Un balneario de pago, deficitario y con licencia caducada

Diana Mendoza / Diana Mendoza

Duchas situadas en la playa frente al Balneario.

“Si la Playa de Maspalomas tiene la bandera azul es que cumple todos los requisitos en cuanto a la calidad medioambiental de sus aguas y a los servicios de seguridad, limpieza, mantenimiento y sanidad”. Es la respuesta tajante del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana respecto a la situación de la Playa de Maspalomas, dónde desde hace tres días no funciona el suministro de agua. “Las quejas de los turistas son constantes, no tienen dónde ducharse y quitarse la arena, nos dicen que si no nos da verguenza” comenta un operario del puesto sanitario de la Cruz Roja situado al lado de las duchas. “Y no sólo eso, nosotros no tenemos agua tampoco en el puesto para poder atender a los usuarios que vienen con heridas, que han sufrido un desvanecimiento o cualquier tipo de incidencia” añade. Dése cuenta que no estamos hablando de cualquier playa, por aquí pasan cuatro mil personas diariamente y este problema es continuo. La respuesta del Ayuntamiento es que están trabajando en ello, que ya tienen el informe”.

No es el único problema que tiene la Playa de Maspalomas. Desde hace más de un año, el balneario ofrece un servicio deficitario. El elevador eléctrico que permite acceder a las personas discapacitadas a los aseos, situados en la planta baja, está roto. “Hemos tenido problemas con el suministrador de repuestos porque se trata de un elevador muy antiguo. Espero que en los próximos días se puede solucionar” responde el concejal de Turismo y Seguridad Ciudadana, José Carlos Álamo. “Tenemos continuamente problemas con personas con dificultades que no pueden hacer uso de los baños. Nosotros no podemos bajarlos de ninguna forma porque muchos de ellos son personas obesas de hasta 120 kilos” comenta la beneficiaria de la concesión administrativa a la que el Ayuntamiento ha cedido el usufructo del balneario, que no quiere que trascienda su nombre. “Lo único que te puedo decir es que se llevaron la plataforma para arreglarlo, tengo la factura y cuesta 1.900 euros. Yo tengo que aportar la mitad del dinero y lo tengo, no es por mi culpa que no se haya solucionado el problema”, comenta con cierto temor la joven.

El elevador eléctrico replegado en un extremo de la escalera por la que se accede a los baños.

La Playa de Maspalomas renovó el pasado mes de junio la Bandera Azul que mantiene desde 1990 y que premia la calidad medioambiental de sus aguas y sus servicios. La Bandera Azul es una ecoetiqueta selectiva concedida por la Federación Europea para la Educación Ambiental (FEEE) que en Canarias se gestiona en colaboración con la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias a través de la Dirección Generación de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud. A lo largo de 25 años de trayectoria, la Bandera Azul ha ido perfeccionando sus métodos y endureciendo progresivamente los criterios de concesión. Este programa internacional, reconocido e instaurado en 74 países, supone una garantía de calidad sanitaria y ambiental, cuidado del entorno, accesibilidad y servicios y un nivel de calidad del agua modélico.

Lo que no son “modélicos”, sin embargo, para los miles de personas que transitan a diario la playa son los servicios relacionados con el balneario, que dejan mucho que desear. “Cada momento tenemos un espectáculo organizado en pleno paseo porque un cliente no ha pagado los 0,50 céntimos que cobran por utilizar los aseos” señala otro operario de la Cruz Roja que tampoco quiere que se desvele su identidad. “Es frecuente que intervenga la Policía porque la dueña sale corriendo detrás de los clientes que no le pagan gritando en medio de los bañistas, realmente es muy desagradable y tercermundista en una zona rodeada de hoteles de lujo”, comenta este profesional del Salvamento.

“Nosotros no entendemos por qué en un balneario municipal se cobra a los usuarios, además los baños están claramente obsoletos y tampoco nos parece lógico que si la vigilancia en Playas se mantiene hasta las 19:00 horas, ellos cierren a las 17:00” añade con indignación. “Se otorgó la Bandera Azul a la Playa de Maspalomas pero no creo que tuvieran en cuenta el balneario”, concluye este miembro de la Cruz Roja.

