Los cineastas canarios David Pantaleón y José Víctor Fuentes estrenan ‘Un volcán habitado’ en ‘Visions du Réel’ de Suiza
“Ojalá esta película no existiera. Eso querría decir que todo lo ocurrido nunca habría pasado”. Así de rotundos se expresan José Víctor Fuentes y David Pantaleón, los directores de ‘Un volcán habitado’, cuyo estreno mundial es este lunes en Suiza, en Visions du Réel, Festival Internacional de Cine de Nyon. La película es un largometraje documental sobre la amistad, los habitantes de una tierra volcánica y la fascinación e impotencia ante el asombroso poder de la naturaleza sobre el ser humano. Los directores, junto con el resto del equipo técnico, le han dedicado más de un año y medio de sus vidas para terminar de darle forma.
Los cineastas, ya en Suiza, señalan antes del estreno de esta tarde de lunes que nunca pensaron “estrenar esta película en un festival tan importante. Ha sido un largo camino hasta llegar hasta aquí y queremos disfrutar este gran momento. Ojalá la película tenga un largo recorrido y contribuya a que la gente no se olvide de la importancia del valor de la amistad”.
La película ha sido seleccionada en la 54 edición del festival de cine documental de referencia en Europa, en la sección competitiva Burning Light, centrada en las nuevas tendencias del documental contemporáneo. El certamen tiene a concurso 163 filmes en su programación, provenientes de 46 países. De ellos, tan solo 5 son películas españolas. ‘Un volcán habitado’ llega así por todo lo alto al circuito de festivales en los que continuará su estreno por todo el mundo, hasta su deseada proyección en las salas de cine, plataformas y televisiones.
La historia está narrada a través de los audios de WhatsApp que compartieron el grupo de amigos de toda la vida de uno de los cineastas, durante aquellos momentos en los que la tierra expulsaba fuego. Alejada de la narrativa convencional y del amarillismo del relato mediático, la película rompe cualquier tipo de estereotipo y se centra en cómo un grupo de amigos intenta reconfortarse ante la adversidad provocada por una erupción volcánica. Una de las productoras del filme, Isabel Arencibia, apunta que se trata de “uno de los momentos de amistad entre hombres más íntimos y bonitos que he podido vivir”.
A medida que avanza el metraje, la cinta va mostrando otras personas que viven en ese territorio volcánico, como fiel reflejo del carácter de los moradores de una tierra donde cada cierto tiempo conviven con el poder hipnótico y devastador de la naturaleza. Se convierte así en una retrato colectivo del temple y la capacidad de adaptación de los habitantes de la isla bonita.
Se trata de la segunda película de David Pantaleón, después de su reciente Rendir los machos y la quinta de Jose Víctor Fuentes, después de algunos títulos como A veces el amor, La Luz de Mafasca o 90 minutos and I love you.
David Pantaleón y José Víctor Fuentes, amigos y compañeros de aventuras cinematográficas desde hace más de quince años, no necesitaron nada especial para ponerse de acuerdo, sino que esta película encontrada, cocinada a fuego lento, fluyó naturalmente por sus venas de cineastas comportándose casi como gemelos, ya que se entendían con apenas mirarse y “lo más importante siempre era la película, y nada más”, subrayan. Lo único que tenía claro eran las líneas rojas que nunca quisieron cruzar. Su intención siempre fue alejarse del amarillismo y del sensacionalismo provocado por el drama de la erupción volcánica. “El respeto hacia la gente de La Palma y hacia su dolor estaba por encima de todo”, apuntan los cineastas.
La película prioriza la estética y la imaginación al drama, e invita a un viaje sonoro y pictórico con claras reminiscencias de los artistas románticos europeos de finales del siglo XVIII y principios del XIX. La fascinación e impotencia ante la grandeza de la naturaleza que retrató el alemán Caspar David Friedrich, esa luz cargada de emotividad del inglés William Turner, o la atmósfera apocalíptica de un pueblo herido que expresa Francisco de Goya en sus pinturas negras, se encuentran detrás de los planos de esta película de atmósfera íntima y de corte observacional que se enmarca en la estética de lo sublime y de lo terrible. En palabras de sus directores, “la película recoge la dimensión humana y la dimensión natural de todo lo acontecido durante la erupción volcánica de La Palma. Queríamos retratar al ser humano como una diminuta figura ante la magnitud de la naturaleza, y cómo no nos queda otra que reconfortarnos los unos a los otros, sobrecogernos y asistir con las manos atadas ante el espectáculo de una naturaleza impía”.
La producción de la película corre a cargo de la productora canaria Chukumi Studio, con la producción asociada de Los de Lito Films, Glow Films Entertainment y La Palma Spirit. Para poder llevarla a buen puerto, ha sido pieza clave en todo este proceso, el apoyo del Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de La Palma y de la Mutualidad de la Abogacía. Así como la subvención conseguida en la convocatoria del Cabildo de Gran Canaria y la colaboración del Ayuntamiento de El Paso.
Además, gracias a la participación en MECAS, Mercado de Cine Casi Hecho del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, las productoras conocieron y comenzaron la colaboración con Kino Rebelde, distribuidora y agente de ventas internacional de la película.
Como tantos otras personas del Valle de Aridane, Víctor Cabrera y su familia perdieron su casa durante la erupción del volcán de La Palma en septiembre de 2021. Los azares del destino han hecho que pueda asistir a la premier mundial de la película que protagoniza, en Nyon, Suiza, muy cerca del pueblo donde marchó para rehacer su vida.
Víctor Cabrera asiste al estreno con su esposa Danica Vogt y su amigo Juan Pablo Pérez García. Los tres forman parte de la historia de esta película. Les acompañan en esta premier mundial de ‘Un volcán habitado’ los directores David Pantaleón y José Víctor Fuentes, las productoras Isabel Arencibia y Virginia Park, el creador del diseño sonoro Raúl Capote, el montador Fernando Alcántara y María Vera, la agente de ventas. El equipo ha viajado a Suiza desde Canarias gracias a la invitación del Festival Visions du Réel y al apoyo del Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC).
Así termina o comienza esta historia tan real que parece un sueño. Desde Suiza, en el festival Visions du Réel, se abre hoy una nueva etapa para todo el equipo de la película, porque a pesar de todo, la vida continua.
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