Nos manipulan y no lo sabemos

Hace algunos años la película alemana La ola (Die Welle) reflejó el experimento que llevó a cabo el profesor norteamericano Ron Jones con sus alumnos para mostrarles en qué consistía la manipulación de las ideas. Cómo pueden envolvernos para acabar creando una sociedad autocrática y totalitaria, y creer, sin embargo, que estamos haciendo el bien.

Después de aquello, el profesor fue expulsado de la universidad y estuvo metido en política. Y años más tarde fue el director Marc Montserrat Drukker quien contactó con él para que le contara por qué había querido realizar aquel ensayo. De aquel intercambio de e-mails ha surgido ahora la obra teatral L’onada, escrita por el dramaturgo Ignacio García May, que lleva por primera vez a escena los experimentos de Jones. La semana pasada se estrenó en el Lliure de Barcelona donde se quedará hasta el 7 de abril.

“Nos gustaba mucho porque ese experimento tuvo algo muy teatral. El profesor también utilizó juegos y diversas estrategias que tienen mucho que ver con el teatro. Y luego, lo que más nos interesaba era mostrar cómo se construyen las mentiras sociales y cómo se puede manipular a la gente ingenua”, apunta García May, quien ha tratado de hacer un texto “entretenido” que conjuga el realismo documental.

A pesar de que la acción podría transcurrir en un instituto de Barcelona en la actualidad, el director y el dramaturgo han preferido atenerse a la época en la que sucedieron los hechos, esto es, 1967. “Como decía Brecht, con la distancia las cosas se ven mejor, por lo que quisimos mantener esa perspectiva”, señala el autor del texto. Aun así, a nadie se le escapa el momento presente y los peligros de una derivación hacia los totalitarismos: “Ahora estamos en un mundo apabullado por el miedo, hay contradicciones en los discursos, y lo que se muestra es que tenemos dos caminos, o hacia los totalitarismos o hacia la construcción de una sociedad mejor”, reflexiona García May. Depende de las decisiones que tomemos.