El historiador Jordi Canal dice que la UE llega tarde al debate de Cataluña

El historiador Jordi Canal ha asegurado hoy que la UE debería haber tomado posición sobre Cataluña hace muchos meses y ha indicado que echa de menos discursos que convenzan a la gente de que es mejor vivir juntos que separados.

Jordi Canal (Olot, Girona, 964), director de Estudios de la Ècole des Hautes Etudes de Sciences Sociales de París, ha presentado hoy su libro “Historia mínima de Cataluña”, editado por Turner, una historia que, ha dicho, es sobre Cataluña, “no sobre la historia del sueño de Cataluña”.

A pesar de considerar imprescindible actuar con la ley respecto a la independentismo, el historiador ha opinado que “no es suficiente”, ya que, frente al discurso ilusionante de los nacionalistas, se echa en falta un mensaje similar que convenza a los catalanes de que es mejor vivir con el resto de España que separados de ella.

En su opinión, posicionamientos como los de la canciller alemana, Ángela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, sobre las consecuencias que tendría para Cataluña su separación de España deberían haberse producido hace meses.

En “Historia mínima de Cataluña”, Canal aborda cuestiones como cuándo y dónde surgió Cataluña hasta sus retos y considera que todo lo vivido en la última década, en especial el deterioro de la relación con España, “no permite volver atrás ni recuperar viejos modelos” sino que se precisan “intensos esfuerzos de imaginación y ejercicios convencidos de pedagogía política”.

“La mediocridad de los políticos de los últimos 15 años” explica muchas cosas actuales en Cataluña, ya que “se meten en berenjenales para subsistir en política”, mantiene.

Sostiene también que el diseño autonómico requiere algunas reformas que afectan, entre otras cuestiones, a la financiación de las comunidades.

El historiador ha señalado que, si hay que ir a un hecho de la historia reciente que explique la situación actual, es la reforma del Estatuto de Cataluña, que, ha indicado, no fue demandada por la sociedad sino que se trató de una necesidad de la clase política catalana.

Frente a otras situaciones de tensión histórica, Canal ha sostenido que la actual es nueva: “Hay una posibilidad real de ruptura sobre la que es muy difícil pronunciarse; ni los que están jugando este juego saben a qué van a jugar”.

El profesor ha señalado que, cuando se plantea que Cataluña en la época medieval ya era una nación, “se está haciendo una lectura perversa, pues se está leyendo el pasado con las lentes de hoy”, ya que entonces el término no era entendido como lo es hoy.

En los últimos años, ha dicho, se ha realizado un discurso independentista “ilusionador en un momento de crisis y muy populista”, basado en la “manipulación”, en el que se afirma que al día siguiente de las elecciones, si triunfan los partidarios de la independencia, “todos los catalanes serán felices”.

Frente a este mensaje, ha sostenido, no hay nadie, ni en Cataluña ni fuera de ella, con un relato “de ilusión”.

También hace referencia en su libro a la historia del Barça, del que, ha dicho, “es una vía de catalanización y de integración en la sociedad catalana”.

Para el historiador, la cultura catalana y, en especial la lengua catalana “puede ser catalogada a finales del siglo XX y principios del siguiente ”como altamente ensimismada y autorreferencial“.

Afirma, además, que las declaraciones de Artur Mas y de otros dirigentes “sobre ganar en 2014 lo que se perdió en 1714 por las armas resulta, desde un punto de vista histórico, una barbaridad”.