Hola.
Agarra un café y vamos al lío. ¡Buenos días!
Estaba claro que el anuncio de represalias de Israel contra Hamás tras los ataques del fin de semana no era solo palabrería ni amenazas. Aunque sin desplegar tropas terrestres (todavía), el Gobierno de Netanyahu se ha lanzado a por la asfixia de Gaza: por un lado, con el bombardeo constante en Gaza; por otro lado, ordenando el corte de los suministros más básicos para la vida en la franja. Los palestinos se quedan sin electricidad, sin combustible y sin alimentos. Israel aplicará ese método para torturar a la población civil como castigo por las acciones de la milicia que les gobierna. “Luchamos contra animales y actuaremos en consecuencia”, se ha justificado el ministro de Defensa de Israel en unas declaraciones deshumanizantes que presagian lo peor.
Europa, en lugar de condenar la desproporción en la respuesta de Israel, le sigue el paso: un comisario europeo ha anunciado una revisión de la ayuda al desarrollo para Palestina. La medida ha indignado a muchísimos expertos, portavoces políticos y periodistas especializados, y ha sido matizada a la baja por la propia Comisión. Unos pocos gobiernos europeos han manifestado su malestar por ese anuncio, entre ellos el español.
Hamás, por su parte, también ha lanzado una grave amenaza este lunes: después de exhibir con sadismo sus abusos contra la población civil en redes sociales, asegura que ejecutará públicamente a un rehén civil israelí por cada bombardeo sin previo aviso en Gaza. Dos españoles desaparecidos pueden estar entre esos rehenes. De nuevo, la vida de inocentes como terrible moneda de cambio y, además, como elemento para una propaganda macabra.
Paremos un momento. Quizá todo este horrible torbellino de noticias te coja con dudas, con lagunas. No acabas de entender qué es Hamás o por qué lo que ha sucedido es, aparte de alarmante, importante. ¿Qué puede pasar a partir de ahora? Hoy en el podcast, te damos algunas claves para entender mejor las noticias de las próximas semanas.
Sánchez y Feijóo se han visto y han estado hablando una hora. No es que tuvieran mucho interés en hacerlo, es que la reunión tocaba como parte de la ronda de contactos para la investidura de Sánchez, igual que hace poco se vieron para la fallida de Feijóo. Se han dicho lo que se tenían que decir para luego al salir poder presumir de lo que han hablado, y a otra cosa. Esa otra cosa, en el caso del PP, ha sido afirmar que los “socios” de Sánchez son cercanos al “entorno de Hamás”. En el caso de Sánchez, esa otra cosa ha sido reunirse con los sindicatos, que ya han adelantado que por ellos no habrá mucho problema con lo de la amnistía, que les preocupa más lo de la jornada laboral.
Hasta aquí llegamos por hoy.
Un abrazo,
Juanlu.
Sobre este blog
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