La Casa Maday comienza a acoger mujeres víctimas de violencia de género en Gran Canaria

La Casa Maday, en Gran canaria, ha comenzado este martes a acoger mujeres, a sus hijos e hijas, víctimas de violencia de género con problemas de adicciones. Este proyecto tiene como objetivo ofrecerles a estas familias la atención más especializada posible. Así lo ha asegurado la Consejera de Igualdad, Diversidad y Transparencia del Cabildo de Gran Canaria, Sara Ramírez, quien visitó el centro con el fin de “conocer directamente la implementación de los servicios con los que cuenta la Red Insular de Atención a Víctimas de Violencia de Género, especialmente en esta Casa donde se ofrece un espacio de seguridad y autonomía para víctimas de violencia de género y recuperación de sus problemáticas de adicciones”.

La consejera ha estado acompañada por el Presidente de la Fundación Yrichen, Jorge Hernández, y por el equipo de la Fundación durante su recorrido por las instalaciones, de las que no se desvelará su ubicación por motivos de seguridad de las mujeres víctimas de violencia de género, explica el Cabildo de Gran Canaria en un comunicado. Asimismo, la Corporación señala que Ramírez ha podido conversar con las profesionales que tratarán directamente con las residentes y conocer los recursos de los que dispone esta casa terapéutica para superar este proceso al que se enfrentan las mujeres.

Este recurso alojativo se presentó en julio conjuntamente con el Instituto Canario de Igualdad, que financia parte del proyecto, y que desde este mes de octubre estará operativo para empezar a acoger a mujeres víctimas de la violencia de género y con problemas de adicciones. La Fundación Canaria Yrichen, que cuenta con una amplia experiencia ayudando a personas a superar sus adicciones, será la responsable de esta doble intervención a las residentes y sus familiares, indica la Institución en el escrito.

Durante su estancia en esta casa terapéutica, que responderá a las necesidades habitacionales de las víctimas, se les proporcionará atención personalizada en el ámbito educativo, psicológico y médico, además de recursos jurídicos y económicos que cubran las necesidades específicas de las mujeres que así lo requieran.