La moda elevada a categoría de arte
La vida de uno de los diseñadores más importantes de nuestro tiempo es narrada bajo la óptica del director Jalil Lespert en el film Yves Saint-Laurent. Desde su juventud en la entonces colonia francesa Argelia, pasando por sus comienzos en el mundo de la moda en París y Nueva York, su relación con su socio Pierre Bergé y hasta su muerte en 2008.
Una biografía que pasaría bastante desapercibida para los que somos indiferentes al mundo de la moda y la alta costura pero a la que merece la pena acercarse como nos propone este film, esto es: acercarse a la obra de Saint- Laurent como quien se acerca a una obra de arte pictórica o escultórica, conduciendo la mirada a lo que quiso expresarnos y las manifestaciones emocionales o históricas que se escondían detrás.
Un alma sensible
Detrás de toda obra artística hay una inquietud, un deseo de expresar algo y a veces lo que se expresa es la misma impotencia por no poder expresar ideas y sentimientos de otra forma que no sea el arte. Es el caso del complejo mundo interior de este diseñador francés. La película plantea que Yves Saint- Laurent revolucionó la moda combinando incansablemente su talento con su perseverancia. Para ello se valió de las ideas revolucionarias que sacudían el contexto histórico en el que le tocó vivir: un siglo XX donde de Dior para arriba no había nada en el mundo de la moda. Yves se propone revolucionar el siglo de Dior con estilo propio, diseños masculinos para las mujeres y colores de otros lugares del mundo.
Un actor especial
Además de su parecido físico con YSL es exquisita la sensibilidad que demuestra el actor Pierre Niney en el papel protagonista. Su interpretación es tan dulce y cuidada que el espectador no puede dejar de mirarle en sus gestos y estados de ánimo. Estos estados de ánimo son de todo tipo: euforia, depresión, enfado, desesperación… y en todos ellos el actor da la talla.
El vestido de una época
La película refleja en todo momento como Yves se empapa de todos los fenómenos culturales que están sucediendo a lo largo de su vida. Está a la vanguardia de las expresiones artísticas, gracias a sus cercanas relaciones con artistas como Andy Warhol. La cultura pop causaría un gran impacto en sus diseños e imprimiría la fuerza del color revolucionando todo el concepto de la moda hasta entonces. Para ello, utiliza una obra del pintor Mondrian y la lleva a un vestido que lleva el mismo nombre que el pintor. Ese vestido es el más reproducido de la historia de la moda y sus colores ya son un icono de la unión entre moda y arte. Tal vez ese fue el mayor logro de Yves Saint-Laurent, elevar la moda a la categoría del arte y ser un punto de inflexión entre los grandes de la moda de alta costura. Su legado continúa desfilando por las mejores pasarelas de todo el mundo.