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Renovación o tradición, el dilema de las candidaturas presidenciales en Chile

Renovación o tradición, el dilema de las candidaturas presidenciales en Chile

EFE

Santiago de Chile —

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Dos pesos pesados de la política chilena, los expresidentes Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, y dos figuras emergentes que no militan en partidos, los senadores Alejandro Guillier y Manuel José Ossandon, se perfilan como candidatos para las presidenciales de 2017 en Chile.

“Democracia es también saber hacer las maletas”, dijo Ricardo Lagos cuando en 2010, con una imagen de gran estadista y la aprobación del 75 por ciento, entregó la banda presidencial a su correligionaria socialista Michelle Bachelet.

Lagos, que fue presidente de 2000 a 2006 y ahora tiene 78 años, decía hasta hace poco que no estaba “en ninguna carrera presidencial”, a pesar de que en las encuestas figuraba como uno de los eventuales aspirantes.

Pero a finales de julio, Lagos hizo unas explosivas declaraciones que supusieron un giro radical.

Chile está viviendo “la peor” crisis política e institucional “desde que tengo memoria”, dejando “aparte, por cierto, el quiebre de nuestra democracia el año 1973” (...) y “yo no sé si el país aguanta año y medio con esta crisis”, dijo.

Un mes después anunció públicamente su disposición a volver a presentarse como candidato para así hacer frente a los “profundos cambios” en Chile y en el mundo.

Pero “para emprender ese camino es necesario que se reúnan con decisión muchas voluntades”, puntualizó en alusión implícita al rechazo que su figura provoca entre los jóvenes y sectores de la izquierda radical, que le ven como la encarnación de una elite política trasnochada.

Mientras tanto, en la oposición, el expresidente Sebastián Piñera (2010-2014) va afianzando su posición como favorito en las encuestas, a pesar de que aún no ha deshojado la margarita de la candidatura.

“En Chile tenemos un deporte nacional, no alcanzamos a elegir al presidente y ya estamos pensando en el próximo. Eso no le hace bien a la democracia ni a la sociedad chilenas”, comentó días atrás.

A pesar de ello, no escatima reproches hacia el Gobierno de Michelle Bachelet, del que dice que aplica políticas que no han dado resultados en ninguna parte del mundo y que en Chile están generado pesimismo y frustración.

“No está en mis planes hoy día repostular a la presidencia” de Chile, aseguró Piñera en una entrevista con Efe en marzo de 2014, pocos días antes de abandonar La Moneda.

El matiz temporal de aquella reflexión dejó abierta la puerta a la posibilidad de que, en un escenario cambiante como el de la política, las circunstancias propicien que se presente nuevamente como candidato.

Ahora, cuando se le pregunta si piensa presentarse a las presidenciales de 2017, responde que en marzo del próximo año lo decidirá.

Algunos analistas y dirigentes políticos, la cúpula empresarial y un sector de la opinión pública consideran que un duelo Lagos-Piñera es el mejor escenario electoral para superar la situación generada por el desgaste del Gobierno de Michelle Bachelet y el descrédito de la política como consecuencia de los casos de corrupción.

La experiencia política demuestra que los chilenos son conservadores en materia electoral y que no cambian fácilmente de candidato a lo largo de una campaña electoral.

Pero los problemas que emergen en la sociedad chilena son difíciles de resolver con liderazgos a la vieja usanza, dándole la espalda a una ciudadanía cada vez más crítica.

Esta circunstancia explica el hecho de que, a quince meses de los comicios presidenciales, los precandidatos estén marcando posiciones. Y ello incluye también a figuras independientes como los senadores Manuel José Ossandon y Alejandro Guillier.

Ossandon, exalcalde del populoso municipio de Puente Alto y exmilitante de Renovación Nacional, se presenta a sí mismo como el adalid de la derecha social, frente a Sebastián Piñera, a quien vincula con la derecha económica.

Tras renunciar al partido en el que militó durante 30 años, el político conservador más crítico de Chile ha anunciado que está dispuesto a enfrentarse al exgobernante en unas elecciones primarias de Chile Vamos, pese a que sospecha que en la coalición conservadora hay un apoyo encubierto al expresidente.

También en las filas de la centro izquierda ha irrumpido con fuerza una nueva figura, Alejandro Guillier, un periodista próximo al Partido Radical que hace tres años dejó las labores informativas para presentarse al Senado.

Guillier despunta en los sondeos como el político de la Nueva Mayoría mejor situado en la coalición para hacerse con el sillón presidencial pero, a diferencia de Ossandón, él prefiere conocer los resultados de las elecciones municipales de octubre antes de lanzar abiertamente su candidatura.

Los comicios locales y el desenlace en las dos grandes coaliciones de las elecciones primarias -que ahora son obligatorias por ley- definirán si Chile recurre a fórmulas conocidas o apuesta por la renovación de los liderazgos políticos.

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