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La Reserva de la Biosfera de Anaga, nuevamente afectada por las aglomeraciones de turistas y residentes

El Mirador del Pico del Ingles, el pasado 1 de noviembre, abarrotado de coches mal aparcados en los arcenes y en la carretera

Alejandro Ortega

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El Parque Rural de Anaga es uno de los grandes atractivos de la isla de Tenerife ya que posee uno de los tesoros naturales más importantes de las islas. Fruto de ello, se producen saturaciones y masificaciones dentro de su territorio, considerado como Reserva de la Biosfera desde 2015. Es algo recurrente, especialmente en los días festivos, donde se juntan los turistas que visitan la isla y los locales que quieren disfrutar de un día con la familia y amigos.

Nuevamente, las masificaciones y saturaciones han vuelto a ocurrir el pasado 1 de noviembre, esta vez en el Pico del Inglés. Un tuitero llamado Pedro Sánchez denunció en Twitter la situación que se vivía en la zona ese día: coches mal aparcados, parados en la misma carretera, obstruyendo el paso, o metidos en el arcén. Así lo demuestran las imágenes publicadas en su cuenta personal tras realizar un recorrido por la zona conocida como la trinchera, lugar con mucho reclamo para tomarse una fotografía por sus paredes excavadas en la roca cubiertas de musgo, el mirador del Pico del Inglés y la Cruz del Carmen.

“La situación era la de cualquier día en la zona, pero especialmente los fin de semana y en estos festivos, cuando el Parque Rural de Anaga se ve desbordado por la cantidad de visitantes”, denuncia Pedro a este periódico. “Los días laborables se satura de turistas, pero en festivos hay muchos residentes que suben y se comportan igual o peor”, añade.

Estas aglomeraciones, según asegura el testigo, “hacen que se formen atascos, ya que se dejan los coches en cualquier sitio, y que se practiquen actividades poco controladas e incluso no permitidas con muy escasa vigilancia”. Por otro lado, denuncia el gran volumen de guaguas turísticas y de servicio público, “de excesivas dimensiones con dificultades para transitar por curvas cerradas y pasos estrechos”: “Entorpecen el paso de los vecinos y de otros vehículos de servicio”.

Se trata de un problema que viene arrastrando Anaga desde hace años y que ya ha sido denunciado por ecologistas y vecinos en diversas ocasiones.

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