Casillas (ULL): el proceso posteruptivo más preocupante del volcán es la desgasificación que se mantiene en La Bombilla y Puerto Naos

El catedrático del área de Petrología y Geoquímica de la Universidad de La Laguna, Ramón Casillas, ha afirmado este martes que el proceso posteruptivo más preocupante en La Palma es la desgasificación persistente que se mantiene actualmente en la zona de La Bombilla y Puerto Naos.

Estas desgasificaciones están asociadas a las grietas que, secuencialmente, se abrieron el 25 de noviembre y el 4 de diciembre del pasado año, relacionadas con la prolongación, desde el extremo más suroriental de la primera alineación volcánica, hacia el oeste-suroeste de una nueva alineación eruptiva, precisa el petrólogo en un comunicado de la ULL.

Asociadas a estas grietas se produce una importante liberación de vapor de agua, CO2, CO, compuestos orgánicos inflamables y SH2 que se difunden en el subsuelo, circulando por las zonas de mayor permeabilidad gases procedentes de un sistema hidrotermal.

El CO2, más pesado que el oxígeno, desplaza a éste en zonas deprimidas, originando zonas anóxicas muy peligrosas, alerta el catedrático, encargado de ofrecer la lección inaugural del acto de apertura del curso en el Grado en Turismo impartido en el Campus del Sur de la Universidad de La Laguna.

Según el investigador, tras un corto pero intenso período preeruptivo, el 19 de septiembre de 2021 se inició una erupción volcánica en La Palma que ha tenido una importante repercusión científica y social.

Recuerda que tuvo una duración de 85 días, la más larga de las acaecidas en la isla en tiempos históricos.

La lava emitida ha cubierto un área algo mayor de 12 kilómetros cuadrados, haciendo desaparecer en esa superficie las edificaciones, las infraestructuras públicas y el terreno agrícola existente antes de la erupción, detalló el científico.

En este sentido, el profesor puntualiza que desde 2017 se habían observado enjambres sísmicos a entre 10 y 30 kilómetros de profundidad, una coyuntura que aconsejó hacer un seguimiento más atento de la zona.

El 11 de septiembre de 2021 la sismicidad aumentó, con seísmos más someros (entre 10 y 12 kilómetros de profundidad) que comenzaron a ser perceptibles por la población.

El proceso preeruptivo fue inusualmente corto si se compara con otras erupciones históricas, ya que apenas duró una semana hasta que, finalmente, el domingo 19 del mismo mes comenzó la erupción propiamente dicha, apostilla.

Se trató de una erupción típicamente fisural, prosigue Casillas, en la que, inicialmente fueron apareciendo pequeñas fisuras de dirección este-oeste, que, en profundidad partían de un dique de dirección noroeste-sureste, con fuerte inclinación hacia del suroeste, dando lugar, con el tiempo, a una alineación eruptiva orientada en esta misma dirección.

El 25 de noviembre se abrieron nuevas fisuras eruptivas relacionadas con la prolongación, desde el extremo más suroriental de la primera alineación volcánica, hacia el oeste-suroeste de una nueva alineación, que, posteriormente sufrió una nueva prolongación hacia el oeste-suroeste, con apertura de nuevas fisuras eruptivas, el 4 de diciembre.

Asimismo, el 28 de noviembre se produjo la prolongación hacia el este de las fisuras eruptivas de dirección este-oeste de la alineación volcánica principal, lo que originó la apertura de nuevos focos en la parte oriental de la base de la alineación de conos de piroclastos, uno de los cuales fue muy activo durante varios días formando un nuevo cono y cráter secundario abierto al este, rememora.

En diferentes momentos de la erupción las lavas llegaron hasta la línea de costa, dando lugar a la formación de cuatro deltas de lava que se fueron sucediendo en el tiempo y que hicieron que la tierra ganara al mar unas 48 hectáreas, subrayó el experto.

El proceso preeruptivo, eruptivo y posteruptivo vino acompañado por una intensa actividad sísmica, con una magnitud máxima de sismo de 5,1 mbLg, terremoto ocurrido el día 19 de noviembre de 2021 y deformaciones en el terreno.

Por otro lado, durante el proceso eruptivo, y, en menor medida, el posteruptivo, se emitieron importantes cantidades de gases a la atmósfera (principalmente vapor de agua, CO2 y SO2).

A su juicio, uno de los procesos más espectaculares que se dio fue la formación de grietas en las que se produjo la salida o surgencia de la lava, como las que se abrieron el 25 de noviembre, en la zona del Corazoncillo, o el 4 de diciembre, al oeste del cementerio de Las Manchas, relacionadas con la prolongación, desde el extremo más suroriental de la primera alineación volcánica, hacia el oeste-suroeste, de una nueva alineación eruptiva, aseveró el catedrático.