La Compañía Asturias del Regimiento Príncipe, 30 años después: el legado de los cascos azules en Bosnia
Este año se conmemora la primera misión internacional de las 20 que se han llevado a cabo en las tres últimas décadas. El próximo 7 de noviembre habrá una celebración en el Principado donde compartirán anécdotas y recordarán la gratitud de los niños y niñas bosnios
Un casco azul junto a un edificio destruido. Diego Villa Menéndez
La Compañía Asturias formada por personal del Regimiento Príncipe 3 partía a 2.537 kilómetros de distancia del Principado, en la primavera de 1995, para participar en su primera misión internacional en pleno conflicto étnico en la antigua Yugoslavia.
Viajaban con el objetivo de servir como fuerza de interposición entre los bandos enfrentados en la guerra de los Balcanes y como unidad de protección y escolta para expediciones humanitarias bajo el paraguas de las Fuerzas de Protección de la ONU (UNPROFOR).
La primera misión internacional
Cuando se cumplen 30 años de aquella pionera misión, los WhatsApp, los correos electrónicos y el teléfono están conectados las 24 horas del día en la ingente búsqueda del mayor número posible de componentes del Regimiento Príncipe 3 que, bajo la bandera de la ONU, se integraron en la Agrupación Táctica Galicia para realizar, entre otras, labores de protección de ayuda humanitaria, escolta de convoyes y asistencia a la población civil en Bosnia-Herzegovina.
Aprovechando el acto a los caídos que se celebra cada mes en esta Unidad, se les ha ofrecido la posibilidad de reunirse. La finalidad no es reclutarles para una nueva misión, sino que están intentando localizar a todos aquellos que se desplazaron a la antigua Yugoslavia para conmemorar esa primera misión internacional que abrió el camino a las otras 20 que se han llevado a cabo y que marcó un antes y un después en el acuartelamiento de Cabo Noval, en el concejo asturiano de Siero.
Un testimonio de amistad y solidaridad
Muchos de ellos no han vuelto a coincidir en estos 30 años, por lo que se espera que además del acto institucional -donde no faltarán la misa, el acto a los caídos y las intervenciones con discursos sobre su misión de paz- se convierta en un emotivo testimonio de amistad y solidaridad en torno a una espicha.
Como recuerdo de esa gesta, está prevista la entrega de una medalla conmemorativa y un USB con documentación, recortes de prensa y fotografías tomadas a lo largo de esos seis meses.
Unos 162 hombres y mujeres del Príncipe 3 integrados en la Agrupación Táctica de Galicia participaron en la antigua Yugoslavia como fuerza de interposición entre los bandos enfrentados en la guerra de los Balcanes y como unidad de protección y escolta para expediciones humanitarias
De la señora Fátima a los caramelos
La cita para esta celebración que se espera multitudinaria se ha fijado para el 7 de noviembre en el Principado.
En esta reunión rememorarán muchas anécdotas, recordarán a algunos de los habitantes de Bosnia como a “la señora Fátima” que se volcó en atenciones hacia los componentes de la Compañía Asturias y muy especialmente la gratitud de aquellos niños y niñas que, en medio de tanto horror, les dedicaban una amplia sonrisa cuando les repartían los caramelos que les había enviado el Sindicato de Enseñanza a través de la campaña “Endulza su esperanza”.
Uno de los puestos de control. Francisco José De Paz
No faltarán tampoco las imágenes de edificios destrozados, puentes volados como el “Stari Most” y reconstruido posteriormente por la Unión Europea (UE), los trabajos de reparación de infraestructuras como conducciones de agua.
También habrá tiempo para hablar de cada experiencia personal e incluso de verbalizar aquellos momentos más delicados cuando les caían granadas a su lado, cerca de los destacamentos y puestos de control, donde los sacos terreros les daba protección, y que podían separar la fina línea de la vida y de la muerte, junto a tantos recuerdos que aún conservan en la retina, 30 años después.
El reencuentro con el teniente Jiménez
Uno de los momentos más emotivos y especiales será el reencuentro con el teniente Alberto Miguel Jiménez Sánchez, quien el 12 de junio fue víctima junto a su patrulla de un ataque en el que sufrió lesiones graves.
Una muestra de la dureza de esta experiencia se puede apreciar en la imagen que se reproduce a continuación.
