Un verano sin grandes festivales en Huesca: la música se reinventa para atraer turismo

La pandemia ha trastocado un verano de conciertos y actividades musicales en la provincia de Huesca, tradicional foco de agitación cultural durante estos meses. Así, a falta de citas multitudinarias como el festival Pirineos Sur, que atrae a miles de personas a la localidad de Lanuza, durante los meses del confinamiento se dio forma a alternativas con el fin de mantener viva la llama y de acercar estos espectáculos a la gente para evitar desplazamientos innecesarios. Con personalidad y readaptándose a las circunstancias nacen nuevas propuestas y se modifican las ya conocidas

Destaca el recién creado festival Sonna, de carácter provincial y que pretende focalizar la experiencia del público en el puro disfrute de la emoción de la música en directo, siempre en localizaciones fascinantes, singulares y en plena naturaleza. “El viaje, la excursión y el paseo han de formar parte necesaria de dicha experiencia”, señalan desde la organización. Se han programado 31 conciertos gratuitos en espacios abiertos y singulares de las diez comarcas altoaragonesas. Su aforo ronda, según el espacio, entre las 50 y las 400 personas.

Con el paraguas de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), se desarrolla del 25 de julio al 3 de septiembre en diferentes puntos del Pirineo. Juan Perro cerrará en La Cartuja de Monegros un evento que también se quiere vertebrador y foco de atracción para el turismo. Las actuaciones solo requieren, salvo excepciones, de pequeños elementos de infraestructura móvil. Se trata de ver el espacio tal cual es y con la menor afección posible.

“Pretendemos que el viaje sea parte de la experiencia: la idea es compartir con los amantes de la música de calidad una irrepetible aventura para descubrir paisajes increíbles o monumentos de gran interés. Y por tanto, el programa de mano de cada actuación contará con información de ambas cuestiones: música y patrimonio”, explican fuentes del festival Sonna. Asimismo, se buscan sinergias con la gastronomía local, en una óptica de salvaguardia de la biodiversidad, promoviendo su categorización y protección como bienes culturales.

El eje inspirador de la propuesta se basa en la innovación, partiendo de la idea de que los festivales, hoy, ya no son solamente un mero pasatiempo para melómanos. Son un ocio de moda: ración perfecta de música, alojamiento con encanto, gastronomía, buen tiempo y fiesta. “Y en nuestro caso, además, disfrute de la naturaleza de forma consciente y sostenible. Después de marzo de 2020, además, el aire libre resulta como más liberador y la naturaleza es el espacio y escenario más adecuado para recuperar la necesaria socialización. Esto, además, con actividades en ningún caso pensadas para masas”, añaden.

Festivales de música sostenibles

Los festivales de música también pueden ser sostenibles, reivindica el Sonna, que tiene a la naturaleza, y por tanto su conservación y respeto, como elemento y valor fundamental. Invita a descubrir la provincia de la la mano de su naturaleza y de diferentes músicas. “Músicas y músicos de diferentes lugares, estilos y procedencias pero con un marcado origen aragonés en esta edición. Es momento de procurar, como última intención, que no menor de este programa, revitalizar el castigado sector cultural”, explican.

En esta primera edición se recorrerán el Ibón de Asnos, Pla de Senarta en Benasque, el exterior de una de las iglesias más destacadas del románico en Aragón, Santa María de Iguácel, o las bordas de Viadós en Gistaín. También en parajes de la Hoya de Huesca como el Salto de Roldán o la Cartuja de los Monegros. Asimismo, se incluyen algunas actuaciones de interior en la catedral de Roda de Isábena o en la iglesia Santa María de Baldós, en Montañana.

Los formatos predominantes son el acústico, en solitario, dúos, tríos o cuartetos. El 80 % del cartel posee denominación de origen aragonesa: Santiago Auserón bajo su alias de Juan Perro, el folclore de Olga y los Ministriles o la Orquestina del Fabirol; Roberto Ciria, Ángel Petisme o María José Hernández; la vanguardia de Carmen París, el pop contemporáneo de Pecker o el Factor Humano; María Eugenia Boix, Rosin de Palo, Erin Memento o Laura Elem.

Por su parte, el Festival Internacional En el Camino de Santiago cumple su 29ª edición con un programa completo de actividades hasta el 30 de agosto. Contiene conciertos de música antigua en monumentos histórico-artísticos situados en el tramo aragonés del Camino de Santiago y otras actividades paralelas como exposiciones, cine o teatro. Debido a las condiciones especiales de esta edición y a la reducción de aforos mediante asignación de asientos, la imprescindible salvaguarda de las distancias mínimas de seguridad y la desinfección de todos los espacios, los conciertos se retransmitirán también por streaming a través del canal de YouTube de la DPH.