Natalia de Molina ya nunca podrá olvidar ‘Strawberry Fields forever’. La canción de los Beatles, cuya letra pone título a su debut en el cine, ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, suena a Cabo de Gata en su voz acompañada de Javier Cámara a la guitarra en el extra rodado por David Trueba en el set del bar de la película.
Ha sido su primera vez en demasiadas cosas. Primera película, primer papel protagonista, primer festival, el de San Sebastián donde la película fue calurosamente acogida, y primer Goya como actriz revelación junto a 6 más para película. Natalia de Molina lo está viviendo todo como si estuviera dentro de un cuento de hadas. Para ella, de 23 años, nacida en Linares, criada en Granada, con un año de bachillerato en Almería y la carrera de interpretación en la ESAD de Málaga, David Trueba ha sido una especie de rey mago que le dio el papel en su segunda prueba, cuando la escuchó hablar en andaluz.
Nerviosa y llorosa por la sorpresa, subió al escenario a recoger su Goya como actriz revelación y bajó del escenario con unos cuantos grados más de experiencia tras uno de los discursos comprometidos de la noche. Comenzó dando las gracias a David “por creer en mí en un momento en el que es muy difícil creer en nada”, le dijo emocionada al director. Tras varios agradecimientos más y un “me relajo”, dedicó el premio a sus maestros, como Juan Carrión, el profesor de inglés que inspira la película, por haberla enseñado “a ser libre y a tener criterio”.Terminó rotunda con una frase de Belén en el filme: “yo no quiero que nadie decida por mí”, arrancando la ovación del patio de butacas.
¿Te ha costado mucho creerte que has ganado un Goya?
Ya han pasado unos días y cada vez que lo veo cuando me despierto es un subidón. La esperanza nunca se pierde pero no pensaba que me lo fueran a dar, así que iba supertranquila. Fue una sorpresa total y aún más para la película. La verdad es que fue una gran noche.
Nadie esperaba con tus nervios y tus lágrimas que tu discurso fuera uno de los más comprometidos de la gala
No tenía el discurso preparado. Sabía a quien quería dedicárselo y fui siguiendo el hilo de lo que dije en los CEC (los premios del Círculo de Escritores Cinematográficos que la premiaron hace una semana también como actriz revelación). Esos premios se celebraron el día anterior a la manifestación en contra de la reforma de la Ley del Aborto y se me saltaban las lágrimas al darme cuenta que estábamos en el mismo sitio en el que está Belén, mi personaje. Es terrible ver cómo retrocedemos y que nos están quitando las libertades.
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