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Presupuestos, Gobierno en minoría y elecciones, todo son incertidumbres para la memoria histórica

Restos encontrados en la fosa de Sádaba

Álvaro Castrillo Schneiter

Zaragoza —

“Es la intención, pero no puedo asegurarlo”, “…es la idea, veremos cómo lo hacemos” o, “si va bien, podremos hacer dos o tres exhumaciones de fosas, aunque todavía es muy incierto”. Todas estas frases condicionales llenas de incertidumbre son las coletillas que Javier Ruiz, historiador y arqueólogo de la asociación memorialista Charata de Uncastillo, utiliza cuando se habla del futuro de los trabajos de la fosa 18 en los albores de 2019.

En los estertores de 2018, Ruiz y sus compañeros abrieron el suelo del cementerio de Sádaba buscando a cuatro vecinos de Uncastillo fusilados en el verano de 1936 por la represión franquista y metidos en una fosa (Luis Torrea Rived, Mariano Rebla Alegre y los hermanos Cortés Lasilla, Francisco y Martín). Encontraron cuatro cuerpos que podrían corresponderse con los de estos uncastilleros, y junto a ellos otros 14 cuerpos, probablemente pertenecientes a vecinos de municipios colindantes. Con este funesto recuento, esta se ha convertido en la segunda mayor fosa de Aragón.

“En 2019 tenemos que hacer la investigación de la historia, la narración de los hechos y hay poco. Es la intención, pero no puedo asegurarlo. Apenas contamos con cinco certificados y casi toda la información oral se nos va yendo, ya que la poseen personas que son muy mayores”, explica Ruiz, y añade que ese no es el único problema: “Queda por hacer el análisis de ADN, que tarda unos 6 meses, y cuesta alrededor de 30.000 euros. Es cierto que el Gobierno de Navarra ha ofrecido ayuda, pero seguimos sin tener recursos para todo. Teníamos una subvención de 15.000 euros y la empleamos solo en la exhumación de los 18 cuerpos de la fosa 18, hasta que no salgan subvenciones no podremos trabajar”, concluye.

La falta de recursos condiciona la entrega de los restos a los hijos, sobrinas y nietos que los reclaman. “Concluir 2019 con la entrega de los restos encontrados a sus familiares es la idea, veremos como lo hacemos porque va a ser difícil, imposible sin recursos”, sentencia Ruiz.

A pesar de todas estas dificultades, Charata tiene más proyectos para 2019, “además de cerrar las exhumaciones que ya tenemos, si va bien y salen los recursos”, remarca, “podremos hacer dos o tres aperturas de fosas más. Estamos muy interesados en el Cementerio de los Mártires de Huesca, pero todavía es muy incierto como para asegurarlo”, finaliza.

“Vienen aires del sur que dejan una muy mala sensación”

Un paso necesario para continuar profundizando en la memoria histórica es la divulgación. En palabras de Josefina Musulén, secretaria de Comunicación de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica en Aragón (ARMHA), “para poder pasar página hay que leerla y para ello escribirla antes. Verdad, justicia y reparación son las demandas esenciales de la memoria histórica. No se trata solo de exhumar los cuerpos de las fosas y devolverlos a sus seres queridos. Eso es lo principal, pero también tenemos que contar lo que supuso ser un vencido en este país más allá de la contienda bélica: humillación cotidiana, silencio, invisibilidad, robo de familiares o el exilio”.

Como Ruiz, Musulén, también percibe la incertidumbre y la encuadra en un marco político, “tenemos un Gobierno en precario. En Aragón y en el Estado. Además, no hay presupuestos y tienen que sacarlos adelante para poder dotar de recursos la Ley de Memoria Histórica. Hay que tener en cuenta que las asociaciones memorialistas hacen un trabajo que debería hacer el Estado, son subsidiarias de una labor que le corresponde al Estado”. Esta limitación condiciona el desarrollo de la Ley y conlleva que las asociaciones se vean abocadas a depender de los recursos que, año a año, van sacando las distintas administraciones y que pueden cambiar mucho según el criterio político de turno. “Lo bueno es que tenemos una Ley, vamos a dotarla y a aplicarla”, reafirma.

La deriva del contexto político tras las elecciones andaluzas, evidentemente, no tranquiliza a Musulén. “Vienen aires del sur que dejan una muy mala sensación. Estamos más que acostumbradas al ataque de las derechas, no es nada nuevo. Antes lo hacía el PP y ahora también otros. Pero no es una buena noticia para nadie. No sabemos qué pasará en las elecciones autonómicas y municipales de mayo o si se convocarán elecciones generales este año. Estas citas son muy importantes porque en ellas está el futuro del desarrollo y aplicación la Ley de Memoria Histórica con todo lo que supone”.

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