Los promotores del 18M majorero incluyen el deterioro de las cuevas de Ajuy como ejemplo de turistificación

Los promotores de la Coordinadora Fuerteventura Tiene Un Límite han denunciado este lunes en un comunicado el “lamentable” estado en que se encuentran las cuevas de Ajuy y, que además, “se han convertido en baños públicos de sus visitantes”.

La organización recuerda que dichas cuevas están situadas en el Monumento Natural de Ajuy, patrimonio geológico de importancia mundial, “que periódicamente es visitado por geólogos de todo el mundo para estudiar el complejo basal que después de millones de años afloró en la superficie del mar”. 

Durante una visita reciente, y para conocer de primera mano el estado de dicho entorno y constatar “la mala gestión” a nivel de control y conservación, miembros de la Coordinadora comprobaron la ausencia de vigilancia, donde no hay ningún control de aforo de visitantes, la falta de servicios básicos como baños públicos (excepto los dos que están en la playa en la zona de las duchas), y el deterioro del entorno natural, agravado por comportamientos incívicos de algunos turistas, como “ponerse en riesgo para hacerse selfies en sitios imposibles”. Además, señala la organización, “lo normal es que periódicamente acuda un helicóptero para realizar una maniobra de rescate porque un turista inconsciente”.

En la visita, los miembros pudieron hablar con los vecinos y vecinas, que según estiman, no cuenta con más de 150 personas censadas y que allí viven“, y que mostraron su ”descontento e impotencia al ver que en caso de tener la puerta de su casa abierta, “esta es allanada por turistas que piensan que son restaurantes o baños públicos.

Además, los residentes expresan su “impotencia” ante la pasividad de las administraciones locales, denunciando que sus reclamaciones no son atendidas y que las obras públicas priorizan el turismo sobre las necesidades vecinales. 

Ante esta situación, la Coordinadora llama a la movilización ciudadana y anima a participar en la manifestación Canarias Tiene Un Límite el próximo 18 de mayo, reclamando un cambio de modelo económico y una gestión sostenible que proteja tanto el entorno natural como la vida de sus habitantes.