Canarias da menos ayudas de emergencia social por habitante que la media del país
Canarias es de las Comunidades Autónomas que menos ayudas de emergencia social dio en el año 2013 tras los datos dados a conocer por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Son ayudas dirigidas a aquellas personas y unidades de convivencia que cubren necesidades sociales básicas (comida, vestido o alojamiento) y atienden situaciones de urgencia o exclusión social.
Así, según han explicado desde la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, la cuantía media por titular de las ayudas de emergencia social en España es de 267 euros al año y la media del país es de 14 perceptores por cada mil habitantes. En Canarias los perceptores de ayudas no llegan a los tres perceptores por cada mil habitantes (2,8). En el otro lado están Andalucía con 34,7 perceptores por cada 1.000 habitantes y la Comunidad Valenciana con 15,6.
A pesar del incremento de necesidades básicas de las personas y familias, en 2013 el presupuesto destinado a estas ayudas por las Comunidades Autónomas fue de 117,5 millones de euros, un 28% menos que en 2010, cuando se destinaron 162,5 millones de euros. Destaca la gran desigualdad entre gobiernos autonómicos en cuanto a perceptores y gasto.
El gasto medio por habitante y año para toda España es de tres euros. Murcia y la Comunidad de Madrid son las que menos presupuestos dedican a estas ayudas, con 0,50 euros por habitante al año. Estados dos comunidades son además las que han reducido este presupuesto en 2013 en relación con 2012, “a pesar del notable incremento de necesidades de subsistencia que se ha registrado y que afecta, de manera muy especial, a esas regiones”.
Desde la Asociación aseguran que con estos datos pueden valorar “el esfuerzo que realizan los diferentes Gobiernos de las Comunidades Autónomas en lo que podemos considerar la prestación que responde a las necesidades más básicas de sus ciudadanos/as, cuando la carencia de recursos es más acusada y no llegan el resto de subsidios o prestaciones. Por ello constituyen un buen indicador para valorar en qué medida estos Gobiernos son sensibles al sufrimiento de quienes carecen de lo más básico, o los abandonan a expensas de iniciativas caritativas que pueda poner en marcha la propia ciudadanía”.