El blindado quedó destruido en la agresión sufrida por la patrulla del teniente Alberto Miguel Jiménez Sánchez. David Sierra
La 'otra' familia
Serán instantes para retener en la memoria de aquellos seis meses donde la vida se circunscribía a los compañeros y compañeras de cada pelotón. Todos ellos se convirtieron en su “otra” familia durante su permanencia en Bosnia y con los que la convivencia era muy intensa, durante 24 horas.
Los cinco minutos de la llamada telefónica de la que podían disfrutar cada día, al existir solo una línea para comunicar con el exterior, era el ansiado momento en el que podían tener un contacto más directo con sus familias.
El Día de Asturias en Bosnia
Pese a la distancia, no se olvidaron de celebrar festividades como la del 8 de septiembre, Día de Asturias, donde ellos mismos prepararon un menú a base de productos típicos asturianos, como fabada bien regada con sidra o postres como arroz con leche.
Era su manera de sentir que estaban más cerca de la tierra. Una celebración gastronómica a la que fueron invitados todos los componentes de la Agrupación Galicia.
Celebración en Bosnia de un almuerzo típico asturiano en el Día de Asturias, el 8 de septiembre de 1995. Julio Álvarez Feito
Actos de despedida en Asturias y Galicia
La plaza de la Catedral de Oviedo había acogido, en abril de 1995, el acto de despedida de la unidad, donde el entonces presidente del Principado de Asturias, Antonio Trevín, entregó su guión a la Compañía Asturias.
Antes de partir hacia Bosnia, para relevar a la Agrupación Extremadura, se hizo la fase de concentración en Pontevedra, donde se reunieron todas las unidades que iban a formar parte de la Agrupación Táctica Galicia.
La mayoría de los 1.150 componentes de la Agrupación Galicia eran militares profesionales, ya que solo un cuatro por ciento eran soldados de reemplazo. Entre el colectivo había 50 mujeres.
El homenaje en la plaza del Obradoiro
Antes de viajar a Bosnia fueron homenajeados en la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, donde el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga Iribarne, entregó el guion a la Agrupación. En la fotografía, imagen de los militares formados en el acto.
Despedida a la Agrupación Galicia en la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela. Francisco José De Paz
Los reconocimientos
El trabajo de la Compañía Asturias en Bosnia ha sido ampliamente reconocido. Una vez completados los seis meses de misión internacional, fueron distinguidos con varias condecoraciones y diplomas por su actuación a favor de la paz.
Antonio Trevín, a la izquierda, entregó el guión, durante su etapa como presidente del Gobierno, en la primavera de 1995, a Enrique Corominas Rodríguez.
El relevo en Presidencia del Principado
Se da la circunstancia de que durante estos seis meses de misión internacional, el Gobierno de Asturias tuvo un relevo en la Presidencia. En la primavera de 1995, el presidente era el socialista Antonio Trevín Lombán, quien fue el encargado de entregar el guión al Capitán-Jefe de la Compañía -actual coronel- Enrique Corominas Rodríguez.
A su vuelta, el presidente del Principado era Sergio Marqués, en aquella fecha aún en las filas del PP, quien entregaba la Medalla de Oro de Asturias a Enrique Corominas Rodríguez, tras ser aprobada por unanimidad del Consejo de Gobierno el 9 de noviembre de 1995. Ese mismo día la compañía también recibió la Medalla de Oro de Oviedo.
En la imagen, momento en el que Sergio Marqués hacía entrega de la Medalla de Oro y el diploma acreditativo.
Sergio Marqués hace entrega de la Medalla de Oro y el diploma al capitán-jefe de la Compañía Asturias, actual coronel, Enrique Corominas, en noviembre de 1995.
Una “brillante trayectoria”
La Medalla de Oro de Asturias se otorgaba en reconocimiento a “la brillante trayectoria de la Compañía en las misiones dе seguridad y protección realizadas en Bosnia-Herzegovina, contribuyendo con sus acciones a enaltecer y resaltar de manera significativa en los ámbitos nacional e internacional al Principado de Asturias”, rezaba el diploma acreditativo.
Una distinción a la que posteriormente seguirían otras muchas como la Medalla de Oro de la Junta General del Principado de Asturias, así como el título de miembros de honor de Los Caballeros de la Orden del Sabadiego del concejo asturiano de Noreña.
Una misión humanitaria
La protección de los Cascos Azules
La Resolución 776 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas disponía, el 14 de septiembre de 1992, el envío de fuerzas multinacionales en misión humanitaria a Bosnia-Herzegovina, donde el horror de la guerra y el sufrimiento de la población civil habían hecho acto de presencia unos meses antes.
