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El Congreso fija una fórmula que evita que los partidos del Mixto controlen los viajes de sus rivales
La semana pasada, tras aprobarse las nuevas normas para los viajes de sus señorías, el diputado de Unión del Pueblo Navarro (UPN), que este mes ostenta la Portavocía del Grupo Mixto, se dirigió por carta al presidente del Congreso, Jesús Posada, pidiéndole los servicios jurídicos de la Cámara tuvieran en cuenta las singularidades de este grupo de partidos a la hora de aplicar el nuevo sistema que implica que la dirección de cada grupo parlamentario avale los viajes de sus miembros.
Se da la circunstancia de que la Portavocía del Grupo Mixto es rotatoria y la titularidad cambia cada mes, por lo que, según sus integrantes, no tiene lógica que un diputado de un partido controle y fiscalice los viajes que debe hacer otro de diferente signo, máxime cuando ahora comparten grupo parlamentario fuerzas rivales entre sí, como UPN, Amaiur y Geroa-Bai.
La Mesa del Congreso, consciente de estas dificultades, ha dejado claro que los distintos partidos del Mixto no tendrán que controlarse entre sí, sino que cada formación se ocupará de supervisar los viajes que hagan sus miembros.
En esta legislatura el Mixto está compuesto por ocho partidos, cuatro de los cuales cuentan con más de un diputado: Amaiur (siete), Esquerra Republicana (tres), el Bloque Nacionalista Galego (dos) y Coalición Canaria-Nueva Canarias (dos). Los otros cuatro --Compromís-Equo, Foro Asturias, UPN y Geroa Bai-- sólo tienen un representante y tendrán que autorizarse todos sus desplazamientos a sí mismos.
