El deslinde de Palm-Mar afecta a 87 propietarios
La Dirección General de Costas ha dado el primer paso para fijar el nuevo deslinde que transcurre entre la playa de El Callao y la urbanización El Palm-Mar en el municipio de Arona. Se trata del último grupo de delimitaciones que queda por aprobar en la isla de Tenerife. En este caso se ven afectados 87 propietarios de 24 parcelas entre los que se encuentra el propio Ayuntamiento y algunas promotoras inmobiliarias y cadenas hoteleras. A lo largo de más de un kilómetro de recorrido se ha fijado una anchura para la zona de servidumbre de 20 metros al tratarse de una zona urbana. El nuevo deslinde se sitúa inmediatamente después de la playa de Los Cristianos y tiene su inicio en la montaña de Guaza, donde está prevista la construcción de un paseo cuyo inicio se ha anunciado varias veces como inmediato.
Costas también ha transmitido al Ayuntamiento de Arona que solo va a permitir en este tramo del litoral la ejecución de una actuación “blanda”, que consistiría en una pequeña regeneración de la playa de manera que no se va a colocar arena ni ampliar el dique. Por ello solo se llevará a cabo la limpieza de las piedras y de callaos grandes; además de crear una especie de solario y construir un acceso al muelle. La Dirección General de Costas quiere mantener este paraje dentro de los parámetros de naturalidad que tiene en la actualidad y sólo permitirá una pequeña regeneración de este tramo del litoral. Aparte de todo ello las restricciones presupuestarias hacen muy complicado ejecutar obras de mayor calado.
Desde el organismo estatal se indica que en estos momentos apenas quedan nueve delimitaciones más que fijar en toda la isla. En el caso de que este última que ahora ha salido a información pública la importancia es que se sitúa en una zona turística que se encontraba en estado de casi absoluto abandono como ocurre con la urbanización El Palm-Mar construida hace veinte años. Sin embargo, hasta hace poco tiempo no se han retomado las obras para construir las aceras, el alcantarillado e instalar los puntos de luz y se han venido ocupando las viviendas que hasta ahora han permanecido deshabitadas. Así, la población ha aumentado en los últimos años de los apenas 200 habitantes que se contabilizaban en el año 2000 a los cerca de 1.500 que existen actualmente.
Pese a su cercanía al principal núcleo turístico de la isla en Palm-Mar, prácticamente no existen aceras o las que hay presentan agujeros y el lugar carece de zonas verdes. Igualmente, los vecinos en numerosas ocasiones se han quejado de que no hay ni siquiera marquesinas para esperar las guaguas ni contenedores de basuras en muchos de sus puntos. La urbanización ha ocupado también su espacio dentro del caso Arona por la concesión de al menos tres licencias que han sido cuestionadas al invadir el espacio protegido de la Montaña de Guaza. El plan parcial de El Palm-Mar también ha sido objeto de investigaciones judiciales por el supuesto trato de favor que recibieron los redactores por parte de una de las empresas propietaria de terrenos que igualmente está afectada por la nueva delimitación de Costas.