El aeropuerto de La Palma cumple 40 años

El aeropuerto de La Palma cumple cuarenta años y lo hace mirando al futuro en plena remodelación. Mirar atrás en el tiempo supone rescatar multitud de anécdotas que dieron comienzo en 1955, también año de Bajada de la Virgen, cuando entró en funcionamiento el aeropuerto de Buenavista, en Breña Alta.

Cinco años antes, en 1950, el entonces alcalde de la Villa de Mazo, Toribio Brito de Paz, había ofrecido los terrenos en el municipio para la construcción del aeropuerto. Una oferta que fue rechazada en un principio para convertirse en realidad veinte años después.

Según cuenta el historiador palmero Juan Carlos Díaz Lorenzo, “se cumplen cuarenta años del aeropuerto actual pero, si sumamos el aeropuerto de Buenavista, tenemos que remontarnos al mes de junio de 1955”. Entonces, “un aeropuerto de circunstancias que, en muy poco tiempo, evidenció que la decisión adoptada no había sido la adecuada”. La pista, de tierra, se encharcaba con las lluvias haciendo impracticable aterrizajes y despegues.

Esta situación provocó el cierre del aeropuerto y la incomunicación aérea de la Isla desde finales de 1.955 hasta 1.958 para poder hacer frente a las obras de asfaltado de la pista. Mientras tanto, el aeropuerto de Buenavista continuaba operando con un vuelo que llegaba a La Palma tres veces por semana “con un DC-3 de veinticuatro asientos que no siempre podía aterrizar” por las condiciones meteorológicas.

Incluso este aeropuerto registró un incidente el 5 de enero de 1970, cuando un Fóker 27 de la compañía Iberia “saltó y le faltó pista para aterrizar”. Afortunadamente, sólo se registraron heridos leves pero este hecho aceleró la puesta en marcha del nuevo aeropuerto. En 1961 el aeropuerto de Buenavista registraba cuatro mil pasajeros anuales, una cifra más que considerable para la época.

Vuelo inaugural

Fue el 15 de abril de 1970 cuando se inauguró el actual aeropuerto. Aquel primer vuelo fue protagonizado por “un Foker F27 de Iberia con cuarenta y cuatro asientos que hizo el vuelo desde Tenerife Norte hasta el aeropuerto de Buenavista” tal y como estaba programado. Esa misma tarde, el mismo avión, realizaba el vuelo inaugural al nuevo aeropuerto de Mazo.

Fue todo un espaldarazo para las comunicaciones de La Palma. De los cuatro mil pasajeros en 1961 se pasó a cien mil en 1970. Y poco después, en octubre de 1971, entraba en erupción el volcán Teneguía que supuso, además, una atracción. La ya desaparecida compañía Spantax, programaba vuelos chárter a la Isla con el atractivo de sobrevolar el volcán para ofrecer una panorámica espectacular a los pasajeros.

En más de una ocasión se ha hecho referencia a las especiales dificultades que ofrece este aeropuerto en las maniobras de aterrizaje. El propio Juan Carlos Díaz Lorenzo reconoce que “tiene su miga” pero reconoce “la elevadísima profesionalidad de los pilotos que conocen este aeropuerto y que ofrecen total garantía y la de los que no conocen el aeropuerto pero que siguiendo las cartas de aeronavegabilidad toman tierra con total seguridad” y apunta que el aeropuerto de La Palma “es un aeropuerto blanco, como se dice en el argot aeronáutico, en el sentido de que nunca ha tenido accidentes”.

Hoy son más de un millón de pasajeros los que pasan por el aeropuerto de La Palma cada año. Una cifra que se espera duplicar una vez concluyan las obras que se están llevando a cabo y que supondrán una ampliación de la pista y una nueva terminal con capacidad para dos millones de viajeros anuales.

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