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Internet en medio del desierto: “Tenemos Facebook, somos beduinos del siglo XXI”

Un beduino enciende una hoguera (Foto: Ana Paula Hirama | Flickr)

Lucía El Asri

Wadi Rum es uno de los lugares turísticos más visitados actualmente en Jordania. También bautizado como “El Valle de la Luna” o “El Valle de Marte”, puesto que quienes lo conocen afirman que su entorno se asemeja al del planeta extraterrestre, e incluso ha servido como escenario para numerosas películas de ambientación marciana.

Este emplazamiento acoge hoy, y desde hace miles de años, a beduinos que viven en sus tiendas y campamentos tradicionales en medio de la naturaleza, montan en camello y conservan su vestimenta tradicional. Sin embargo, casi todos tienen un 'smartphone' y Facebook, especialmente porque el turismo se ha convertido en su principal fuente de ingresos, lo que ha provocado que internet sea en una herramienta fundamental para ellos. El contraste es llamativo.

Si has viajado alguna vez a este mágico lugar, decenas de beduinos se habrán acercado a ti hablando todos los idiomas posibles (inglés, español, francés, alemán, italiano…) para saber de dónde provienes y ser los primeros en ofrecerte alojamiento y comida. Después, tal vez, unos chavales te habrán parado por el desierto y te habrán dicho: “Somos beduinos del siglo XXI, tenemos Facebook. Esta noche: cerveza”.

En ese momento, seguramente, te habrás preguntado: ¿Facebook? ¿Cerveza en medio del desierto? ¿Hasta dónde llega internet? ¿Hasta dónde llegan los teléfonos inteligentes? ¿Cruzan el desierto para conectar a gente que está más aislada de lo normal de la civilización? ¿De qué sirve la tecnología en mitad de la nada? ¿Cuándo y por qué comenzó la gente del desierto a utilizar esa tecnología?

Hace menos de treinta años, estos beduinos (unas 4.000 personas) vivían en sus campamentos situados en el corazón del desierto y utilizaban camellos para desplazarse de un lugar a otro en busca de agua y comida. Para tener mejor calidad de vida construyeron un poblado que en 1996 fue mejorado por el gobierno jordano.

Así nació Wadi Rum Village, que, aunque también situado en desierto jordano, disponía de servicios propios de la vida moderna como educación en colegios y universidades, sanidad, electricidad… Son aproximadamente 1.000 beduinos quienes viven en este pueblo, donde se adaptan “poco a poco”, como comenta Mahmoud, a las innovaciones que llegan desde el exterior.

Mahmoud Zawaideh tiene 25 años, vive en el pueblo, aunque mantiene su campamento nómada sobre la arena: “allí es donde paso la mayor parte de mi tiempo”. Habla con HojaDeRouter.com a través de FacebookHojaDeRouter.com y por teléfono. ¿Qué cómo llegó internet al desierto? “En camello”, afirma entre risas, para explicar el contraste entre el avance y la tradición.

“Aunque la adaptación a las nuevas tecnologías ha ido poco a poco, para nosotros el cambio ha sido muy grande, son menos de treinta años entre una forma de vida y otra”, explica. De hecho, cuenta que los beduinos más ancianos se resisten a cambiar las tiendas de campaña por las casas de la villa, incluso aquellos que viven en el poblado lo hacen de forma intermitente, ya que en algunos periodos vuelven a los campamentos para que los más pequeños no pierdan la tradición.

Tecnología y tradición para incentivar el turismo

Sin embargo, y a pesar de las apariencias, los beduinos usan teléfonos móviles desde que salieron al mercado en el ámbito internacional. “No debemos olvidar que esta gente se dedica al comercio desde siempre, por lo que está en contacto directo con las ciudades y con lo que ven en ellas”, explica el guía turístico jordano-español, Omar El-Khatib. Actualmente hay muchas zonas del desierto con cobertura eléctrica y telefónica, aunque faltan zonas donde aún no se han construido las torres necesarias. “Depende especialmente de la compañía telefónica”, afirma Al-Khatib.

