El fotógrafo José Ayut ilustra el calendario 2017 de la capital dedicado a la ilumniación noctura
El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma dedica su calendario 2017 a la iluminación nocturna de la ciudad, con imágenes del fotógrafo José Ayut Santos y referencias a la importancia que tuvo en el siglo XIX el servicio público de suministro de luz artificial en la capital palmera, primera ciudad del Archipiélago en contar con iluminación eléctrica, se informa en nota de prensa.
La concejal de Cultura y Patrimonio Histórico de Santa Cruz de La Palma, Virginia Espinosa, señala que tras la edición en 2016 del calendario dedicado a la última edición de las fiestas de la Bajada de la Virgen, “el Ayuntamiento continúa con esta línea de publicaciones con las que pretende difundir distintos aspectos del rico patrimonio local e insular”. Los calendarios pueden adquirirse al precio de 5 euros en las oficinas del área de Patrimonio Histórico (Biblioteca de Teatro Antonio Abdo, calle Virgen de la Luz, nº8).
Las imágenes que ilustran la publicación corresponden al fotógrafo palmero José Ayut Santos, perteneciente a una saga familiar de fotógrafos profesionales activos desde mediados del siglo XX. Como reportero gráfico de la crónica insular ha colaborado, de manera asidua en los últimos años, en medios de comunicación canarios como Diario de Avisos, El Día, La Palma Ahora y El Apurón o nacionales como El Huffington Post.
Las fotografías de cada mes van acompañadas por testimonios de la época que retratan la introducción de distintos medios de iluminación en el alumbrado público de la ciudad en el siglo XIX. Desde el belmontine, un derivado del petróleo empleado en la red de faroles de Santa Cruz de La Palma en la década de 1860 hasta, por supuesto, la repercusión que a nivel regional alcanzó el encendido eléctrico el 31 de diciembre de 1893.
El calendario 2017 rinde homenaje a esta efeméride, forjada al calor de un tejido comercial eminentemente local que comprendió la necesidad de contar con este servicio, de manera que la costumbre vigente entonces de hacer las compras a partir de la tarde-noche encontrase más atractivo el paseo por las calles y la visión de los escaparates gracias a la invención de la luz artificial.
