Un “gran remolino oceánico” atrapa al bote educativo 'Buche Salado II' junto a La Palma
El bote educativo 'Buche Salado II' de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) preparado y lanzado hace diez días por alumnos del IES Eusebio Barreto de Los Llanos de Aridane en aguas de Tazacorte, al oeste de La Palma, ha sido atrapado por “un gran remolino oceánico que le ha impedido de momento alejarse de las aguas próximas a la Isla”, se indica en una nota de prensa de Plocan.
El 'Buche Salado II', señala, “lanzado en el marco del programa Educational Passages y del proyecto Interreg Atlantic iFado, que pretende crear servicios marinos a escala regional y subregional, utilizando las aguas atlánticas de la Unión Europea como caso de estudio, ha navegado 250 millas náuticas, unos 460 kilómetros, siguiendo la dinámica del remolino oceánico anticiclónico del suroeste de La Palma, que produce una fuerte corriente marina giratoria en sentido horario”.
Apunta que “la dimensión y la fuerza de la corriente del remolino oceánico, mucho mayor que la superficie de la Isla, ha propiciado la primera lección de oceanografía del 'Buche Salado II': la importancia de la interacción de los remolinos en el medio marino”.
En este escenario marino, añade, el próximo viernes 19 de mayo, alumnos del IES Garoé de Valverde tienen previsto lanzar al mar su bote educativo 'El Hierro-Mar, Salitre y Lava' desde aguas de la Restinga, al sur de El Hierro, “dándose la posibilidad de que los dos botes puedan quedar engullidos por el enorme remolino oceánico y crear una particular 'regata a dos' a merced de las corrientes de dicha estructura, la cual puede permanecer activa durante varios meses”.
La corriente de Canarias, explica, es conocida, entre otros aspectos, por contener “uno de los denominados 'grandes corredores de remolinos oceánicos' en el memisferio norte, los cuales se generan al sur del Archipiélago por la combinación del enorme obstáculo que representan las islas Canarias para las corrientes marinas y los vientos alisios dominantes”.
Los remolinos oceánicos, añade, “hacen emerger de las profundidades nutrientes imprescindibles para que proliferen las microalgas y el plancton ambos base de la cadena alimentaria en el océano, convirtiendo en verdaderos oasis de vida importantes extensiones de agua que, sin su efecto, serian prácticamente desiertos de agua”.
Actualmente, apunta, “hay un remolino anticiclónico de 90 Kilómetros de diámetro (dos veces aproximadamente la longitud de La Palma o Gran Canaria) situado al suroeste de la isla de La Palma”.
Los remolinos oceánicos “tienen propiedades físicas (corrientes) y biogeoquímicas (temperatura, salinidad, oxigeno, pigmentos, etc.) distintas al agua circundante con velocidades promedio diarias de 1,5 metros por segundo en alguna de sus zonas”.
La estructura tridimensional de los remolinos “hace que puedan llegar a profundidades de 500 metros y contener 1.500 kilómetros cúbicos de agua y hacerlos girar a un ritmo promedio de una vuelta completa cada 3-5 días”.
La velocidad vertical “es un factor muy importante en estas estructuras ya que hacen emerger nutrientes de aguas profundas a aguas superficiales donde hay más luz y se desencadena toda la actividad biológica (productividad primaria) con las implicaciones directas que eso tiene, por ejemplo, para la pesca local”.
El 'Buche Salado II', se indica en la nota, porta un GPS que permite monitorizar su ruta en tiempo real a través de la página web de Educational Passages, de forma que los estudiantes puedan conocer las características de las rutas marinas por las que navega, aprendiendo de forma interactiva sobre la dinámica de corrientes oceánicas y vientos.
El objetivo principal del programa Educational Passages “es introducir a los estudiantes en el mundo de las ciencias y tecnologías oceánicas e involucrarlos en el aprendizaje colaborativo a través de experiencias culturales internacionales, y aumentar la comprensión del valor de la hidrosfera como un recurso compartido a través del conocimiento sobre el medio oceánico”.
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