Futura “supervisora” bancaria defiende poner límites a la exposición de deuda

Danièle Nouy, la candidata a presidenta del Consejo Supervisor del Banco Central Europeo (BCE) encargado de vigilar la banca de la eurozona a partir de noviembre próximo, abogó hoy por que se impongan límites a la exposición de deuda soberana.

La francesa, secretaria general de la autoridad nacional encargada del control de la banca, compareció ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara, que votará el 5 de diciembre sobre su candidatura, propuesta recientemente por el Consejo de Gobernadores del BCE.

“Creo que un importante instrumento también es que (la deuda soberana) sea considerada como exposición grande y que debería haber un límite”, sostuvo Nouy, quien será la encargada de dirigir el gran entramado de supervisores que vigilará a unos 6.000 bancos de la eurozona indirectamente y a 130 directamente, los más importantes y que representan el 85 % de los activos bancarios de los Diecisiete.

“Hasta donde yo sé hay ya supervisores que lo hacen: poner un límite a todas las exposiciones, ya sean de deuda soberana o no. No lo dicen públicamente, pero lo hacen porque las consideran un elemento de riesgo de la cartera” de activos de los bancos, dijo.

Nouy sugirió que en el análisis de los balances a la banca, de la calidad de los activos y de las pruebas de estrés que se llevarán a cabo, se otorgue a todos los bancos el mismo ratio a los activos ponderados por riesgo con respecto a la deuda soberana, al igual que hizo la Autoridad Bancaria Europea en el último ejercicio, y afirmó que los requisitos de capital no serán extremadamente importantes.

“Lo que haremos en el análisis de los balances es mirar obviamente las carteras con más riesgo, incluidos los riesgos soberanos, y para las pruebas de resistencia consecutivas tendremos incluso más margen para hacer frente a este problema”, indicó.

Nouy también señaló que habría que dejar de “dar incentivos a los bancos para mantener más riesgos soberanos mediante regulaciones” como la de liquidez, la solvencia o los requisitos de capital.

“Primero, porque suponen un riesgo, y también porque necesitamos que los bancos financien la economía. Si aumentan su cartera de deuda soberana, lo pueden hacer menos”, recalcó.

Nouy admitió que hay un debate bastante interesante sobre el tema en el Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, ESRB, dependiente del BCE, y que su opinión personal es que “hay que hacer algo al respecto”, si bien ahora no es el momento de escenificar “escenas dramáticas” sobre este asunto.

La candidata a la presidencia del Consejo Supervisor del Mecanismo Único de Supervisión bancaria también afirmó que una de las primeras cosas que habrá que abordar en el análisis de los balances es el tema de los activos heredados, que “son los que tienen que desaparecer primero”.

Indicó que si estos activos son “adecuadamente aprovisionados, puede haber esperanzas” de que el resultado salga mejor.

Nouy también consideró que debería haber “una ley que separe las actividades” de la banca comercial y de inversión, y sobre la “estructura de la banca” a nivel europeo, porque actualmente hay ya países que han comenzado a introducir legislaciones nacionales.

En cuanto al futuro Mecanismo Único de Resolución bancaria, la francesa opinó que éste “debería ser para todos los bancos, no solamente para los importantes”.

También sostuvo que el supervisor bancario único estará en la mejor posición para evaluar si un banco debe ser liquidado, pero expresó dudas sobre si debe ser el único en valorarlo.

“Mi intuición es que no, probablemente otros deben ejercer también un papel a la hora de iniciar el proceso de resolución” de una entidad financiera, indicó Nouy, quien además recalcó que la contratación del personal del supervisor se basará “en los méritos” y no se guiará por el equilibrio de género.

Además, puso como ejemplo a sus homólogas en Alemania y Finlandia para recalcar que las mujeres ejercen un buen y fuerte papel como supervisoras y son muy respetadas.