La madre de Sara intenta mantener la calma
La familia de Sara Morales vive con el alma en vilo desde que la joven desapareciera hace ya más de tres años en Las Palmas de Gran Canaria, pero estas últimas semanas han sido muy duras para ellos, primero las excavaciones en el solar de La Paterna y este fin de semana el hallazgo de un hueso humano en un pozo abandonado de Jinámar, donde la policía buscaba algún indicio sobre el paradero de Sara. Ante tanto revuelo la madre de la joven intenta mantener la calma han sido muchas las falsas alarmas que ha habido desde la ausencia de Sara y ésta podría ser una más.
Este lunes han dado comienzo las labores de extracción de los restos óseos encontrados en el pozo de Jinámar, un lugar supuestamente utilizado por el violador de la furgoneta blanca para dar rienda suelta a sus perversiones y un agresor, el tercero más activo de España hasta que se suicidó, con el que se ha relacionado de forma significativa la desaparición de Sara Morales.
Algunos testigos localizan la furgoneta del difunto violador en las inmediaciones de la casa de la adolescente el día que ésta desapareció y aunque antes de morir éste escribió una carta a los padres de la menor negando cualquier relación con la desaparición, se ha seguido indagando a través de líneas de investigación vinculadas a él.
La madre de Sara, Nieves Hernández, se mostraba esperanzada ante la posibilidad de acabar con su sufrimiento, pero por otro lado manifestaba su pesar ante la posible confirmación de la muerte “siempre quieres pensar que en el fondo está viva” aseguró.