Juan Cruz salda una ''cuenta pendiente'' con su padre en 'Ojalá octubre'
El escritor y periodista tinerfeño Juan Cruz Ruiz presentó este martes en Santander su última novela, Ojalá octubre, en la que trata de ajustar una “cuenta pendiente” que tenía con su padre, un “hombre humilde y humillado como muchos de los que vivieron la posguerra”.
“Cuento la historia de mi padre como hombre que siempre estaba buscando ese momento de felicidad”, explicó el escritor tinerfeño en conferencia prensa previa a su intervención en la Tribuna Literaria de Caja Cantabria.
En Ojalá octubre, obra de 209 páginas que acaba de editar Alfaguara, Juan Cruz habla sobre “los momentos en los que la puta vida te dice lo que hay o no hay”.
El escritor canario explicó que la idea de escribir esta obra, cuyo titulo se inspira en la frase de Truman Capote “me gusta tanto este mes que ojalá siempre fuera octubre”, partió de una ocasión en la que se reunió con su padre, ya viudo, para “reprocharle su manera de estar” y entonces Juan Cruz notó que “tenía mucho que contar sobre la soledad a la que se había visto abocado”.
“Los que no ganaron la guerra, aunque tampoco la hubiesen perdido, vivieron momentos de mucha humillación”, subrayó Juan Cruz y explicó que eso fue lo que le ocurrió a su padre que “no hizo la guerra pero sufrió lo que pasó después”.
Ojalá octubre' es una obra escrita “sin pudor” y en primera persona y “absolutamente autobiográfica”, en la que “todo es verdadero”, a diferencia de anteriores novelas de Juan Cruz en las que “buscaba ciertas ensoñaciones”.
La memoria está muy presente en la narrativa de Juan Cruz, autor de novelas como La edad de la memoria y El territorio de la memoria, y eso es así porque, explicó, escribe para comprender mejor qué le ha pasado.
“La fuerza de la melancolía me hace reaccionar de uno u otro modo ante los estímulos de la vida”, señaló el escritor tinerfeño y añadió que en su última novela también habla de “la mezquindad tal y como la he vivido”.
Cruz, tras explicar que del presente ya escribe todos los días como periodista, también aportó su particular visión de esta otra faceta suya al señalar que “en España hay un periodismo no compasivo que se alegra del mal ajeno y que ignora la capacidad que debe tener el ser humano de entender los fallos del otro”.
“Los periodistas somos demasiado rápidos desenfundando y aunque creamos que no es así somos francamente imperfectos”, subrayó este periodista que viene desarrollando esta profesión en el diario El País desde su fundación en 1976 (actualmente adjunto a la Dirección). Antes ya había publicado el libro Crónica de la nada hecha pedazos“ (1972).
De esta dilatada trayectoria como escritor y de la vida en su sentido más amplio, Juan Cruz ha extraído la lección de que “cuanto más simple mejor”.
“Estoy harto de engreimientos y fatuidades”, dijo este escritor para quien “si uno no se defiende de sí mismo termina siendo un tipo insoportable”. Quizá esta sea una de las razones por las que Juan Cruz hace también sus pinitos como blogger, ya que, afirmó, “los blogs aportan frescura y autocrítica”.
“Mi ambición de ser más simple está más cerca de cumplirse si persevero en la lectura de los blogger”, dijo Juan Cruz y agregó que, aunque le gusta el tono que adoptan los lectores en su blog, también le “preocupa la preeminencia de los anónimos”.
