La zona arqueológica de Acusa (Gran Canaria) se convierte en Bien de Interés Cultural
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 11 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Canarias ha aprobado el proyecto de decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Zona Arqueológica, La Mesa de Acusa, localizada en el término municipal de Artenara, en Gran Canaria. Asimismo procede a la delimitación de su entorno de protección que atiende a criterios que responden a un concepto de globalidad y que ocupa un área de cerca de 264.000 metros cuadrados.
La Zona Arqueológica de Acusa se localiza en el área Noroeste de la Cuenca de Tejeda, teniendo como unidad natural de acogida una gran meseta rodeada de fuertes escarpes en todas sus vertientes, a excepción de su extremo más septentrional. Un conjunto en el que se alcanza una cota máxima de unos 990 metros sobre el nivel del mar y que geográficamente se encuentra delimitado por el barranco de Tejeda al sureste y los barrancos de Silo y del Merino al Noroeste.
Este complejo arqueológico constituyó uno de los núcleos poblacionales de los antiguos canarios más importante de los emplazados en la Cuenca de Tejeda, como así lo atestiguan la gran cantidad de evidencias muebles e inmuebles reconocibles en buena parte de este territorio. Cuevas de habitación, graneros, enclaves sepulcrales, etc., con un grado desigual de conservación, se distribuyen por diversas zonas de Acusa, resaltando los notorios valores de este espacio. Una riqueza que se ve incrementada incluso por el hecho de que algunas de estas manifestaciones han sido reutilizadas hasta época reciente, erigiéndose en un ejemplo de pervivencia de emplazamiento poblacional.
La Vega de Acusa, por su localización, orografía y morfología, ofrece unas condiciones idóneas para el desarrollo de las prácticas agrícolas y ganaderas, lo que ha favorecido el asentamiento humano en este entorno a lo largo de los siglos.
A ello ha de añadirse que constituye un espacio altamente estratégico, con un importante dominio visual sobre su entorno y, especialmente, sobre diversas vías que comunican la costa con el interior de Gran Canaria.
ESENCIALMENTE TROGLODITA
Los espacios de asentamiento en Acusa presentan un carácter esencialmente troglodita, localizándose un importante número de cavidades, la mayor parte de las cuales fueron labradas artificialmente por la población prehispánica. Los núcleos habitacionales más relevantes fueron los de Fortamaga y el Hornillo en el sector S-SW de Acusa, y La Candelaria, el Álamo y Acusa Seca en la fachada E-SE del conjunto.
Como norma, las cuevas artificiales de habitación poseen una planta central de morfología cuadrangular, a la que se añaden una o varias estancias, a la par que otras estructuras excavadas (hornacinas, alacenas, etc.), cuya funcionalidad suele asociarse al desarrollo de las actividades domésticas que allí tenían lugar. El cerramiento de dichas cavidades se llevaría a cabo mediante muros de piedra y la disposición de puertas de madera, técnica ésta que se ha mantenido en las oquedades históricamente reutilizadas en Acusa.
Según algunos autores, a juzgar por los restos de pintura documentados en algunas de estas cuevas artificiales de La Candelaria y El Álamo, podría suponerse que todas o algunas de estas cavidades habitacionales se encontrasen ornamentadas mediante la aplicación de pigmentos, bien describiendo zócalos o bien cubriendo la totalidad de la cámara mediante diversas técnicas.
No obstante, lo que sí es cierto es que el Conjunto de Acusa concita un importante número de cuevas artificiales pintadas, las cuales, y según la vigente Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, merecen el máximo grado de protección que reconoce dicha norma.
Como sucede en numerosos asentamientos prehispánicos de Gran Canaria, y especialmente en los de la Cuenca de Tejeda, en Acusa también se registra una asociación entre las cavidades habitacionales y áreas de graneros excavados artificialmente en los mismos soportes geológicos. Estos silos se ubican normalmente en zonas elevadas, de fácil protección y están dotados con un número variable de cubículos destinados al almacenamiento. El granero de mayores dimensiones del conjunto de Acusa es el de El Álamo, excavado en un fuerte farallón natural entre Acusa Seca y La Candelaria.
En la zona correspondiente a las cotas más elevadas de la Mesa de Acusa, en clara asociación espacial a los enclaves habitacionales, se han documentado numerosos recintos funerarios. La totalidad de ellos, de carácter colectivo, tienen como espacio físico de acogida cavidades naturales de desigual tamaño y morfología.
En estas cuevas sepulcrales de Acusa se han documentado restos antropológicos con signos evidentes de momificación, así como evidencias correspondientes a las envolturas funerarias realizadas en tejidos vegetales, junto a otros elementos destinados al acondicionamiento del depósito funerario también confeccionadas en materias vegetales.
Dentro de la Zona Arqueológica de Acusa, en un ámbito de granero, se registra un espacio que ha sido interpretado por algunos autores como un lugar dedicado a las prácticas culturales. Se trata de una cavidad artificial, localizada en el segundo nivel del conjunto de La Candelaria, y en cuyas paredes se pintó un punteado en blanco, figuración que le ha proporcionado la denominación de “Cueva de las estrellas”.
A las cuevas que integran el conjunto de Acusa, han de añadirse algunas estructuras de piedra, como es el caso de una posible construcción habitacional y un túmulo localizados en las proximidades de El Álamo. Las construcciones en piedra seca están presentes en todo los espacios reutilizados de Acusa, bien formando parte de los ámbitos habitacionales o de otras estructuras de funcionalidad diversa (hornos, caminos, etc.).
MANIFESTACIÓN CULTURAL
El conjunto de Acusa constituye uno de los más importantes ejemplos de la realidad prehispánica de Gran Canaria, concitándose en sus límites una gran cantidad y diversidad de manifestaciones culturales como muestra evidente de esta circunstancia.
Los criterios utilizados para la delimitación del Bien de Interés Cultural de la Zona Arqueológica de Acusa responden, en primer lugar, a un concepto de globalidad que pretende dar cabida tanto a las diversas unidades de interés arqueológico, en este caso las cavidades artificiales (habitacionales, graneros, etc.), oquedades funerarias, pinturas rupestres y materiales dispersos en superficie, como al sentido de unidad que rige un asentamiento humano de la entidad de Acusa.
A tal efecto, los límites de un conjunto como el descrito no pueden restringirse al área definida estrictamente por el emplazamiento físico de los espacios habitacionales, sino que ha de valorarse igualmente la interrelación existente entre ellas y el entorno natural en el que se inscriben. De este modo, se ha delimitado una amplia zona que acoge los diversos conjuntos que unitariamente integran y definen Acusa como unidad histórica, y el conjunto de los elementos muebles e inmuebles que lo componen. Así se concibe la protección unitaria del conjunto de las evidencias que testimonian culturalmente a las poblaciones prehispánicas de Gran Canaria, en la diversidad de manifestaciones que les confieren singularidad histórica.