Por pasear con una gallina, montar una juerga en una piscina o “porque quiero”: 30 días de violaciones al confinamiento en Canarias

Agentes de la Guardia Civil apostados en la autopista del sur TF 1 en Tenerife para hacer controles de vehículos el Viernes Santo.

Natalia G. Vargas

Las Palmas de Gran Canaria —

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Pasear a una gallina, organizar una fiesta con música y alcohol en una piscina, “ponerse moreno” o “porque quiero” son algunas de las justificaciones que han buscado en Canarias los infractores del confinamiento para desobedecer, incluso en más de una ocasión, las medidas establecidas con el propósito de contener el coronavirus, que ha acabado con la vida de 104 personas en las Islas y de 18.056 en toda España, según los últimos datos conocidos este martes. Desde que el 14 de marzo el Gobierno de España declarara el estado de alarma, hace ya un mes, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han detenido en el Archipiélago a 296 personas y se han cursado 26.899 propuestas de sanción por incumplimiento de las restricciones a la movilidad establecidas en el Real Decreto 463/2020 para hacer frente a la crisis sanitaria. El profesor de Antropología de la Universidad de La Laguna José Antonio Batista explica que “no todo el mundo asume los principios de autoridad igual”: “Hay quienes dirán que el Gobierno no es nadie para decidir lo que puede o no hacer y que su libertad está por encima”.

De acuerdo con el experto, muchos de quienes priorizan su interés personal respecto a la salud pública entienden que “no pasa nada por ir solo a una playa desierta”, ya que el objetivo de la norma es evitar las aglomeraciones para contener los contagios: “No asumen que el propósito va más allá, y que si todo el mundo pensara igual estarían las calles y las playas llenas de gente”. Uno de los primeros episodios de desobediencia lo protagonizó un alto funcionario de Canarias y simpatizante de Vox, el jefe de Sección de la Intervención General del Gobierno, Rafael Díez Folgueras. Un día después de que comenzara el aislamiento, el infractor presumió en sus redes de salir a pasear por La Laguna: “Yo me quedo en casa si quiero, un abrazo a todos”. La Policía Local de la ciudad tinerfeña procedió a elevar una denuncia a la Subdelegación del Gobierno y las críticas masivas por parte de la población lo forzaron a pedir disculpas a través de otro vídeo.

Saltarse las recomendaciones para contener el virus y publicarlo en Internet ha sido una práctica frecuente en este mes de confinamiento. El profesor de Antropología subraya el carácter exhibicionista de la sociedad actual a través del uso de las plataformas sociales: “Los likes se han convertido en marcadores de éxito”, asevera. Sin embargo, en un contexto en el que está en juego la salud pública, generan “rechazo en el resto”. “Amargados están todos. Ustedes van a llegar todos gordos y blancos al verano y yo voy a llegar morenito y fuerte. Es lo que hay. Al que le pique que se rasque”, alardeaba un joven de Tenerife en un vídeo en directo de Instagram mientras caminaba por la playa. Poco tiempo después, fue arrestado por la Guardia Civil. En Lanzarote, un hombre de 51 años residente en el municipio de Yaiza fue denunciado por infringir el confinamiento para pasear a una gallina con una cuerda, grabarse y colgar un vídeo en redes. Una infracción que puede costarle una multa de entre 601 y 30.000 euros.

En Gran Canaria, la Guardia Civil, la Policía Local y agentes del Ejército tuvieron que intervenir para frenar una pelea multitudinaria en Vecindario, arrestando a 18 jóvenes y requisando varias armas, entre ellas un machete, tras la llamada de varios vecinos de la zona. Al menos uno de ellos tuvo que ser trasladado a un centro sanitario por presentar heridas leves. Asimismo, hay quienes se han saltado el confinamiento hasta siete veces. Es el caso de un hombre de 37 años que ha sido condenado a 17 meses de cárcel en Tenerife, la Isla que suma más contagios. El fallo detalla que el investigado tiene una discapacidad del 65%, pero “no consta que disminuyese sus facultades intelectivas”.

 

Semana Santa

Semana SantaLa coincidencia de la Semana Santa con el confinamiento llevó al Ministerio del Interior a reforzar los controles  para evitar los desplazamientos masivos propios de estas fechas a segundas residencias, excursiones a las playas y otras actividades no permitidas como la pesca o las acampadas. La Guardia Civil incorporó a sus métodos de vigilancia helicópteros y drones. Varias personas han sido ya denunciadas desde el aire. En Fuerteventura, la Benemérita localizó a tres personas tomando el sol en la playa de Majada de Cabras. Además de recibir una propuesta de sanción por desobedecer el confinamiento, también infringieron la Ley de Costas por estar en una zona prohibida.

