Entre “la verdad” o “la trama” por delante
“Con la verdad por delante”. Este fue el eslogan de campaña de quien ostenta hoy en día la principal figura política del Gobierno de nuestra ciudad y así es exactamente cómo comenzó este Gobierno de Telde el pasado 17 de junio de 2023: “ADELANTE TELDE”. Pero no hizo falta mucho tiempo para demostrar que detrás de la esperanza de estas palabras existía otro titular más oscuro: “La trama por delante”.
Muchos han sido los ríos de tinta predeterminados y permitidos para crear los titulares diseñados con el fin de tachar mi honor y el de las personas que conformamos Coalición Canaria Telde. Precisamente con el consentimiento y concierto del actual alcalde de Telde, a priori “periodista” y persona cualificada para el dominio de la comunicación, siempre reflejando la noble y respetada profesión de comunicador plural, imparcial y escribano de la realidad.
Sin embargo, tras tanto titular “absurdo”, lo único que ha ayudado es a conseguir todo lo contrario a su propósito: a volver a manchar el nombre de nuestra ciudad y el de la confianza en nuestro Ayuntamiento de Telde, recordándonos nuevamente que son los peores años de la historia de la misma los que están escritos con las siglas de su partido político -entre 2003 a 2007-. Aquellos mismos que mancharon a Telde con situaciones nada democráticas y sumiendo nuestra ciudad en el más absoluto ostracismo que quisieron esconder bajo señales de humo y miedo con la premisa de que así los ciudadanos y ciudadanas mirarían para otro lado a las prácticas ilícitas.
Ahora que presuntamente esta “TRAMA POR DELANTE” ha conseguido que mi imagen haya sido dañada por personas que solo buscan alimentar sus intereses, es evidente que las personas honradas molestamos. No somos cómodos, no nos quieren, no formamos parte de años y años de intereses personales, cualquier excusa premeditada y urdida desde hace bastantes semanas es ideal para crear “la tormenta perfecta” y proyectar en otros quienes son ellos y a lo que realmente vienen a la vida pública.
Efectivamente, desde que comienzo mi trayectoria política como cargo público, allá por el 2007, puedo decir abiertamente y de manera demostrable que a lo único que me he dedicado es a ayudar a las personas, a los más de 102.000 habitantes de esta ciudad y por ello puedo ir por las calles de mi ciudad y fuera de ella, recibiendo el apoyo y saludo fraternal de muchos de mis vecinos y vecinas. Jamás podría dejar de hacerlo. Es lo que me han enseñado las personas con las que comparto día a día proyecto político y va en mi ADN el no mirar para otro lado, ni dar excusas a aquellos que se acercan a mí. Busco la manera de ayudar a quien lo necesita, a quien busca soluciones, a quien me tiene como referencia y también a quien no.
He sido alcalde de esta ciudad en el peor de los momentos posibles, cuando la ciudad se enfrentaba a algo tan desconocido que paró el mundo. Cuando la vida de sus calles, de sus negocios, de sus familias se convertía en oscuridad. Asumí mi máxima responsabilidad política en 2019 cuando nos llegó la tan fatídica pandemia de la COVID 19. Fueron tiempos muy duros donde algunos nos pusimos en primera línea y donde otros, los cuales ocupan cargos de responsabilidad hoy en día, no estuvieron. Fueron cientos los ERTES que ayudamos a tramitar, pero no por ello era yo ni mi equipo quien dábamos esas ayudas. Era nuestro deber facilitar los trámites de documentación y orientar hacia donde tenían que ir para solventar esa continua incertidumbre social en algo tan importante como es la supervivencia económica, laboral y social. Trámites como el Ingreso Mínimo Vital o la Pensión No Contributiva, gestiones tan engorrosas como la Ley de la Dependencia. Éramos un canal de colaboración pero no por ello éramos nosotros quienes dábamos esas ayudas. Esa resolución o ayuda siempre ha sido emitida por la institución competente y bajo los criterios técnicos correspondientes. Al igual que muchos padres y madres que necesitaban ayuda para una plaza de menores en los centros educativos, siempre estuvimos ahí para intentar ayudarles, pero no éramos nosotros somos quienes le damos esa plaza.
Este es el día a día de los y las que sentimos por vocación la gestión pública y la primera línea política que significa la vida municipal. Que ningún político o política en otra institución defienda que sabe lo que es esto porque es en los ayuntamientos donde la realidad es verdad. Esto pasa con muchísimas cosas del día a día de nuestra ciudadanía teldense, entre ellas que orientemos a las personas para que hagan un buen currículum, fomentemos que se impregnen de la búsqueda activa de empleo y por donde caminar para que consigan un puesto de trabajo, algo tan vital y ansiado por cientos de teldenses que es lo que realmente necesitan.
