No tendrá que pagar las costas don Pepito por este nuevo patinazo judicial, que se acumula en sus vitrinas para escarnio de su equipo de asesores legales, que no son capaces de detener a este individuo en sus ínfulas pleitistas. Pero se queda sin los 3.000 euracos y sin una sentencia ejemplarizante contra los malditos rojos que le acusan diariamente de haber perdido el norte, el sur, el este y el oeste. Pero él no se entera de nada, y así lo recoge de modo preciso la sentencia de la Audiencia Provincial: [Cree Rodríguez Placeres que don Pepito es “intelectualmente un ser inferior, un zoquete absoluto, de manera que tales expresiones”, dice la sentencia, “no pueden ser entendidas más allá de que estima que en materia de independentistmo no ha entendido nada ni lo va a entender, que es precisamente ese el sentido que el diccionario de la Real Academia da a la expresión zoquete”. Porque si hay alguna cosa en la que el fundador del Centro de la Cultura Popular Canaria puede dar lecciones al insigne editor es de política y de independencia, que por algo tiene una clara trayectoria sin vaivenes ni cambios de chaqueta y por algo fue uno de los fundadores de la Unión del Pueblo Canario.