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La retirada de un premio reaviva la polémica sobre el presunto acoso homófobo a una guardia civil

Protesta de Alas Coruña ante el cuartel de la Gurdia Civil de Pontedeume

Miguel Pardo

El pasado mes de diciembre, la agente de la Guardia Civil Vanesa Fraga resultó gravemente herida después de intentar suicidarse en la casa cuartel de Pontedeume. Segundo denunció su familia, la mujer actuó de este modo debido a la presión y a las “coacciones homófobas” que el capitán de la comandancia de la localidad le había realizado por su condición de lesbiana. Ocurrió después de anunciar su matrimonio con su actual pareja. Asociaciones de apoyo a colectivos LGTB se habían manifestado ante el cuartel donde residía en la villa eumesa censurando el presunto “acoso” sufrido por la trabajadora.

En la actualidad, la Guardia Civil lleva a cabo un proceso de investigación interna para aclarar los hechos mientras Vanesa se recupera todavía de las heridas y del impacto del suceso. Tan sólo unos meses después de aquel episodio, el oscurantismo y la polémica que rodean este caso vuelven a la actualidad. La pareja de la guardia civil y la Unión de Guardias Civiles (UGC) de Galicia denuncian que la Federación Gallega de Automovilismo (FGA) retiró a la mujer un galardón que le había concedido en septiembre de 2015 por su actuación en el grave accidente del Rally de A Coruña, en Carral, que remató con varios fallecidos y múltiples heridos. Y aseguran que dio marcha atrás por las presiones de “altos cargos” de la Benemérita que decidieron no sólo retirarle el galardón sino retirarle también la invitación ya enviada para la gala que tendrá lugar el próximo día 13 de febrero en Santa Comba.

La Federación Gallega de Automovilismo (FGA) denegó a la agente Vanesa Fraga un galardón que la misma institución le había propuesto a la Guardia Civil en septiembre de 2015 por su actuación tras el grave accidente del Rally de A Coruña, agradeciéndole “su actuación auxiliando a los heridos y ayudando a los equipos médicos”. En diciembre, pocos días después del trágico suceso en el cuartel de Pontedeume, la FGA volvía a informar a la agente del reconocimiento, al igual que la web de la Federación. Pero semanas después, el galardón recayó en el general José María Feliz Cadenas, tal y como se indicó en otro documento del 29 de enero.

La UGC asegura ahora que “los poderes ocultos de la Guardia Civil siguen con una campaña preocupante de desprestigio” a la persona de Vanesa, además de “poner evidentes frenos en la consecución de reconocimientos públicos”. Dice también que tanto la organización como los abogados mantuvieron una conversación con la pareja de la agente afectada, donde les aseguraría que un representante de la FGA le confirmó haber recibido “amenazas y presiones de tal magnitud por parte de los altos mandos de la Guardia Civil que desde la Federación decidieron no entregar el premio para evitar represalias”.

La organización de cualquier competición automovilística por parte de la FGA depende de un informe favorable y vinculante del sector de Tráfico de la Guardia Civil y fuentes del caso vinculan casi con toda seguridad las presiones de la Guardia Civil con estas exigencias legales. Además de esto, la propia Federación, según la pareja de Vanesa, habría llamado a la agente para “desaconsejarle su presencia en la gala de Santa Comba” ya que no era bienvenida, menos aún cuando el galardón le había sido retirado.

La UGC denuncia la actuación “nada ética ni moral” por parte de los “altos cargos” de la Guardia Civil al retirarle el premio, pero no se manifiesta sobre el fondo del caso: el presunto acoso y las coacciones que dirigentes del cuerpo realizaron sobre Vanesa por su condición sexual. “Será ella quien decida si esto es denunciable y si acude a la justicia”, dice un portavoz de la UGC, que recuerda que el caso no está siendo investigado judicialmente, sino que las pesquisas se limitan al ámbito interno de la Benemérita. Fuentes de los trabajadores temen que el expediente, “como en otros casos semejantes, acabe sin responsables”. Y hacen referencia a otro caso de un agente que intentó suicidarse en Melilla.

En caso de que Vanesa decida acudir a la vía judicial para denunciar esas presuntas coacciones por su condición sexual, la UGC ya puso a su disposición un despacho de abogados. “Es un tema complejo porque la agente está en plena recuperación y todas estas informaciones sobre la retirada del premio no le ayuda nada en ese proceso”, dicen fuentes conocedoras del caso, que aclaran que ya ha habido avisos de que la Guardia Civil tomará medidas contra los agentes que impulsaron el manifiesto de la UGC y denunciaron las actitudes de los altos cargos en los medios.

Tras aquel incidente, la Asociación Unificada de Guardias Civiles criticó la escasa efectividad de los protocolos antisuicidio del cuerpo y censuró las medidas de prevención insuficientes. Este diario se puso en contacto con la Guardia Civil para conocer su versión de los hechos y saber si ha previsto realizar alguna aclaración, pero continúa sin recibir respuesta. Además, todos los intentos por contactar con la Federación Gallega de Automovilismo han sido inútiles.

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