Habitualmente se comunican a través de su iPhone mediante el servicio de la compañía jordana Zain y las redes de Orange. De hecho, el gobierno jordano ha apoyado diversas iniciativas para mejorar las telecomunicaciones en la zona de Rum e incentivar el turismo en ellas con acuerdos entre empresas de telecomunicaciones y el Ministerio de Turismo. Lo mismo ocurre con internet: quienes viven en los poblados están acostumbrados a la Red, aunque no todo el mundo comenzó a disfrutar de estos avances al mismo tiempo.

Hasta hace seis años, Mahdi nunca había utilizado un ordenador. Sabía que este tipo de aparatos existía, y que había algo llamado internet que hacía que una persona estuviera conectada con el resto del mundo en cualquier momento. Sin embargo, cuenta por Skype a este medio que, viviendo en los campamentos del desierto jordano, no veía necesario su uso. El joven nómada beduino pertenece a una de las tribus que, tras la conquista de la Península Arábiga en el siglo VII, marchó por el desierto hasta llegar y asentarse desde hace miles de años en Wadi Rum.

Con veinte años tuvo que mudarse a la villa (a unos diez minutos del corazón del desierto), para poder ir a la universidad y cursar sus estudios de Geografía. Hoy sólo su tío permanece en el desierto de forma continuada. En la facultad fue donde conoció internet y las tecnologías que actualmente utiliza para sus lecciones, para chatear y, especialmente, para hacer negocios.

Y es que internet se ha convertido, especialmente, en un medio de trabajo para los beduinos que han sabido sacarle provecho. Actualmente Mahdi, como muchos de su tribu que saben idiomas (sobre todo el inglés), trabaja como guía turístico en un terreno que conoce a la perfección.

“Google AdWords: el contacto entre los beduinos y el resto del mundo”

Con apenas experiencia en la Red, en el año 2012 creó, junto a otros compañeros, su propia página web bedouinlifestyle.com, con información en inglés, alemán y español. Allí anuncia excursiones por Wadi Rum y proporciona toda la información que el viajero necesita para viajar a la zona. También se anuncia a través de Tripadvisor y Facebook.

Incluso Google hizo un vídeo para mostrar cómo los beduinos utilizaban la web y Google AdWords para “invitar al resto del mundo a una experiencia en Wadi Rum a través de 'Bedouin Lifestyle campament'”. Los responsables de este campamento aseguran en el vídeo que Google AdWords es “la herramienta más efectiva para generar clientes en webs de este estilo”, y añaden que “Google AdWords cambió nuestro negocio para conseguir más clientes y hacer que vengan a nuestro campamento y disfrutar de nuestro estilo de vida. Gracias a ello hemos podido disfrutar de la compañía de gente de Japón, China, Korea, Europa, Estados Unidos, etc”, y se definen como la pieza que favorece “el contacto entre los beduinos y el resto del mundo”.

Mahdi asegura que internet y las redes sociales lo han cambiado todo en la vida de los beduinos. “Ahora la gente puede saber quiénes somos, visitarnos…hasta hace poco sólo podíamos comunicarnos a través del teléfono, y nuestros clientes llegaban a nosotros mediante agencias privadas de Ammán (capital jordana). Ahora es algo más directo y los clientes han aumentado. El mundo es pequeño”.

Hoy en día, estos beduinos no sólo se han asentado en un oficio que cultivan desde hace años, el comercio, sino que además han conseguido comercializar su forma de vida guardando el equilibrio entre modernidad y tradición. “Para algunos será un progreso, para otros será un retraso”, comenta Al-Khatib, pero parece cierto que han sabido adaptarse a los cambios, “como nómadas que son”, e incluso han sabido utilizar las tecnologías mejor que quienes las disfrutan desde siempre. De hecho, añade el guía jordano, “muchos turistas se quedan sorprendidos cuando ven que los beduinos tienen novedades del mercado tecnológico mucho mejores y más actualizadas que las de ellos”.

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