Merkel empieza hoy conversaciones previas para una nueva coalición de gobierno

La canciller alemana, Angela Merkel, comienza hoy las conversaciones previas de cara a una nueva coalición de gobierno que, si las negociaciones tienen éxito, deberá estar presidida por su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y flanqueada por el Partido Liberal y Los Verdes.

Se espera que las negociaciones sean largas y difíciles pues se trata de un experimento inédito a nivel federal y hay diferencias entre los partidos difíciles de superar.

Uno de los puntos críticos es la relación entre la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, partido hermano de la CDU, y Los Verdes y sobre todo las discrepancias que hay en lo relacionado con la política migratoria.

El presidente del CSU, Horst Seehofer, visitó anoche la sede de Los Verdes y explicó que “que estaremos reunidos durante meses y semanas es bueno que empecemos a conocernos”.

“Lo ha sobrevivido”, bromeó el copresidente de Los Verdes, Cem Özdemir.

Los dos partidos pequeños, el FDP y Los Verdes, están ante un dilema difícil de resolver puesto que mientras, por una parte, se apela a su responsabilidad de garantizar un gobierno estable también están ante el peligro de perder credibilidad asumiendo compromisos que no puedan aceptar sus bases.

El FDP tuvo una dolorosa experiencia la última vez que estuvo en el gobierno, entre 2009 y 2013 como socio menor de la CDU/CSU, y no logró imponer sus planes de reducción de impuestos.

Al final de esa legislatura, el FDP fue duramente castigado por los electores y no alcanzó el umbral del 5 % con lo que se quedó sin representación parlamentaria.

El presidente de los liberales, Christian Lindner, ha presentado un documento de cara a las negociaciones de coalición en las que el partido se declara orgulloso de haber recuperado su identidad en los últimos cuatro años y de haberse sacudido de la imagen de estar dispuestos a cualquier tipo de compromiso para llegar al gobierno.

A continuación el FDP presenta una serie de sugerencias entre las que reclama algo veladamente el Ministerio de Finanzas al afirmar que esa cartera debe ser ocupada por un partido distinto a la CDU para servir de instancia de control al trabajo de la cancillería.

Además, los liberales insisten en rebajas fiscales de entre 30.000 y 40.000 millones de euros durante la legislatura. Dentro de la CDU se estima que el margen para rebajas fiscales está en torno a los 15.000 millones de euros.

En Los Verdes las negociaciones de coalición ha vuelto a revivir las diferencias entre las dos alas históricas del partido. De un lado los llamados “realos”, más abiertos a compromisos, y del otro los “fundis” que defienden la pureza programática aunque también están dispuestos a ceder a cambio de logros concretos.

Un punto en el que todos están de acuerdo es en pedir el cierre de 40 centrales termoeléctricas que funcionan con carbón como una medida para alcanzar las metas de reducción de emisiones y en ello tienen la esperanza de contar con el apoyo de Merkel.

Menos acuerdo interno hay en la exigencia de prohibir coches que generen emisiones a partir de 2030. De hecho, uno de los más destacados “realos”, el primer ministro del estado federado de Baden Würtenberg (suroeste de Alemania) Winnfried Kretzschmann, considera utópico ese objetivo.

Dentro de los “fundis” está la copresidenta del partido Simone Peter que ya tuvo una experiencia de una coalición similar a nivel regional en el estado federado del Sarre (oeste del país). Esa coalición se rompió y Los Verdes tuvieron una crisis en esa región, lo que muestra que se trata de un experimento peligroso.

Los Verdes han optado por convocar un congreso después de las negociaciones previas que deberán aprobar o rechazar el inicio de negociaciones formales de coalición.

Ese es uno de los puntos que hará que la formación de gobierno no vaya a darse rápidamente. Los más optimistas hablan de antes de navidades pero la propia Merkel ha advertido que puede tardar más.