Jesus Marichal, el propietario del restaurante La Bodega, situado a escasos metros del balneario, es uno de los afectados por el pago obligatorio en los baños. “Continuamente los bañistas y las personas que frecuentan la zona hacen uso de los aseos situados en mi restaurante”, -donde es necesario también utilizar una escalera para acceder a ellos, como en casi toda la zona-. “No me molesta porque yo trato de ofrecer la mejor imagen, no sólo en mi restaurante sino en todo mi entorno, si no consumen en ese momento, no importa, el buen servicio y atención puede que les haga volver en otra ocasión”, concluye Marichal.

Entrada al Balneario Municipal situado en la rotonda del Centro Comercial Oasis.

El portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, David Delgado, sostiene que la concesión administrativa del balneario está caducada desde hace más de diez años. “No nos consta que el Ayuntamiento esté moviendo el expediente de concesión para sacarlo a contratación” afirma Delgado. “Creemos que es lamentable que en una zona que tiene que aspirar a la excelencia turística, más cuando recientemente renovamos la bandera azul, el balneario esté ofreciendo un servicio deficitario, el Ayuntamiento es cómplice de esto”, concluye el portavoz del grupo socialista en el Consistorio sureño. Para Delgado el hecho de que esté en proceso de ser aprobado por el Gobierno de Canarias la declaración de Bien de Interés Cultural en la zona del Palmeral “no es óbice para que se mejore una infraestructura como el balneario por la que pasan diariamente los usuarios de la playa y que tiene que mejorar desde el punto de vista estético y funcional”.

Un Oasis “obsoleto”

Vista aérea del Centro Comercial Oasis.

“Si no hubiese sido por el BIC ya hubiese sido demolido el Centro Comercial Oasis. Todo está paralizado”. Es la respuesta del presidente de la Asociación de Empresarios del Centro Comercial Oasis, Antonio Pérez, respecto a la situación de un inmueble obsoleto, -del que forma parte la rotonda en la que está ublicado el balneario municipal-, y del que se lleva años hablando sobre su renovación. “Nosotros teníamos una ficha técnica con Gesplan”, comenta el empresario respecto al acuerdo con la empresa pública del Gobierno de Canarias que gestiona el Plan de Modernización de San Bartolomé, “por la que fijamos el retranqueo seis metros hacia el interior de los locales y que los propietarios ganaríamos el 60% de edificabilidad”.

Sin embargo, la Ley de Patrimonio de Canarias, la que regula el BIC, cuyo expediente se inició en mayo, tiene mayor rango normativo que el Plan de Modernización de San Bartolomé, al que se acogieron los empresarios del Centro Comercial Oasis para acelerar los trámites. Por este motivo, la tan “ansiada renovación” va a tener que seguir esperando.

Según el Cabildo de Gran Canaria, el expediente por el que se ha incoado Bien de Interés Cultural la zona del Oasis está en fase de información pública. Una vez que se presenten las alegaciones pertinentes, el expediente se elevará al Gobierno de Canarias, que tendrá un plazo de un año para pronunciarse sobre el mismo.

Desde Gesplan abogan por explorar alternativas que permitan adelantar el inicio de las obras de rehabilitación en el Oasis, un planteamiento que cuenta con el respaldo de los principales propietarios del centro comercial y del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.

Por su parte, la cadena hotelera RIU, -principal damnificada por el expediente del Cabildo-, también trabaja en el diseño de una pieza arquitectónica homogénea, en consonancia con la propuesta de la nueva edificación comercial, aún en trámites, y apoya al Gobierno Canario y al Ayuntamiento de San Bartolomé en la batalla que ambos libran contra el Cabildo para acelerar la rehabilitación.

Pese a que desde la institución insular consideran que los proyectos que estaban en marcha como el del Centro Comercial Oasis y el que Satocan pretende realizar sobre la cubierta del aparcamiento de Maspalomas, podrían seguir adelante, la sensación entre los empresarios del Oasis es de parálisis total. “Todo está parado y nosotros esperábamos como agua de mayo esta renovación. Algunos locales registran pérdidas de más del 50%, lo que supone más de 1.000 euros diarios, el todo incluido nos ha hecho mucho daño y nuestra oferta no es competitiva” concluye Pérez.

Por el momento, la “deseada renovación” tendrá que esperar a que se apruebe el Plan Especial que elaborará el área de Patrimonioo del Cabildo cuando sea aprobada finalmente la declaración de Bien de Interés Cultural para “este paraje natural e histórico del Sur de la Isla”.

Etiquetas
stats