El Jueves Santo la Policía Nacional tramitó 98 detenciones y 11.100 sanciones en Canarias. El Viernes Santo, varias personas adultas y también menores de edad celebraron una fiesta en un colegio de La Laguna, cedido al conserje como vivienda, con bebidas alcohólicas, música y hasta castillos hinchables. La Policía Nacional procedió a realizar propuestas de sanción a los cinco adultos, que se enfrentan a multas superiores a 601 euros.

En el conjunto del país, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han llevado a cabo 4.547 detenciones y 527.173 propuestas de sanción en el primer mes.“Parece que hay quienes se creen impunes en horario nocturno. El maldito virus no entiende de horarios, y la Policía Nacional tampoco. No podemos relajarnos cuando llevamos tanto terreno ganado”, ha subrayado en rueda de prensa este martes la comisaria principal de la Policía Nacional, Pilar Allué, quien ha destacado también que con el paso de los días la población española ha mostrado cada vez más sensibilización.

En la misma comparecencia, los portavoces del Ministerio del Interior han subrayado que el Real Decreto “es claro”. En su artículo 7, limita la libertad de circulación de las personas al desplazamiento para adquirir alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad; asistencia a centros sanitarios; los movimientos para ir al trabajo; desplazamiento a entidades financieras y de seguros; por causa de fuerza mayor o situación de necesidad, para volver a casa, asistir a mayores, menores, dependientes o personas con discapacidad. Además, deben realizarse de forma individual salvo que se acompañe a este último colectivo.

Desobedecer estas normas puede acarrear desde multas de 100 euros hasta penas de tres meses de cárcel por un delito de desobediencia y de cuatro años por un atentado a la autoridad. Las sanciones manejadas por las fuerzas de seguridad se apoyan en la Ley de Seguridad Ciudadana o ley mordaza, la de Salud Pública, la de Protección Civil y el Código Penal. Así, quienes incumplan las medidas pueden enfrentarse a multas de hasta 30.000 euros por no identificarse ante un agente o 60.000 por conductas que pongan en riesgo la salud de la población.

Durante esta cuarentena, no solo han sido sancionados los infractores del confinamiento. El Juzgado de lo Social número 8 de Las Palmas de Gran Canaria condenó el 25 de marzo a la empresa subcontratada por el ayuntamiento capitalino para asistir a domicilio a personas dependientes, Ciece S. A., a pagar 1.000 euros por cada día que pasara sin entregar mascarillas, guantes, geles desinfectantes y batas desechables a toda la plantilla. 

Violencia machista

Violencia machistaDurante este primer mes de confinamiento, más allá de la desobediencia a las normas del estado de alarma, las condenas y detenciones por violencia machista no han cesado. El pasado 8 de abril, un hombre de 25 años, R. S. S., fue condenado por el Juzgado de guardia número 3 y el de Instrucción número de 2 de Telde, Gran Canaria, a doce meses de cárcel por golpear a su pareja durante la cuarentena. Dos días más tarde, en Tenerife, agentes de la Policía Nacional detuvieron en la capital a un hombre después de que su pareja emitiera en tan solo tres minutos dos avisos de alerta a través de la aplicación Alertcops. La mujer subrayó que sufría malos tratos desde antes de que se decretara el estado de alarma y que el maltratador no le dejaba nunca salir sola de la casa. Además, relató que durante el confinamiento había sufrido varios golpes y empujones.

El 4 de abril, un hombre de 62 años asesinó a su pareja, Encarnación, de 78 años, asfixiándola en su vivienda en Las Palmas de Gran Canaria. Él fue detenido ese mismo día y confirmó los hechos a la Policía. Además, la Delegación del Gobierno confirmó que constaban dos actuaciones por violencia de género, una en 2008 y otra en 2019. Sin embargo, la víctima no quiso continuar con el procedimiento y tampoco se acordó ninguna medida de protección por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Además, las fuerzas y cuerpos de seguridad no estaban llevando a cabo medidas de seguimiento.

Ante el mayor peligro que existe para las mujeres que conviven con sus maltratadores durante el confinamiento, el Instituto Canario de Igualdad lanzó la campaña Mascarilla 19, mediante la que ellas pueden alertar en cualquier farmacia que están sufriendo violencia machista. Allí solo se pedirán los datos personales para llamar al 1-1-2 y que se active el protocolo. Asimismo, el Gobierno de España insiste en que se recurra al 016, donde las llamadas no dejan rastro en el teléfono, y el Ministerio de Igualdad recuerda que no se sancionará a quienes, en una situación de violencia machista, salgan a la calle para desplazarse a cualquier punto para pedir ayuda.

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