han dado muchos palos por decir esto, pero evidentemente no se puede esconder la cabeza debajo del ala. No es lo que me gustaría, pero sí es posible que suceda”, ha señalado el periodista navarro, que ha comentado que el encierro es “una reliquia”, porque “en esta sociedad en la que todo está previsto y todo lo tenemos muy controlado, el encierro son tres minutos de descontrol absoluto. Puede suceder cualquier cosa”.

El encierro de Pamplona, ha dicho, “está muy organizado, muy preparado, está a años luz de los que se celebran en algunas localidades, pero en el momento en que se abre la puerta del corral de Santo Domingo nadie sabe lo que va a pasar. Por muchos medios que pongamos, siempre está sobrevolando ese fantasma de la tragedia”.

En ese sentido, Solano ha opinado que hay que recordar siempre la vulnerabilidad del corredor: “En el encierro lo que hay es un desafío del débil, el hombre, contra el fuerte, que es el toro, que pesa ocho veces lo que una persona, tiene veinte veces su fuerza, y corre mucho más que ella, porque es velocísimo si quiere”.

De hecho, ha explicado, los toros llegan “muy entrenados” a Pamplona, lo que ha provocado que en los últimos años la duración media del encierro se haya reducido en un tercio, de tres minutos y medio a dos minutos y medio, que es lo que tardan ahora los astados en cubrir los 850 metros del recorrido.

Solano, que se considera “un corredor en excedencia”, ha reconocido que “el que dice que no tiene miedo (en el encierro), o miente o es un inconsciente”, aunque también es verdad que “el toro tiene más miedo”, porque “lo han criado en una dehesa, ha hecho mil kilómetros en un camión y lo sueltan en una calle llena de movimiento, ruido y estímulos”.

El periodista navarro se ha mostrado convencido de que los ganaderos y los mayorales “preferirían que no hubiera encierro”, pero en Pamplona “hay que pagar un precio, un peaje, que es el del encierro. También es verdad que esta plaza es la que más paga de España con gran diferencia, por los toros y por los toreros”.

Sobre el debate siempre abierto en Pamplona acerca de si los toros “aprenden” a embestir en el encierro, Solano ha considerado que puede ser cierto, “sobre todo los toros que cogen a alguien, que se dan cuenta de esa debilidad humana. Ese toro sí que puede que esté un poco más resabiado por la tarde”.

En todo caso, ha insistido, con sus defectos y sus virtudes, el encierro de Pamplona “puede morir de éxito” y está todos los años “en el filo de la navaja”.