Ecologistas exigen la recuperación del caudal natural en el Barranco de la Mina

El colectivo ecologista Turcón ha realizado recientemente una visita al Barranco de La Mina, en Gran Canaria, junto a vecinos y vecinas de la zona, constatando “con preocupación el grave deterioro que sufre este enclave natural debido al desvío de las aguas” de La Mina. El impacto sobre el ecosistema, resalta el grupo, “es evidente: la pérdida de caudal ha provocado el retroceso de la sauceda y la degradación progresiva del paisaje y de los hábitats ligados al agua”.

Por ello, en una carta dirigida al presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, los ecologistas exigen la recuperación del caudal natural en el barranco.

Turcón considera que aún se está a tiempo de revertir esta situación, “siempre y cuando el Cabildo de Gran Canaria y el Consejo Insular de Aguas actúen con responsabilidad y urgencia”. Es imprescindible, insiste, que se garantice la circulación libre del agua hasta La Hiedra, lo que, en su opinión, “permitiría recuperar el ecosistema de ribera, especialmente el hábitat prioritario 92A0, y reforzar el papel del barranco como cortafuego natural frente a incendios forestales, cada vez más frecuentes y destructivos”.

Cabe destacar que las alegaciones presentadas por Ben Magec-Ecologistas en Acción, de las que forma parte Turcón, han sido parcialmente estimadas e incorporadas al nuevo Plan Hidrológico de Gran Canaria 2021-2027, incluyendo, entre otras medidas, la necesidad de preservar los caudales continuos que alimentan hábitats como la sauceda del Barranco de La Mina; la incorporación de nuevas medidas para estudiar las necesidades hídricas de ecosistemas terrestres dependientes del agua (ETDAs); y la inclusión del barranco de La Mina entre los espacios en los que se realizarán estudios específicos para establecer caudales ambientales mínimos.

Estas medidas, expone Turcón, deben traducirse en actuaciones concretas y urgentes. “El agua no puede seguir siendo derivada sin evaluar las consecuencias ecológicas. Es necesario aplicar el principio de precaución y cumplir los objetivos de conservación de la Red Natura 2000, como exigen las normativas europeas y estatales”, sentencia.