Espacio de opinión de Tenerife Ahora
La casa de ácido
Duerme ya, profundamente, tu estrella
al son del fin de unas listas de espera
que se disuelven bien en esta ciencia-ficción.
Termina toda intriga, ni hay un solo argumento.
Hoy todas las personas creen tener corazón.
Se acabaron los “ya lo vamos viendo” y
pensar en eso que piensan
de tu forma de pensar.
Se rindieron la falta de respeto y
la infravaloración.
Concluyeron los duelos
y la madre que los parió.
...
Se extinguieron el miedo al sol
y los bailes a la luz de la luna.
Se desvanece el pánico
entre el humo de esta maravillosa locura
etiquetada en lo escondido,
en lo absurdo e incomprendido.
Se quedan en tu isla, en una de sus tres puntas,
en el marco de un “totalmente, sí”.
Se abre la veda, se salda esa campaña
del “Es que eres demasiado bueno para mí”.
...
Ya está bien de desplantes…
y de mochilas, libretas, canciones y fechas.
Interrumpimos la propagación
de ese incendio interior,
en su lugar emitimos la canción de la razón.
Así que ya puedes ir resumiendo
todas las largas historias
que hasta ahora te han quedado por contar.
Mañana llegará otra persona
que te agradezca el disfrutar.
...
Guarda el negro uniforme de días azules.
No toca sentirse mal.
Los puentes por fin se extienden,
todos los miedos han muerto:
es día de salir a celebrar.
Esta noche, la mochila se queda bien lejos
y en su mundo, a donde quiera, te puede mandar.
Me da igual.
Ya sé que esta casa
por siempre arderá
aunque no lo quiera, y no debas escribir más
referencias claras que otra vez visitar.
Hoy desastres se perpetran,
este es un nuevo día, en el nombre
de una camisa manchada de lluvias ajenas…
-…o, al menos, eso me cuenta ella-.