El líder supremo de Irán visita la zona del terremoto y pide redoblar esfuerzos

El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, visitó hoy las zonas afectadas por el reciente terremoto en la provincia de Kermanshah, que causó más de 430 muertos y 10.000 heridos, y pidió redoblar los esfuerzos para ayudar a los damnificados.

Jameneí llegó a Kermanshah, capital de la provincia homónima, y después de desplazó a la localidad de Sarpul Zahab, la más dañada, para reunirse con familiares de las víctimas y con aquellos que perdieron sus casas.

Según los últimos datos oficiales, 387 personas fallecieron en Sarpul Zahab, mientras que el resto de víctimas mortales se registraron en las poblaciones de Ghasr Shirin, Karand, Salas Babayaní y Ezgeleh, todas ellas fronterizas con Irak.

En un discurso ante varios cientos de damnificados, Jameneí urgió a “los responsables de diferentes sectores a redoblar su esfuerzo y lucha” porque -indicó- el trabajo ha sido bueno pero no suficiente.

“Me compadezco con cada uno de vuestros corazones afligidos”, dijo el líder a las víctimas, a las que animó a mostrar “valentía y paciencia”.

Jameneí recordó que Kermanshah sufrió especialmente durante la guerra con Irak (1980-1988), cuando Sarpul Zahab llegó a ser invadida por los iraquíes, pero la población demostró su “heroísmo”.

También expresó su esperanza de que la actual “devastación” sirva para que las autoridades se vuelquen más con esta región y se resuelvan ciertos problemas existentes antes del seísmo.

El presidente iraní, Hasan Rohaní, varios ministros y altos mandos del Ejército y de los Guardianes de la Revolución visitaron también Kermanshah la semana pasada para supervisar el reparto de ayuda.

Este reparto continúa entre los decenas de miles de damnificados, después de que unas 30.000 viviendas resultaran destruidas o dañadas en el terremoto, ocurrido la noche del 12 de noviembre.