Para el Ayuntamiento de Zaragoza, la muestra Zaragoza Florece constituye una prioridad que está por encima de la Feria del Libro. Ambos eventos se celebran de forma consecutiva entre finales de mayo y principios de junio en el zaragozano Parque José Antonio Labordeta. Y para que los operarios municipales dispongan de más tiempo para desmontar toda la parafernalia e infraestructuras que rodean a Zaragoza Florece, que se celebra antes, el Consistorio ha tomado la decisión de recortar en un día la muestra de libros.
Es el tercer año consecutivo que se repite lo mismo y hasta ahora el Consistorio no ha mostrado ningún interés en mover el calendario para evitar que la Feria del Libro de Zaragoza sea la gran perjudicada de este duelo entre las flores y los libros.
Tradicionalmente, la Feria del Libro de Zaragoza tenía una duración de diez días. Se inauguraba un viernes y finalizaba el domingo de la semana siguiente. Hace tres años, siendo Jorge Azcón el alcalde de la capital aragonesa, la muestra de libros perdió un día en beneficio de los trabajos de desmontaje de Zaragoza Florece, la gran apuesta del equipo de gobierno del PP para la primavera zaragozana. Esta situación anómala se ha prolongado con la también popular Natalia Chueca en la Alcaldía.
Petición de los libreros
Fruto de este recorte en las fechas de celebración, la Feria del Libro de este año durará nueve días, se prolongará del sábado 31 de mayo al 8 de junio. Casi una semana antes, el 25 de mayo, cerrará Zaragoza Florece. El principal problema radica en que el enorme despliegue de medios del evento floral, que quiere fusionar en su quinto aniversario las flores y la moda, necesita varias jornadas para su desmontaje, lo que en consecuencia obliga a retrasar los trabajos de instalación del casi centenar de casetas de la Feria del Libro que se ubicarán en el Parque José Antonio Labordeta.
Además, por motivos de seguridad, todas las casetas tienen que estar montadas 48 horas antes de la inauguración oficial de este evento, también subvencionado por el Ayuntamiento de Zaragoza, que se ha convertido en la cita más esperada por miles de lectores y que reúne a docenas de expositores, entre libreros, editores y distribuidores.
Fuentes del sector han mostrado su “malestar” por esta situación. La Comisión Permanente del Libro de Zaragoza, (COPELI), organizadora de la Feria, ha solicitado al Ayuntamiento de Zaragoza que el desmontaje de los espacios que utiliza Zaragoza Florece --mercado floral, talleres, más de 15 food trucks, zona picnic, quiosco de las flores y zona infantil- se lleve a cabo de la forma más rápida posible porque, en caso contrario, las casetas de la Feria del Libro tendrán que instalarse de noche, lo que supondrá un coste añadido para los libreros.
En este contexto, el pasado 15 de abril, mantuvieron un encuentro con la consejera de Cultura del Ayuntamiento, Sara Fernández, en la que se tuvo la oportunidad de trasladar las consideraciones oportunas sobre estas cuestiones. Ahí, Fernández expresó su compromiso de mantener una reunión con el servicio de Parques y Jardines al objeto de prever con tiempo alternativas técnicas que hagan posible compatibilidad ambos eventos sin menoscabo de los intereses de sus programaciones.