Los cargos que se imputaron a Celso Perdomo y que ahora se mantienen son los de malversación de caudales públicos, cohecho, tráfico de influencias y facilitar información privilegiada, y los de Mónica Quintana malversación de caudales públicos y cohecho. A Honorato López, el juez lo imputó por presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias, mientras que a los empresarios se les atribuye un supuesto delito de cohecho.