Más de 46.000 militares españoles han participado desde 1992 en las sucesivas misiones en Bosnia-Herzegovina, primero de la ONU y después de la OTAN y la UE.
El Ejército de Tierra relata en su página web la misión internacional en Bosnia-Herzegovina, en la que participó la Compañía Asturias formando parte de la Agrupación Táctica Galicia que durante seis meses en 1995 acompañó a la población civil.
Fuerzas de protección de la ONU
400.000 militares, procedentes de 35 países, actuaron a lo largo de tres años bajo el nombre de Fuerzas de Protección de la ONU (UNPROFOR), denominación que ya venía dándose a las primeras fuerzas que operaban en Croacia desde un año antes. Eran conocidos como cascos azules.
La participación española en el conflicto de los Balcanes se decidió el 28 de agosto de 1992. Desde ese momento se puso en marcha la operación “Alfa-Bravo”.
Los relevos
Más de 900 hombres, todos ellos voluntarios y procedentes en su mayoría del IV Tercio de la Legión, constituyeron la Agrupación Táctica Málaga, que intervino bajo el control operacional de la recién constituida Fuerza de Acción Rápida (FAR).
A ésta le sucedieron, relevándose cada seis meses, las Agrupaciones Canarias, Madrid, Córdoba, Extremadura, Galicia y la Agrupación Táctica Aragón.
De la protección a los controles
Desde octubre de 1992 hasta diciembre de 1995, un total de 8.330 hombres y mujeres del Ejército de Tierra desarrollaron tareas de control de zonas desmilitarizada como Mostar, activando diversos puntos de control, ocupando puestos de observación, protegiendo centros de transmisiones, patrullando la zona, así como protección de los trabajos de reconstrucción de puentes.
El puente "Stari Most", símbolo de Mostar, destruido y reconstruido por la Unión Europea (UE). En la imagen, puente provisional. Francisco José De Paz
Asimismo, realizaban escolta de convoyes, protección de personas civiles y autoridades, atención sanitaria a personal civil, realización de obras de infraestructura, así como promoción y mediación en las negociaciones para lograr la liberación de prisioneros de guerra y el intercambio.
Desplegados en el suroeste de la república, el Cuartel General se ubicó en Divulje y Medgugorje, y se establecieron destacamentos en distintas poblaciones de la zona: Mostar, Dracevo, Jablanica y Kiseljak entre otras.
Plaza dedicada a España en Mostar
Los miles de desplazados y refugiados de las distintas repúblicas recibieron el apoyo y protección de los cascos azules españoles y la población que residía en su área de influencia se identificó de tal manera con ellos que las autoridades civiles decidieron mostrarles su agradecimiento dedicando en 1995 a España la plaza más conocida de Mostar, o instalando un monumento al soldado español en Dracevo.
En esta misión participaron la Legión, la Brigada Paracaidista, las Brigadas de Infantería Mecanizadas de Córdoba y Badajoz, la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable, la Brigada de Cazadores de Alta Montaña, la Brigada de Caballería, los Grupos de Operaciones Especiales, los Mandos de Ingenieros y de Artillería de Campaña, los Regimientos de Transmisiones y de Guerra Electrónica, el Escalón Médico Avanzado y el Mando de Apoyo Logístico, que organizó un Mando específico para la operación con unidades de todos los MALZIR.
Garante de la paz y la seguridad
Todas estas unidades operaron en la zona, donde más de 150 heridos y la pérdida de 17 vidas humanas ejemplarizaron la intensidad del esfuerzo español en la resolución de los conflictos de esta tierra.
Además de los cascos azules, España mantuvo alrededor de 30 oficiales y con la presencia de los militares en la zona de los Balcanes, el pueblo español tomó conciencia de la profesionalidad y capacidad de su Ejército como garante de la paz y la seguridad.
Oficiales y suboficiales en los distintos puestos de mando multinacionales, y varios generales españoles se turnaron en la segunda jefatura del Mando de UNPROFOR en Bosnia-Herzegovina.
El premio a la Cooperación Internacional
Los cascos azules recibieron numerosas distinciones y medallas de oro de diversas regiones y comunidades, a su vuelta a España.
Una de las más relevantes fue el Premio “Príncipe de Asturias” de Cooperación Internacional concedido en 1993, como reconocimiento al esfuerzo de los contingentes españoles en pro de la reconciliación de los diversos pueblos de Bosnia-Herzegovina.