Tal como ha expresado Naciones Unidas, el mayor desafío actual en materia de derechos humanos en el mundo es acabar con la desigualdad entre mujeres y hombres y con su más salvaje exponente, las violencias machistas. Este debe ser un reto para toda la sociedad, sus entidades, instituciones y para las administraciones públicas.
Cada 8 de marzo, la celebración del Día Internacional de las Mujeres nos da ocasión de reivindicar la lucha por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, hacer balance de sus logros y mirar hacia lo que nos queda por alcanzar. Intentando responder a la pregunta del título, haremos el ejercicio de poner el foco en distintas dimensiones relevantes, usando tanto el retrovisor como el catalejo. Lo haremos desde nuestro compromiso ciudadano y político con Sevilla, con una mirada que atravesará lo local, autonómico y nacional.
–Aunque se han producido indudables progresos en la participación de las mujeres en la vida pública y en los órganos de representación, seguimos estando infrarrepresentadas en los órganos de decisión, los cargos directivos o consejos de administración, especialmente en las entidades privadas.
–Sigue habiendo una injusta distribución de los cuidados que sostienen la vida, mayoritariamente sobre los hombros de las mujeres, que dedican más horas diarias y se responsabilizan de las excedencias por cuidado de familiares. Aun así, datos recientes muestran una pequeña reducción en esta brecha de género tras el confinamiento, que abre puertas a la esperanza.
–Se han producido avances indudables en el acceso al empleo de las mujeres, pero subsiste una brecha de 10 puntos con respecto a la tasa de empleo masculina. Las recientes reformas laborales han favorecido la estabilización y reducido la precariedad laboral, pero sigue habiendo mayor presencia involuntaria de mujeres en empleos a tiempo parcial, con la consiguiente reducción salarial.
Invertir en políticas feministas favorece a las mujeres como seres individuales, pero también hace progresar a la sociedad en su conjunto, que se beneficia de las aportaciones de la mitad de su población
–El aumento del salario mínimo interprofesional ha impactado positivamente en los salarios de las mujeres, que en mayor proporción ocupan puestos de menor cualificación. Sin embargo, la brecha salarial de género persiste, situándose en un 30% en la provincia de Sevilla, lastrando el presente económico de las mujeres y el futuro de sus pensiones.
–En la lucha por una sociedad libre de violencias machistas, 2023 fue un año muy duro: 53 mujeres fueron asesinadas en España, 17 en Andalucía (un 29,3 % del total nacional, cuando sólo somos el 17,9% de su población) y una de ellas en Sevilla, Maricel García, asesinada por su expareja. Sólo un dato esperanzador: se alcanzó máximo histórico de mujeres que persiguieron sus denuncias.
En definitiva, tenemos motivos para celebrar este 8 de marzo, pero también para seguir trabajando por la equidad de género, que sólo podrá lograrse con la apuesta firme de las administraciones competentes. Naciones Unidas ha elegido como lema este año Invertir en las mujeres: acelerar el progreso. Plantean así que invertir en políticas feministas favorece a las mujeres como seres individuales, pero también hace progresar a la sociedad en su conjunto, que se beneficia de las aportaciones de la mitad de su población. Sin embargo, los gobiernos de Sevilla y de Andalucía parecen ir en dirección opuesta, pues sus decisiones políticas están desmantelando las políticas de igualdad.
–Así, en los ayuntamientos en que gobierna el PP, con o sin VOX, como el de Sevilla, han ido desapareciendo las Delegaciones o Direcciones de Igualdad, subsumidas en Delegaciones de Familia con algunos otros ámbitos (Educación, Juventud, Cooperación, etc.) que consideran igualmente poco importantes. A esto se suman las reducciones del personal destinado al área de Igualdad, como la que acaba de plantear el Ayuntamiento de Sevilla.
–También se reduce el presupuesto de las instituciones de Igualdad: el Instituto Andaluz de la Mujer ha visto disminuido en más de cinco millones de euros el presupuesto destinado a la atención y protección a mujeres víctimas de violencia de género este año. Este hecho es más grave teniendo en cuenta que 2023 fue, como expusimos, un año nefasto para Andalucía en esta materia.
–El mismo fin adivinamos tras la anulación del deber de efectuar informes de impacto de género en los presupuestos, en virtud del decreto de simplificación administrativa de la Junta de Andalucía. Las cuentas andaluzas pierden así la fiscalización con perspectiva de género, clave para el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas y su contribución al avance en Igualdad.
–Este decreto también anula el deber de que las pequeñas y medianas empresas incluyan medidas de promoción de igualdad de género en el acceso al empleo, la promoción, la formación, las retribuciones, la protección frente el acoso sexual y el acoso por razón de sexo, dejando en indefinición los Planes de Igualdad de las empresas.
Asistimos a una banalización del 8 de marzo, con mero carácter festivo, sin compromiso ideológico ni fuerza reivindicativa
–También están amenazando los derechos sexuales y reproductivos. El Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó la introducción de entidades antiabortistas en los centros municipales de atención integral a las mujeres. Ello ponía en riesgo su libertad para tomar decisiones, la confidencialidad que debe rodearla y el derecho a recibir información no sesgada. La oposición política y social consiguió parar la iniciativa.
–Por último, asistimos a una banalización del 8 de marzo, con mero carácter festivo, sin compromiso ideológico ni fuerza reivindicativa. Eso se deduce de la declaración institucional propuesta por la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, tan descafeinada que excluye cualquier referencia al género, del eslogan y el cartel del Ayuntamiento de Sevilla de este año, lleno de color, pero carente de enfoque feminista, o del hecho de que sistemáticamente se esté sustituyendo el violeta por el rosa en la cartelería y productos institucionales de la Junta de Andalucía.
Respondiendo a la pregunta con la que iniciábamos este artículo, tenemos mucho que celebrar, pero también mucho que pelear, porque tenemos serias dudas acerca de que las políticas impulsadas por el Ayuntamiento de Sevilla o la Junta de Andalucía contribuyan a hacer avanzar la equidad de género. No permaneceremos impasibles. Seguiremos denunciando y oponiéndonos a los intentos de desmantelar las Políticas de Igualdad y de anular derechos conquistados. Celebremos este 8 de marzo con toda su fuerza reivindicativa y sin permitir ni un paso atrás.
¡Que viva la lucha de las mujeres!
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