“¿Qué puedes hacer por ti mismo y qué puedes hacer por los demás? Una lanzadera de empleo se explica mejor por lo que no es. No es un curso, son unas dinámicas; no son parados, son desempleados; el coach no es un jefe, es un entrenador. Es darle la vuelta. Es una ocasión extraordinaria para replantearte tu vida”. Habla la voz de la experiencia, el arquitecto, dibujante y presidente de la Fundación Santa María la Real, José María Pérez 'Peridis', uno de los inventores de estas lanzaderas, cuyos 160 integrantes se han reunido este jueves en Sevilla procedentes de las ocho provincias.
En el 'Encuentro Interlanzaderas' se ha hablado mucho de emprendimiento, de autoestima, de confianza, de empleo, pero también de fútbol. “Un equipo es más que una persona, de distintas edades, de distintas profesiones. Como un equipo de fútbol, para que haya porteros, defensas, delanteros. Aquí puede haber un texista, una enfermera, un ingeniero. Se trata de que sean mejores profesionales, mejores personas y de que les brillen los ojos. Un futbolista sin equipo tendrá que entrenar por si le llama alguno. Deben ser desempleados entrenados”. Y también mucho de la importancia de dejarse ver y de la solidaridad: “Una de las cosas peores del desempleado es la invisibilidad. Ayudarse unos a otros es ayudar al resto de la sociedad. Primero ayudándose a sí mismos, organizándose con una pequeña empresa, por departamentos. Hay que ser activos, visibles y solidarios”.
“Pasar de lo asistencial a lo existencial”, resume 'Peridis', que preside la fundación que, junto a Andalucía Emprende y el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), han acordado abrir a partir del próximo lunes 16 de febrero el plazo de inscripción para más desempleados andaluces que deseen participen en la segunda edición del programa Lanzaderas de Empleo, que se llevará a cabo de nuevo a través de los Centros de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE), como el de Dos Hermanas, que este periódico tuvo ocasión de visitar.
La oferta se dobla: 16 nuevas lanzaderas a partir del mes de marzo para unas 320 personas. Y es que el programa anterior, una media del 63,1% ha logrado la inserción laboral (68 personas por cuenta ajena, 19 con un proyecto propio y 14 que han reorientado su carrera profesional). Más de 500 solicitudes se quedaron fuera de las lanzaderas. “Hay que saber innovar, imaginar todo lo que tú puedes ser. ¿Para qué valgo yo?”. También encaja en esta filosofía, que 'Peridis' narra de carrerilla, algún que otro tópico: “Aprovechamos la crisis para convertirla en una oportunidad. Hay desempleados muy valiosos. Esta crisis no es como la de 1985, cuando había muchos españoles sin cualificar”. Aquí, además de un empleo, quizás puedas convertir “el desafecto en una familia nueva, la soledad en un equipo, la imposibilidad en posibilidades. Yo no voy a pedir, yo me ofrezco porque yo valgo mucho porque tengo una actitud positiva. Es así de sencillo”. Y de, a veces, difícil.
También ha conversado con los participantes de las actuales ocho lanzaderas el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, que ha visitado la incubadora 'El Cubo' de la Isla de la Cartuja. Los asistentes le han explicado que, desde octubre, han estado orientados y han trabajado en sesiones individuales y grupales de coaching, en materias como inteligencia emocional, comunicación y creatividad, entre otras, y que han abordado la búsqueda de oportunidades de empleo mediante visitas directas a empresas.
“En el futuro no descartamos poner en marcha estas lanzaderas en cada comarca y cada ciudad, para ayudar a las personas, a la sociedad y a los desempleados para que sean capaces de dirigir su vida profesional”. La finalidad, como señalaba 'Peridis', es “que los desempleados se ayuden entre sí, ganando confianza en ellos mismos y aumentando la confianza en todo el grupo, mediante la cooperación entre ellos, para formarse, para buscar autoempleo o para formar una empresa, utilizando la técnica del 'coaching' y ayudándose entre ellos al hacer un curriculum, hacer un proyecto; los miembros se retroalimentan entre sí y eso les ayuda a creer en ellos mismos y a creer en el grupo”.
“El mundo ha pasado de lo local a lo global y ahora se pasa de un mundo de certezas a un mundo de incertidumbre, lo que obliga a que los métodos para formarse, buscar empleo, crear proyectos empresariales y poner las ideas en marcha hayan cambiado”, agrega el consejero, quien resalta que “ésta es la gran ventaja de este modelo innovador de búsqueda de empleos, que las personas crean más en sí mismos y les ayude a confiar en los demás”.
Más allá de los discursos están las personas y sus vivencias reales. Gema Rodríguez pertenece a la lanzadera de La Línea de la Concepción (Cádiz). “Buscaba una salidad al mundo laboral después de muchos años de desempleo. Tenía desconfianza hacia el programa, porque era un experiencia piloto. Peor encontré compañía en el camino. No es lo mismo buscar trabajo desde tu casa que buscarlo acompañada. Encontré la energía suficiente para afrontar la entrevista por la que encontré empleo, para que ese puesto fuese mío. Era como hacer la entrevista acompañada de 20 personas más. La motivación, el decir 'es mío, es para mí'”.
Rosa Oliva, también de La Línea, relaciones públicas, ha tenido que “buscar nuevas alternativas” y ha creado su propia marca personal. “Creo mucha sinergia con toda la gente que voy conociendo y llevo cuatro poyectos hacia adelante. Me relaciono con empresarios, los pongo en contacto con otros. Sobre todo aquí se busca a todas las personas una manera de crear sinergia, siendo mi propia freelance y no tener que depender de que alguien me contrate. La lanzadera me ha aportado visibilidad y saber estar en los sitios exactos en el momento adecuado”. Una de las máximas en la búsqueda de empleo, tan real como la vida misma.
Sobre este blog
En Andalucía, en la última década, se ha producido un incremento sin precedentes en la tasa de creación de empresas, que ha sido apoyado por las iniciativas adoptadas por los distintos poderes públicos y privados. Y detrás de cada empresa creada, hay una historia, esfuerzo, ilusión y mucho sacrificio. Lo que nosotros llamamos ADN emprendedor.
