De la ULPGC al Ministerio de Economía por un trabajo sobre la conservación de carreteras

La alumna de la Ingeniería de Obras Públicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Candy García González ha sido contratada para un proyecto de investigación del Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España por la excelencia de su Proyecto de Fin de Título (PFT) presentado en diciembre de 2014 y que recibió por unanimidad del tribunal examinador la calificación de 10 – Matrícula de Honor.

Su proyecto, tutorizado por el profesor Miguel Ángel Franesqui y con la codirección del profesor Jorge Yepes, analiza el riesgo de desprendimientos que soportan las carreteras de nuestras Islas durante crisis sismovolcánicas como las que han tenido lugar en Tenerife (2004) y en El Hierro (2011-2013) y tiene el objetivo de reducir costes y riesgos. El trabajo de García había sido presentado con anterioridad en el Congreso Internacional Georisk-2014, donde tuvo una buena acogida por sus asistentes.

¿Sobre qué iba tu investigación para haber sacado tan buena nota?

Lo que hicimos fue, mediante un software, elaboramos unas gráficas de diseño que se pueden aplicar a los márgenes de carreteras, cunetas, para los desprendimientos de rocas, que es una situación que se suele dar en Canarias cuando hay tormentas, cuando hay vientos, y sobre todo también por movimientos sísmicos. A nosotros los que nos preocupaba era que las rocas no llegaran a la carretera y aparte también analizamos todos los factores que podían influir en el alcance de las rocas. Hicimos por otro lado lo que era el análisis estadístico y gráfico.

¿Tu proyecto era individual?

Lo llevo tutorizado con los profesores. Uno era Jorge Yepes, que era el encargado de la geotecnia, de lo que son los suelos, si es roca dura o roca blanda, y el otro profesor que es Miguel Ángel Franesqui, que era mi tutor titular, él se encargaba del aspecto de carreteras, que era la parte de ingeniería.

¿Por qué se te ocurre a ti estudiar un problema que también afecta a Canarias?

Es un problema muy común. Fue una propuesta que me hicieron mis tutores. Yo quería hacer una proyecto de investigación que fuera diferente a lo que son los proyectos de fin de carrera, que suelen ser de puertos, de construcción, de urbanización… me interesaba hacer algo completamente diferente ya que fuera, en la vida laboral, no me iba a poder dedicar a esto. Entonces salió de ellos y como se basa todo en un estudio que hicieron las agencias de transporte americanas, ellos ya lo hicieron en 2001 y nosotros lo que hicimos fue adaptarlo al tipo de terreno que tenemos aquí, ellos hicieron experimental y nosotros lo hicimos mediante simulación al no tener los medios. Ahora haría falta que las administraciones nos aportaran los datos que ellos tienen de los partes de incidencia y demás para que nosotros calibráramos el programa y obtener resultados más precisos. Lo que hicimos fue a partir de la experiencia de mis tutores y la experiencia previa.

¿Y qué soluciones proponen a estos problemas?

Las soluciones que nosotros proponemos son unas gráficas de diseño que relacionan los porcentajes de acumulación de rocas con unas anchuras de cunetas. Entonces en función del porcentaje de retención que se quisiera tener se tendría que aplicar un porcentaje de anchura determinado. Siempre es una decisión del proyectista, del riesgo que quiere asumir. Si quiere obtener un 80% de retención, pues la distancia que necesita es de tres metros, si quiere un porcentaje mayor tendrá que ampliar esas anchuras. Después proponemos tres tipos de cuentas diferentes: una plana, una de diez grados y otra en torno a los 15 grados de inclinación.

¿Qué diferencia hay entre estos tipos de cunetas?

Por ejemplo, hace muchos años, en 1963, uno de los ingenieros que empezó a investigar el tema de las cunetas, propuso una cuneta muy profunda y ancha, lo que era un riesgo para los coches porque si se salían de la carretera no permitían que se pudiesen incorporar a la carretera e incluso podría provocar el vuelco de los coches que se salían. Una manera de suavizarlo era darle menos inclinación y que no fueran tan profundas. Con diferencias con el estudio americano en el que nos estamos basando, ellos se van a cunetas excesivamente anchas, que se van a lo mejor a 15 metros. Lo que proponemos es una medida pasiva que tiene menos impacto y costes que las pantallas o las mallas, pero no es la única solución que existe y a veces no es la única que puede solucionar el problema porque hay que combinarla con otro sistema, porque a veces no podemos meter una cuneta de cinco metros cuando no nos cabe. Y además, hay que ver que la viabilidad económica en muchos casos. Hicimos una estimación y salió que era más rentable escavar el talud para ampliar las cunetas que ya existen que meter otro sistema. A la larga el mantenimiento de las cunetas es muy bajo porque simplemente es retirar los bloques que caen ahí y ya está, en cambio una pantalla hay que reponerla, y las mallas es el sistema más caro por el montaje de las piezas. Ahí los proyectistas son los que tienen que decidir qué es lo que les compensa.

En Gran Canaria, por ejemplo, se ven bastantes mallas. ¿Es rentable? ¿Qué propondrías?

Por ejemplo la carretera de La Aldea es un tema muy complicado porque es el camino tradicional y se mantuvo ese trazado. En ese caso habría que replantear la carretera por otro lado, si excavamos todo el talud nos llevamos la montaña por delante. En otros casos sí que se puede sobreexcavar el talud porque no son alturas muy grandes o introducir bermas intermedias que hacen unas especie de cunetas más pequeñas para no tener que excavarlo todo.

¿Alguna institución canaria se ha interesado por este proyecto?

A mi presentación vinieron algunos representantes del Cabildo, pero del resto no mucho. Sí que es verdad que en el congreso que estuvimos, los ingenieros civiles que estaban les interesó mucho el tema, y eran de organismos internacionales. Algunos ingenieros eran de Japón y les pareció muy interesante porque era una situación muy familiar debido a los terremotos. Aquí en las islas no se han pronunciado.

¿En qué consiste tu nuevo proyecto de investigación por el que te ha contratado el Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España?

Voy a colaborar ahora en otra línea completamente diferente. Está relacionad con el tema de pavimentos con áridos de aquí de Canarias, que no tiene nada que ver con el tema de las cunetas, no ha sido a raíz de esto, sino que esta investigación la llevan mi tutor, Miguel Ángel Franesqui y mi profesor de apoyo, José Yepes. Ellos vieron que tenía posibilidades y era una persona válida para llevar esta parte. Voy a hacer labores de laboratorio, de campo y de gabinete. Poca gente puede decir que entrega el proyecto y firma.