Y la próxima ¿cuándo?

¿Cómo puede explicarse que los costes del trabajo en la renta interior bruta se incrementen mientras cae la participación de los salarios en VAB? Una explicación posible es que las desigualdades en los salarios se hayan incrementado. De esta forma, determinados trabajadores reciben salarios más altos y hacen crecer el salario/hora medio, pero la masa salarial, que incluye la variación del empleo, pierde participación en beneficio de los demás agentes que componen el VAB por la propia importancia de la distribución de las ganancias.

La crisis por la que atraviesa Canarias en la actualidad tiene un límite mínimo de un año y máximo de ocho trimestres, a lo que hay que adicionar un año más en el propio proceso de recuperación. Escrutando las partidas y acciones que se han llevado a cabo, es muy posible que una política económica anticíclica fundamentada en el crecimiento del consumo, la inversión y el binomio formación empleo, pueda mantener los niveles de crecimiento suficientes para que la tasa de paro no se vea fuertemente afectada, aunque dada la evolución de la situación, la insuficiencia de las acciones va a estar presente de forma permanente.

De hecho, la política anticíclica tiene por objeto principal el mantener la participación de los costes del trabajo en la renta interior bruta, así como el sostenimiento de la estructura económica existente, lo que es una condición para el mantenimiento de la demanda agregada y el ritmo de crecimiento. Se trata de maximizar el empleo y de mantener los salarios reales. Y ¿por qué? Porque el empleo contribuye más que los salarios reales a un mayor nivel de renta, no así los salarios monetarios. Por esta razón es importante no perder volumen de empleo ni el número de empresas, siendo este un objetivo prioritario en lo que se basa prácticamente la estabilidad de todo el sistema.

Tengamos en cuenta que los emolumentos reales reaccionan con retraso a las fases del ciclo de menor crecimiento económico. Por ello, una estrategia adecuada sería acentuar la independencia de la distribución de la renta de los ciclos cortos de la economía, asegurando la cobertura fundamentalmente cuando se producen etapas de auge. Tal estrategia se obtiene a través acciones que garanticen incrementos en las ganancias en términos reales. Esta última cuestión es muy importante para una táctica de mantenimiento de la demanda de bienes de consumo. Sabemos, por la experiencia de los ciclos cortos acontecidos en la economía de Canarias con anterioridad, que los efectos tienen un retardo tradicional de un año. No obstante, la reducción de los tipos de interés que se ha producido en los últimos años y en especial las últimas decisiones del Banco Central Europeo, permiten pensar con optimismo en que al menos por ese motivo no habrá dificultades a la recuperación de la inversión rápidamente. Pero para ello deben existir o, al menos, propiciar, las oportunidades.

Hay partes del mercado en desventaja con peores condiciones para la negociación debido al menor, incluso caída, del crecimiento económico. Esto es así porque el menor aumento genera un incremento de la tasa de paro, debido al exceso del crecimiento de la población económicamente activa sobre la evolución del PIB y la adaptación pasiva de la productividad. Como es obvio, el problema es cómo salvar los próximos trimestres en los que las repercusiones del menor crecimiento pueden conducir a costes sociales que pongan en peligro los resultados a largo plazo. Por ello, es necesario actuar en el corto plazo en la dirección adecuada para ir construyendo el futuro con sólidas bases. De lo contrario, solo creceremos, dejando el desarrollo para la eterna promesa de salida de la próxima crisis.