Evidentemente, no somos nosotros directamente quienes damos ese puesto de trabajo sino es el tejido empresarial. Seguro que muchas personas que llevan décadas en esta ciudad afrontando puestos de responsabilidad no saben de lo que hablo porque no conocen más allá de su círculo más cercano y particular. La gente joven y sobradamente preparada molesta porque hacen sombra a los prejuicios de supuestos “años y generaciones de experiencia en el interés personal”.
Hasta hoy miles han sido las empresas instaladas en la ciudad de Telde. En los últimos años, hemos sido capaces de recuperar la confianza para que Telde fuera un municipio estratégico donde crear emprendimiento y se consolidara la tranquilidad de instalarse aquí. Esta confianza no ha sido fácil lograrla y vuelvo al inicio donde, en los peores años políticos de la ciudad (2003-2007), aquellos que mancharon el nombre de Telde hicieron que también las empresas “rechazaran” nuestra ciudad. Primó la pérdida de miles de puestos de trabajo por no defender el interés general y la vocación de servicio público.
Hoy en día, desgraciadamente, se ven atisbos del oscurantismo, miedos y difamaciones de esta dura realidad que vivió nuestra ciudad. Tengo la potestad para decir claramente que los miles de puestos de trabajo que generan las empresas de nuestra ciudad no pueden ser manchados por nadie que representa un cargo público municipal de gran nivel buscando vinculaciones políticas de cualquier índole en sus trabajadores y trabajadoras, ni siquiera los propios trabajadores y trabajadoras municipales de nuestro ayuntamiento. La sociedad democrática y libre está por encima de los “ultrajes” de la vida pública.
Ahora me ha tocado a mí; asumo la parte que me toca por ser cargo público. Muchos son los que han y hemos luchado para evitar que se vuelvan a señalar a familias y personas en esta ciudad pero casualmente vienen esas mismas prácticas de las mismas organizaciones políticas. Siempre he estado rodeado de un equipo de personas con esa impronta humilde y de vocación de servicio que hemos luchado para dar siempre una solución a quienes nos han pedido ayudas. Personas anónimas, equipo de asesores y asesoras que el pasado día 18 de agosto fueron echados a la calle por parte del alcalde Juan Antonio Peña sin ni siquiera una explicación por su parte.
Personal eventual del Ayuntamiento de Telde que formaba parte del mismo nombramiento realizado tras la toma de posesión e inicio de este gobierno municipal junto los más de 20 asesores y asesoras que tienen los otros partidos del ejecutivo local: CIUCA, PP y Más por Telde. Asesores y asesoras que, en varios casos y en todos estos partidos, han sido exconcejales de esta institución sin necesidad por mi parte de valorar su gestión anterior ni su profesionalidad, amigos, personas cercanas al círculo de estos partidos políticos, integrantes de listas electorales o de cualquier otra índole decisoria para desempeñar ese cargo.
Y hoy nos preguntamos, ¿también echará a la calle a todos estos asesores y asesoras el alcalde Juan Antonio Peña por poner en tela de juicio de manera arbitraria su profesionalidad o cesará a algún concejal más en los próximos días? En su caso, ¿la presunta “trama por delante” solo era preparada para mí y se estaba a la espera de una excusa cualquiera con la que poder quitarme de este gobierno para tejer supuestas prácticas de antaño?
Termino diciendo, no solo a la ciudadanía teldense, sino también al alcalde y grupo de gobierno que la apuesta que lidero será la de seguir ayudando a miles de personas de nuestra ciudad en todo lo que podamos porque hemos venido a la vida pública con vocación de servicio y poniendo el interés general por encima de cualquier cosa desde donde me toque estar para defenderlo y ayudar a ello. Mientras, así ha quedado demostrado en la historia de los partidos políticos como CIUCA y el alcalde Juan Antonio Peña a través de acciones visibles: siga usted apostando por buscar el asistencialismo, el populismo y la dependencia social que la sociedad entenderá que esto es “pan para hoy y hambre para mañana”.
Yo si tengo una cosa bien clara a diferencia de otras personas que no sienten de verdad el amor a esta ciudad: Telde debe ir hacia adelante y no cesaré en mis ganas y fuerzas para lograr que otro Telde sea mejor.
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