Los sindicatos advierten de que el paro general no es el fin de las protestas
Los sindicatos de Osakidetza cierran su primera fase de movilizaciones con la huelga general de mañana. Pero eso no significa, ni mucho menos, que den por finalizadas las protestas. En el caso de que Osakidetza no realice ningún movimiento “real”, los sindicatos tienen previsto seguir promoviendo movilizaciones “más duras”, probablemente, a partir de enero. Las centrales sostienen que los recortes realizados por la dirección de Osakidetza han obligado a la plantilla a estas protestas, que comenzaron en junio de este año.
La principal reivindicación de las centrales es recuperar el empleo perdido, reducir las cargas de trabajo y eliminar las dobles escalas salariales. Según los sindicatos, la dirección solo responde con una Oferta Pública de Empleo (OPE) para 2014 y 2015 de 484 plazas “en una empresa con más de 8.000 personas eventuales y en la que se jubilan más de 500 personas al año”.
“Tras esta huelga realizaremos un análisis de lo ocurrido, de la respuesta de la plantilla y de la actitud de Osakidetza. Si todo sigue igual habrá más movilizaciones y más duras”, advierte el responsable de Sanidad en Comisiones Obreras, Íñigo Garduño. “El último movimiento de la dirección ha sido hablar de una OPE en 2016 sin más referencias. Es otro brindis al sol. Los responsables de Osakidetza están escondiendo la cabeza ante los problemas”.
Según Garduño, el ambiente que se vive en los centros es de respaldo a las reivindicaciones sindicales. “La contestación de la plantilla nos anima a seguir con la pelea, a pesar de las trabas que impone Osakidetza con la aplicación de los servicios mínimos”.
Plantilla envejecida
Ana Vázquez, representante de UGT en el área de Sanidad, incide en que la oferta que ha puesto encima de la mesa de negociación Osakidetza “no resulta razonable”. “El consejero se parapeta en la ley para pedirnos más esfuerzos. Estamos luchando por trabajar en condiciones, con las cargas de trabajo adecuadas que permitan ofrecer una calidad de atención a los pacientes”.
El envejecimiento de la plantilla de Osakidetza resulta imparable. En los próximos cinco años se jubilarán casi un millar de médicos, mientras que en el periodo 2014-2018 se prevé que alrededor de 800 enfermeras dejarán su puesto también por jubilación. “Tenemos una plantilla envejecida, con una carga de trabajo cada vez mayor”, reitera Vázquez. Desde LAB, su delegado sindical en el Hospital Universitario de Álava (en su sede de Txagorritxu), Raúl Castillo, insiste en la idea de que las movilizaciones seguirán “hasta que Osakidetza quiera negociar de verdad”.
Mientras, el consejero de Salud, Jon Darpón, ha advertido a los sindicatos de que no se lanzará a ningún tipo de “aventuras jurídicas” para satisfacer sus demandas de mayor oferta de plazas. “El problema no está en la OPE”, ha asegurado, “sino en la actitud de determinados sindicatos que no quieren acordar nada con el actual gobierno”. La conflictividad se ha convertido en una constante en los últimos años en Osakidetza.
