Bajo fuego amigo

Para que las encuestas dejen paso a los sondeos a pie de urna y los resultados definitivos del próximo domingo todavía queda por delante una semana frenética, en la que la cita televisiva de este lunes entre Zapatero y Rajoy volverá a marcar, prácticamente hasta el cierre de la campaña, la actualidad diaria de las elecciones generales a priori más reñidas de la historia democrática desde la Transición. Si José Manuel Soria no lo remedia con otra bajeza de las suyas.

Porque las tendencias indican que el PSOE se mueve hacia arriba, que en todo caso parece que no bajará demasiado de sus 164 escaños de 2004 (se le llegan a otorgar 168 o 169, incluso) pero tampoco el PP, de ninguna manera, perderá ni uno de sus 148 diputados. Todo lo contrario: en el mejor de los casos se acercaría a los 157 con el PSOE por debajo de sus 164 actuales.

Y en Canarias, la traslación de semejante pulso entre el bipartidismo tendrá consecuencias históricas: todo apunta a que el PSOE ganará en el conjunto de las Islas por primera vez unas elecciones desde 1993. Lo hizo en 2004 en Santa Cruz de Tenerife, pero el feudo popular de Las Palmas toca a su fin, con un arrollador triunfo de la candidatura de Juan Fernando López Aguilar que alguna encuesta le concede incluso la posibilidad de conquistar un quinto diputado oriental.

Pendiente de que los resultados del 9-M corrijan la tendencia histórica de las encuestas a calcular para Coalición Canaria mucho menos de lo que finalmente consigue (resulta poco digerible creer que baje en Santa Cruz de Tenerife nada menos que quince puntos con respecto a 2004, del 30% al 15%), lo cierto es que una primera lectura antes de que finalice el partido es que el nacionalismo institucional canario, fragmentado territorialmente y dividido ideológicamente, va a caer herido bajo fuego amigo.

Las encuestas de este domingo ratifican que CC se hunde en Las Palmas y que Nueva Canarias no tiene para nada seguro el acta de Marino Alduán en la Carrera de San Jerónimo. Según quién haya hecho el trabajo (Ipsos-Eco para La Provincia y Demométrica Canarias para Canarias7), incluso en Santa Cruz de Tenerife CC tampoco amarra su segundo diputado, a manos, en un caso, de un cuarto escaño para el PSOE, o en otro, para un tercero del PP.

No me creo que CC deje solita a Ana Oramas en el Congreso. Puede ser más probable que Marino Alduán siga de profesor y no se estrene en el Grupo Mixto. Pero lo que sí parece obvio es que tanto CC como NC -y en este caso con el esquizofrénico CCN aliado en Las Palmas con las huestes de Román Rodríguez y en Santa Cruz de Tenerife con las de Paulino Rivero, al no presentarle batalla-, pagarán muy alto precio los mensajes que se lanzan unos a otros: votar CC es votar PP; votar NC es votar PSOE. Pues nada, a votar PP y PSOE, pensará el común de los mortales...