Sumar debe tomarse en serio sus principios organizativos

La construcción territorial de SUMAR es un momento definitorio y crucial del devenir de un proyecto político que logró aglutinar por primera vez a la mayoría de los partidos a la izquierda del PSOE, movilizar a un gran número de personas y, en contra de todos los pronósticos, parar en seco el acceso al Gobierno de la derecha y la ultraderecha. Tras esa victoria, la constitución del nuevo gobierno de coalición y los primeros meses de su compleja andadura absorbieron gran parte de las energías y tiempo de su líder, Yolanda Díaz, y su equipo de confianza.

Tras las elecciones gallegas, tanto analistas políticos como los propios dirigentes de SUMAR han insistido en la necesidad de una fuerte implantación territorial, algo vital para un proyecto político que aspira a durar y que se autodefine como plurinacional y federal. A mediados de enero, SUMAR anunció la convocatoria de su primera Asamblea Estatal, que se celebrará el próximo 23 de marzo. Esa Asamblea, presencial y virtual, elegirá a una dirección provisional para conducir a la organización hacia su Asamblea Constituyente, prevista para el último trimestre de 2024. Tres documentos fundacionales (una Ponencia Política y Estratégica, una Ponencia Organizativa y un Código Ético) han sido publicados y abiertos a debate y enmienda por parte de las personas inscritas. Se han convocado, por primera vez, asambleas provinciales para recoger aportaciones a esos documentos por parte de las personas inscritas e iniciar la construcción de la organización en los territorios, de los que SUMAR ha estado ausente desde el 23J, con muy escasas excepciones.

La Ponencia Organizativa define a SUMAR como “un movimiento ciudadano amplio, abierto, amable e integrador que aglutine a ciudadanas y ciudadanos y fuerzas políticas comprometidas con el cambio, el progreso y la transformación de nuestro país”. Enumera once principios organizativos: gobernar para cambiar el país; democracia; articular la diversidad; inclusividad; complejidad; cooperación; arraigo territorial; deliberación; feminismo; orientación a la acción y evaluación. El principio de arraigo territorial se desarrolla, como los demás, en un párrafo que explicita que “el arraigo no consiste, únicamente, en crear grupos territoriales. Es necesario, además, analizar, comprender y adaptar la organización a las necesidades y realidades de cada territorio. Esto implica generar espacios con la autonomía necesaria para actuar sobre el terreno y, a su vez, con la unidad suficiente para sostener una verdadera organización federal, basada en la cooperación y la coordinación. La construcción de una organización política, desde abajo, requiere de un enfoque municipalista nítido y decidido”.

Una serie de personas que nos implicamos a fondo en la campaña electoral venimos trabajando desde septiembre para que SUMAR se convierta en una realidad capaz de revertir la creciente y nefasta hegemonía de la derecha en nuestra tierra

Estos principios y esta definición han sido muy bien acogidos en las Comunidades Autónomas, y específicamente en Andalucía, donde una serie de personas que nos implicamos a fondo en la campaña electoral venimos trabajando desde septiembre para que SUMAR se convierta en una realidad capaz de revertir la creciente y nefasta hegemonía de la derecha en nuestra tierra. Sabemos que eso solo será posible si SUMAR se configura realmente como un proyecto político federal, respetuoso con la autonomía de sus organizaciones territoriales y con todos los principios de democracia, diversidad y participación que enuncia en la primera parte de su Ponencia Organizativa.

Sin embargo, a la hora de definir la organización territorial (Título 6 de la Ponencia Organizativa), se olvidan esos principios y se recurre a la creación vertical, desde arriba y nada democrática, de unos “grupos territoriales creados ad hoc” cuya “composición responda a un análisis exhaustivo y a la evaluación de perfiles que, bien por su reconocida capacidad o por el trabajo realizado en SUMAR hasta la fecha, sean idóneos para realizarla”; un análisis cuya autoría se desconoce.

Para su configuración no se ha contado ni con los Comités Provinciales de Campaña que lideraron la campaña del 23J, ni con los diputados de SUMAR electos en cada circunscripción, ni con las personas que han venido trabajando en algunos territorios por mantener la vinculación y la movilización de la ciudadanía simpatizante de SUMAR. A diferencia de lo que ocurre para el ámbito estatal, no se menciona nada sobre el “proceso de elección, sustitución y revocación” de los grupos territoriales que se crean.

Desde Sevilla, la Plataforma Ciudadana de Apoyo a Sumar-Andalucía Sevilla, que agrupa a más de 400 personas activas en distintos grupos territoriales y sectoriales, ha debatido y presentado tres enmiendas en este sentido

Esos grupos territoriales nombrados “a dedo” tienen como misión pilotar la organización hasta la celebración de las asambleas territoriales, previstas inicialmente para finales de 2024, una vez celebrada la Asamblea Constituyente. Es probable que no se celebren hasta principios de 2025, puesto que la Asamblea Constituyente, según se ha anunciado ya, será a finales de 2024.

La propia existencia de SUMAR está en riesgo en las Comunidades Autónomas (es decir, en España) por el tremendo error teórico y práctico que supone a) no contar con las Comunidades Autónomas en el proceso constituyente de SUMAR, un proyecto que se autodefine como federal, aplazando las asambleas territoriales hasta después de la Asamblea Constituyente; b) poner a las provincias al mismo nivel que las Comunidades Autónomas en una relación directa con el centro; y c) imponer un modelo uniforme, homogéneo, de construcción territorial sin contar con los territorios. Todo ello en evidente contradicción con el apartado 1 del ya mencionado Título 6, según el cual “el modelo organizativo debe respetar y ser coherente con las particularidades y características de los diferentes territorios del Estado y, sobre todo, con la visión federal y plurinacional que defendemos en SUMAR”.

Se han presentado desde diversos ámbitos enmiendas al documento organizativo para corregir el Título 6 (Organización territorial). Desde Sevilla, la Plataforma Ciudadana de Apoyo a Sumar-Andalucía Sevilla, que agrupa a más de 400 personas activas en distintos grupos territoriales y sectoriales, ha debatido y presentado tres enmiendas en este sentido. Esperamos que se imponga la sensatez y la coherencia entre principios y actos. El documento definitivo que se someterá pronto a la votación de todas las personas inscritas debe recoger la celebración, tras el 23M, de asambleas autonómicas que elijan democráticamente a las direcciones autonómicas para que piloten el proceso hasta la Asamblea Constituyente, conjuntamente con los órganos estatales elegidos el 23M. Y posteriormente se deben celebrar asambleas provinciales, convocadas por la dirección autonómica, que hagan lo propio en el ámbito de cada provincia. Solo así SUMAR evitará el hipercentralismo y la falta de democracia que han lastrado otros proyectos políticos. Como afirma la propia Ponencia organizativa, “tenemos que hacer algo distinto, porque si hacemos lo mismo, obtendremos los mismos resultados”.

Por Cruz Boria Sarmiento, José Manuel Carrión Morales , María Celeste Delgado Librero, Antonio Delgado Limón, Gema Duque Sanz, Sergio Elvira Cámara, Teresa García Azcárate, Rosario García Muñoz, José Gaviño Sánchez, Sofía González Reguera, Miguel Guerrero Larios, José Antonio Jiménez Aguilar, Horacio Lara Palma, Myriam Muñoz Aguilar, Antonio Ortiz Ortiz, Cristóbal Ráez Lobato, Esperanza Ramos González , Antonio Rodrigo Torrijos, Rafael Rodríguez de León, Juan Carlos Velasco Quiles y Tomás Valencia Muñoz.